El chico que no tuvo elección / The boy who had no choice.

Capítulo 20

ALBANIA

Sentada en el sillón de su habitación, mirando la gran luna llena a través de su ventana, preguntándose si funcionó la Poción Matalobos que preparó junto con Draco. No podía dormir, su cabeza no dejaba de darle vueltas, la situación con Lupin le preocupaba.

No dejaba de pensar en todo lo que pasaba, Moody estaba muerto, Tonks había sido herida y tenía que estar lejos de Lupin en los momentos cuando más la necesitaba, Harry tenía que estar lejos de Ginny por su protección, la familia Weasley debía permanecer alejada de Ron y así poder mantenerse a salvo, Draco y su madre también estaban separados y a pesar del riesgo, ella hizo hasta lo imposible por volver a ver a su hijo. Todo eso solo le recordaba lo injusta que había sido con Draco, que a pesar de todo, ella fue quién decidió perdonarlo, pero aún no lo dejaba de castigar por su pasado. Ellos dos vivían en la misma casa, ella podía estar con él y no sufrir el aislamiento como los demás, pero prefería seguir ocultando sus propios sentimientos y no tener consideración con los de él.

Se levantó del sillón cerrando la gran y pesada cortina de su cuarto, encendió varias velas y sacó del cajón de su mesita de noche un pequeño álbum de fotos, comenzó a mirar las fotos con nostalgia de ella con sus padres. Suspiró profundamente sintiéndose completamente sola, la relación con sus mejores amigos no era la mejor en esos momentos, no podía estar en contacto con sus padres ni con sus demás amigos, él único que estaba a su lado como siempre, era Draco y ella seguía alejándolo, aunque no pudiera decirle completamente la verdad, estaba decidida a contarle todo lo que pudiera. Sí él fue sincero con ella, era justo que ella lo hiciera también, se llenó de valor y decidió ir con él.

Caminó hacia la entrada de su habitación y abrió la puerta, pero al querer salir se encontró con Harry del otro lado del corredor.

- ¿Qué haces aquí? -Preguntó sin ánimo de hablar con él. Harry entró a su habitación sin ningún aviso.

- ¿Qué ocurrió con el Horrocrux? ¿De verdad lo... lo destruyeron? -Dijo caminando de un lado hacia otro con nerviosismo.

-Te lo dije, Draco lo arrojó al fuego demoniaco que invocó el Ministro. -Se apresuró a decir.

-Hermione. -Se sentó en la cama y se frotó la cara con sus manos. - ¿Él no sabe nada acerca de los Horrocruxes?

-No, Harry. No le he dicho nada, pero quisiera hacerlo, en verdad me está matando no poder decirle. -Se acercó a su amigo.

- ¿Puedes entenderme por solo un momento? Sé que se quieren pero, aunque lo intente, una pequeña parte en mi sigue creyendo que nos traicionará como cuando ayudó a los Mortífagos a entrar a Hogwarts. -Le miró con firmeza.

-Sabes que eso lo hizo para evitar que asesinaran a Narcissa, tú harías lo mismo. Si tuvieras una oportunidad de salvar a tu madre, estoy segura que la tomarías. ¿Me equivoco, Harry? -Ella le cuestionó con compasión. Harry se quedó en silencio por un momento.

-Después de leer la carta que Sirius le dedicó a Remus, creo que entendí un poco más tu situación. A pesar de la terrible maldición que tiene Remus y su pasado oscuro, mi padre y Sirius, sus amigos, jamás lo abandonaron. No estoy comparando a Lupin con Draco, pero sí sé que tengo a una mejor amiga que me necesita y no creo que todas estas peleas entre nosotros nos ayuden para acabar con Voldemort. -Se levantó de la cama de Hermione. -Si quieres contarle, yo no me opondré. -Caminó hacia la puerta. -Iré con Ron, le diré que de ahora en adelante, Malfoy será uno de nosotros. Pero mañana temprano ambos deberán contarnos todo lo que pasó en Mayfair. -Antes de salir del cuarto de Hermione se volvió hacia ella con cautela. - ¿Sabes que todo esto lo hago por ti, cierto? -Ella se abalanzó hacia Harry para darle un gran abrazo, después él se dirigió al cuarto de Ron.