2.- ¿Qué es este sentimiento?

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¿Por qué tardaban tanto? No era normal que tardarán, si estaba ocupado Edgar mandaba a Tobías pero esta vez nadie llegaba.

Se movió incomodo en la cama y miro por enésima vez la puerta, no servia de nada verla pero estaba tan ansioso que deseaba que con verla las respuestas que buscaba se supieran.

—Tal vez los dos están en una junta...— susurró para si mismo—, debe ser eso.

Estaba muy preocupado, tal vez le habían dado unas indicaciones y no las había escuchado. Acaricio su parche casi sin darse cuenta. Estaba tiritando y le sudaban las palmas de las manos.

—No me dieron ninguna indicación...—comenzó a hablarse—... No es mi culpa... No tienen porque castigarme... Sólo calmate.

En el despacho de Francisco se encontraban Edgar y Tobías, desde muy temprano les había hablado para que fueran. Edgar sabía que era para tratar el tema de lo que hablaron ayer por la tarde, era un buen jefe y siempre actuaba rápido en cuanto se percibía un pequeño problema. Por eso era el jefe y el laboratorio seguía en pie.

—¿En que estábamos?— pregunto Francisco mientras colgaba el teléfono y miraba a Edgar.

—Nos estaba diciendo que ayer hizo unas llamadas.

—Oh, claro. Ayer le llame a un viejo amigo, es superior de otro laboratorio y me dijo que lamentablemente debía cerrarlo, me contó que hay uno de sus experimentos que es una niña— saco un paquete de cigarros y tomo uno, le ofreció a Edgar pero él negó con la cabeza—, no sabe a que laboratorio la llevara, después de arreglar unas cosas- encendió el cigarro y se lo metió a la boca— logré convencerlo de traerla y dejar que sea un experimento más de este laboratorio.

¿Una niña? Era de otro laboratorio ¿por qué estaría en un lugar así? Edgar no estaba muy seguro de que eso funcionaria, tal vez ella era peligrosa o algo por el estilo, ya corrían riesgo con Oliver pero ahora tener a otra persona con algo que la diferencia de las demás es muy malo...

—Esa niña es inofensiva— aclaró mientras le daba otra calada a su cigarro. Era como si leyera la mente.

—Espero Ol...-08 se lleve bien con ella...— Francisco lo miro algo enojado, supo que estaba apunto de decir Oliver.

—Espero no te estés encariñando con él— dijo severo. De sus fosas salió el humo de el tabaco dandole un toque sombrío, parecía un dragón apunto de matar a un caballero.

—Claro que no— negó con un tono convincente.

—Bien. Hoy llegara la niña, necesitamos que hable con ella y se conozcan. No creo que se niegue, él sabe que si no hace lo que le decimos...— soltó una pequeña risa y paso su mano por su ojo derecho.

—Esta bien, tendremos preparado a 08.

—Muy bien. Tengo unas cosas que hacer así que pueden irse.

Los dos salieron por la gran puerta.

—Una niña ¿eh?— suspiro Tobías. Le agradaba la idea de que Oliver tuviera algo como una amiga.

—Espero no sea muy peligroso.

—¿Peligroso? Es una niña, y dijo que era inofensiva.

—Ese no es el problema— gruño el mayor—, los dos son niños y si alguien descubriera que tenemos a dos niños en un laboratorio para experimentar con ellos... No sé que podría pasar.

El chico comprendió de inmediato.

—Vamos con 08, no le dijimos nada y seguro estará preocupado.

Child experiments [Niño de experimentos]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora