Advertencia: el siguiente capítulo contiene descripción de tortura de uno de los personajes principales, leer con discreción.
Dolor, todo su cuerpo estaba definido y limitado por él, ya ni siquiera podía pensar en algún momento en el que no lo hubiera sentido, como si incluso su misma alma estuviera atrapada en aquel tormento insufrible.
Le parecía que incluso podía verlo, como un rojo intenso que daba forma a su cuerpo desde las uñas hasta el último de sus cabellos, todo era de un rojo ardiente e intenso.
Flotaba en un mar de sufrimiento luego de los miles de golpes, cortes y aquellas dos risas sarcásticas que le indicaban que toda esa tortura duraría una eternidad.
Vio entonces cómo la criatura a la que había sido entregado se acercaba a él, mostrando sus uñas cual fuertes garras. Le costaba trabajo incluso respirar, por no hablar de intentar rogar para que se detuvieran, aún así sus ojos rogaban lo que su voz no podía y esto satisfacía aún más a su sádica pareja captora.
La criatura de cabello revuelto se inclinó sobre él y cortó los amarres en sus muñecas y tobillos. Con movimientos lentos y pesados Heechul logró recostarse en una posición un poco más cómoda, cosa que agradecieron sus articulaciones agarrotadas, además de que podría protegerse mejor algunas zonas vulnerables.
Sin embargo esto solo duró un par de segundos, una nueva patada lo golpeó hasta voltearlo boca arriba, siendo así analizado.
—No lo sé, siento que le falta algo,
De pronto tomó su brazo izquierdo y comenzó a hacer presión, Heechul pudo sentir cómo sus huesos tronaban hasta convertirse en astillas allí donde lo apretaban. Los gritos, que pensó que ya se le habían terminado, volvieron a llenar el lugar ante aquello.
Cuando por fin lo soltó el peliblanco se giró para sujetar su brazo herido, el dolor rojo se había vuelto incandescente en esa zona hasta convertirse en un tormento blanco.
El pie de la criatura rizada que lo había capturado se colocó entonces en su hombro derecho y lo empujó hasta que volvió a quedar boca arriba, aún así siguió apretando, manteniéndolo en su lugar.
El otro tomó su rostro con dureza y se acercó a mirarlo, Heechul apenas podía distinguirlo por entre las lágrimas y la sangre que empañaron sus ojos, incluso le parecía que ya no podía abrir uno de ellos pero tampoco podría asegurarlo. Intentaba respirar pero la sangre lo ahogaba.
Sintió la otra mano fría de la criatura recorrer su cuerpo, oprimiendo en las zonas ya heridas para aumentar más su dolor de manera que el dolor rojo se volvía cada vez más brillante. Aun cuando lo soltó Heechul solo pudo dejar que su cabeza cayera a un lado, demasiado débil ya para hacer cualquier otra cosa.
—Sí, creo que ya está listo, ¿estás de acuerdo Suga?
La criatura se arrodilló junto a él e introdujo un dedo en una de las numerosas cortadas de su cuerpo, Heechul apenas gimió mientras aquella extremidad era retorcida por debajo de su piel. Luego de unos instantes así por fin sacó el dedo y se lo llevó a la boca, saboreando.
—Sí, quedó perfecto. Anda, es todo tuyo, es mi regalo para ti.
—¿Seguro que no quieres compartirlo? Queda bastante para los dos.
—Está bien así, en realidad me pareció oler otro aroma parecido al suyo así que deben haber más como él. Una vez que acabemos aquí iré a buscar.
Aun en medio de su debilidad Heechul se revolvió un poco a causa del terror. No, aquellos seres no podían acercarse a su pequeño Donghae, aunque era probable que EunHyuk lo protegería, no quería arriesgarse. Sí antes había estado a punto de rendirse para ese punto ya no podía hacerlo, debía entretener a estos malditos lo más posible para que no fueran a buscarlo.
Sin embargo estos pensamientos fueron emborronados por el dolor en cuando la criatura de cabello revuelto se sentó sobre su ya de por sí herido cuerpo.
—No necesitas preocuparte, pequeño, no voy a abandonarte —dijo con aquel tono engañosamente amable.
Incluso acarició suavemente su rostro, aunque su mano helada solamente enviaba pequeños destellos de dolor como si de electricidad se tratara. Esa misma mano se movió hasta rodear con fuerza su nuca, con ese agarre levantó su cuerpo flácido para pegarlo al otro.
Lo abrazó como si de un encuentro romántico se tratara, el humano pudo sentir su lengua afilada recorriendo un par de veces la piel en su cuello.
—Ah, tan delicioso. Eres lo mejor que he probado en mucho tiempo, —susurró su torturador, moviendo los labios sobre su piel.
La cabeza de Heechul había caído sobre el hombro contrario, y aunque en un último acto de repulsión intentó alejarse, sólo logró que cayera pesadamente hacia atrás, lo cual dio espacio libre a la criatura que lo sujetaba para clavar con fuerza sus candentes colmillos.
Todos sus músculos se tensaron y el último jadeo agudo que guardaban sus pulmones fue expulsado en aquel momento, la mordida había creado una explosión de dolor que destelló en todo su cuerpo hasta volverlo de un blanco cegador.
Ninguna parte de su cuerpo quedó libre entonces, el dolor fue brutal, completo y desgarrador en todos los sentidos, alimentado por los movimientos que hacía la criatura para abrir más su piel y obtener una mayor cantidad de sangre.
Sin embargo aquello tuvo un efecto positivo, pues parecía que con cada sorbo, la criatura bebía también el rojo de su dolor, dejando en su cuerpo poco más que fría y oscura muerte negra. Heechul casi agradeció aquello luego de que la tortura estuviera a punto de volverlo loco.
Por fin el sufrimiento fue desapareciendo, aunque de manera lenta era suficiente para Heechul, ya ni siquiera valía la pena esforzarse por respirar o por mantenerse consciente, ya nada importaba.
Ni siquiera sintió cuando terminó de nuevo recostado en el piso, con aquella sanguijuela aún pegada a su cuello.
Cerró los ojos resignado, ahora que el tormento había pasado podía por fin descansar un poco. Sentía que llevaba años en medio de aquel sufrimiento, eones desde que se había sentido seguro sabiendo que Siwon velaba por él. Pero había sido un idiota y lo había alejado de su lado, al igual que había hecho con Hangen hacía aún más tiempo atrás, de manera que quedó solo y vulnerable, que no pudo hacer nada contra aquellos dos monstruos.
Pero ya no importaba, el frío negro de su cuerpo le indicaba que era muy tarde para lamentaciones. Además, había vivido mucho más que cualquier humano promedio y había conocido personas geniales, no podía quejarse.
Un último sonido le instó a abrir los ojos, aunque las manchas negras y blancas ya ensombrecían su vista de por sí borrosa, pudo distinguir a las dos figuras que entraban, pero al final la inconsciencia fría y plácida se abatió sobre él.
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Servicio Feérico (SiChul)
FanficLos vampiros han vivido ocultos entre los humanos durante siglos, sin embargo su presencia a creado una mutación en estos últimos, los llamados "seres feéricos" pueden ser distinguidos por su cabello naturalmente blanco, y para la criatura su olor y...