Solos mi maleta y yo

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Si el mar hablara, en cualquier parte del mundo que me encontrara me gritaría "idiota" cada vez que me viese la cara.

El punto aquí es que después de perdonar a mi exnovio por sus infidelidades una y otra vez, con la esperanza de que cambiara, me deja de repente, con un viaje a París pagado entre los dos pendiente.

Me armé de valor porque no puedo desperdiciar ese dinero. Sin embargo, en el aeropuerto ese día sufrí la segunda decepción más grande de mi vida.

Él había ido con su nueva novia, planeaban irse de citas a Francia. Después de una discusión fortísima por la que casi nos sacan a patadas, decidimos que cada cual iría con su mitad del viaje y que él compraría las cosas para su novia y me pagaría una habitación donde hospedarme.

Acepté porque esos eran mis ahorros y era mi sueño ir a Francia.

En el avión tuvimos asientos contiguos, la lucha por ignorarnos mutuamente fue constante y sin tregua. Las malas miradas entre nosotros opacaron el cálido ambiente que evocaba el cielo despejado en el avión.

Tras gestionar una habitación para mí todo fue paz y tranquilidad, en un lugar tan grande las posibilidades de encontrarnos eran casi nulas y finalmente estaría sola.

Al otro día, temprano en la mañana decido salir a caminar, a hacer turismo. Tomar algo de aire parisino le sentaría bien a mis entrañas que estaban algo magulladas por lo sucedido con la mierda de mi ex.

Sin embargo no encontré lo que buscaba, ese paseo no me consoló, sino que lo empeoró. Las parejas amorosas y farsantes estaban esparcidas por toda la ciudad. El ritual de engaños ya me era conocido y podía ver los patrones de los mismos.

¿Es que acaso en París todo tiene que ser romántico?

Seguro que si visito alguna prisión hablarán de la trágica historia de dos enamorados que bla bla bla...

Mi sueño de ir a los lugares emblemáticos de París no será opacado por nada. Mi talismán protector antiamor; un mensaje en mi teléfono y las gotitas para que no se me sequen los ojos por ver tanta porquería ya están en el bolso.

Salgo rumbo a las calles empedradas de París, a montar en sus coches, a sentirse como una dama francesa que ha tenido que casarse sin amor, al bajar con ligereza de los carruajes.

No me cansaré de repetirlo, el amor es un fastidio: arruina los fondos de mis selfies.

Me tomé una en un parque bajo un hermoso árbol, pero en el fondo de la foto se podía ver a una pareja tomada de la mano. La aborrecí y en un ataque de ira... borre todas las fotos de mi galería. Lo más probable es que regrese a casa solo con fotos de mi habitación del hotel.

Lo que más me irritó, además de las parejas, fueron las luces de noche. Sientes el aire fresco mientras caminas por un parque y de repente una luz tenue proveniente de un farol te recuerda cuando le dijiste te amo bajo la luz de la luna, a la mierda de tu ex.

Todas las farolas eran iguales, y digamos que... estaban bien fijadas a la tierra las muy malditas, porque con las patadas les di...

Regreso a casa con el teléfono roto, lo lancé a la cabeza de un novio que salía huyendo de una iglesia.

La nueva novia de mi ex, lo dejó por un francés, así que ahora es la ex de mi ex.

Regresé con un corazón fuerte, aunque no bondadoso, sigo siendo una tacaña.

Lo mejor de todo fue que conocí París, aunque no fue como esperaba. Nunca esperé ir sola, aunque pensándolo bien no lo estuve...

Estábamos mi odio, mi desamor, mi rencor, mi maleta y yo.


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