ALGUIEN A QUIEN PROTEGER

CAPITULO 6: ALIANZA ENTRE LAS SOMBRAS.

-Después de varios días en mi casa decidí confesarle a mi familia sobre lo que ocurre ellos siempre me han apoyado y no es justo que les oculte algo tan importante; esperaba gritos y un gran regaño por parte de mi mama, pero solo me abrazo y aseguro que estaría para apoyarme en todo momento, típico de ella, su amor es completamente incondicional.

-¿Ya se lo has dicho a Inuyasha?

-No, como se entere que es de su gran rival se va a poner furioso... Eso va a ser una catástrofe a gran escala.

-No podrás ocultarlo para siempre Kagome.

-Pero lo hare cuanto pueda.

-No creo que sea correcto, pero es tu decisión ¿Cuándo volverás?

-Por la mañana, creo que ya e descansado lo suficiente. –Si ya he perdido bastante tiempo, una semana y me parece de lo más extraño que Inuyasha no ha venido a buscarme ¿Tan enojado esta?

+++++

Así que la chiquilla está embarazada, y para hacerlo mejor es Sesshomaru el padre ¿Qué te parece Kagura?

-No molestes...

-¿Sesshomaru te gusta mucho no?

-Naraku ya te dije que no me molestes.

-Jajajaja Kagura tu me ayudaras a deshacerme de esos dos idiotas, y a cambio te dejare matar a esa chiquilla tan molesta.

Como si tuviera otra opción que hacer lo que me ordene, me enfurece el hecho de que Sesshomaru esté involucrado hasta tal punto con esa mujer, no es que haya pensando que podría siquiera voltear a mirarme pero aun así... duele.

Naraku me ha hechos esperar siete días a que esa mujer llegue pata secuestrarla, que fastidio, pero algún día recuperare mi libertad y mas nunca tendré que seguir sus órdenes.

++++

-¡Has tardado mucho!

-Tenía asuntos importantes en mi época Inuyasha.

-¿Qué puede ser más importante que la perla?

-Ya basta perro tonto déjala tranquila.

-Cierra el pico enano.

-Son unos ruidosos... ¿Cómo vas con lo que tú ya sabes? –Sango susurro para que los demás no pudieran oírnos.-

-Bastante bien. –Me acerco mas para poder contarle.- Le he dicho a Sesshomaru, pero ya te lo contare con detalles más tarde. –Asintió regalándome una sonrisa. Una fuerte brisa arremetió contra nosotros levantando el polvo y cegándonos.

-Sal de ahí Kagura puedo oler tu peste.

-Tan bruto como siempre Inuyasha. –La nombrada se hizo presente sobre una de sus plumas en el cielo, a su vez aparecieron múltiples demonios detrás de ella.

-Kagome quédate detrás de mí.

-De acuerdo sango. –La pelea empezó, Inuyasha blandía su espada eliminando a cuanto monstruo se le cruzara, Miroku los purificaba con sus pergaminos intentando abrirse paso hacia ella, Shippo y yo estábamos detrás de Kirara y Sango presenciando todo, Kagura estaba distraída y parecía no tomarnos en cuenta, apunte con una de mis flechas y la solté en su dirección, a esta distancia es imposible fallar; como esperaba la flecha llego hasta ella pero simplemente la atravesó sin hacerle ningún daño.- ¡Es una ilusión!