La graduación imprevista...

CAPÍTULO 1

Era la noche de la graduación, la noche que había esperado tantos años. Yo estaba muy nervioso, porque aún no tenía pareja para el baile y quedaban tan solo veinte minutos para que empezara. Me giré y la vi a ella, con su vestido rojo llamativo y sus tacones negros, brillaba como la luna en la oscuridad... Me dijo que si quería ser su pareja para el baile, porque ella no tenía pareja y veía que yo tampoco. Sin pensarlo dos veces, accedí a ser su pareja para el baile, no me creía lo que me acababa de pedir hace unos instantes. Fue un sueño cumplido pasar esa velada con ella esa noche; lo pasamos gratamente genial.

Cuando ya acabó la fiesta, sobre las dos y media de la madrugada, me dijo que si le podía acompañar a casa, ya que le daba miedo ir por la noche sola, y le dije que sÍ. Mientras estábamos de camino hacia su casa, me daba la impresión de que alguien nos observaba, nos seguía, pero no hice mucho caso porque a lo mejor era parte de mi imaginación ya que iba un poco borracho. Cuando pasamos por el parque y vi los baños, me entraron unas ganas de vomitar impresionantes, ni avisé a Annabelle y me metí rápidamente en el baño. Cuando salí, ella ya no estaba, no me avisó de que se iba o quién sabe, a lo mejor la habían secuestrado. Yo no lo sabía y encima iba un poco bebido y pensé que ella se fue sola a casa; no le di mucha importancia al asunto.

Pasaron los días y ella no venía a la universidad. Yo ya me estaba preocupando, porque nadie sabía nada y todo el mundo pasaba del tema; decían que a lo mejor estaba de viaje, o que hacía pellas, pero yo no sé por qué, no pensaba en eso "bueno" por decirlo de alguna manera, yo siempre pensaba en lo peor, en lo más negativo: pensaba que le habían secuestrado y encerrado y por eso, claramente no podía venir a las clases.

Pasó una semana y nada, no se sabía nada de ella. Yo no podía en esos días pensar e investigar sobre lo ocurrido, porque tenía una prueba. Tenía que interrogar a los profesores, porque de mayor quiero ser policía del FBI. Mientras estaba estudiando, un número desconocido me llamó; pensé que sería importante y lo cogí. Me puse a hablar con el individuo, me dijo que si mañana a las 00:00 a.m. no iba al parque del quiosco, no la volvería a ver en la vida. No pude saber quién era porque esa persona utilizó un modificador de voz; lo único que sé, es que es un varón de entre treinta y cuarenta años, y tiene a Annabelle porque no podría referirse a otra persona.

Ya eran cerca de las doce menos cuarto de la noche, y aún tenía que salir de mi casa e ir al parque, a encontrarme con el secuestrador. Me apresuré para salir rápido de casa e ir al parque del quiosco. Llegué al cabo de trece minutos, faltaban dos minutos para en punto. Ya que estaba allí me puse a hablar por WhatsApp con Pau y David, unos de mis mejores amigos.

Tocaron las campanadas, pasaron diez o quince minutos y no aparecía... Cuando ya eran las doce y media pasadas, me iba a ir a mi casa, no porque no quisiera esperar, porque yo en verdad podría esperar todo el tiempo que hiciese falta, sino porque al cabo de unas horas tenía que ir a la universidad y me tenía que levantar pronto. Cuando me levanté del banco en el que estaba sentado para irme, el hombre me envió un mensaje; me dijo que fuera a los lavabos, que allí encontraría un objeto.

Mientras daba apenas veinte pasos en dirección a los lavabos, mi cabeza daba vueltas, pensaba mil cosas en esos precisos instantes.

Abrí la puerta que chirriaba mucho y... No encontré nada, miraba en cada lavabo pero nada. Cuando me iba a ir, en el banco que estaba sentado antes, apareció una caja de color negro y escrito en ella, en pintura roja (o eso quería pensar yo), estaba escrita la palabra "dead". Allí dentro encontré... Es muy intenso lo que encontré... Me entraron náuseas... Era repugnante... No sabía qué pensar... La cabeza me daba vueltas... Encontré un pie ensangrentado, sin las uñas de los pies, lleno de moratones. Los dedos estaban en carne viva... En aquel preciso instante me di cuenta de dos cosas: de que Annabelle era el amor de mi vida, la tenía que rescatar, y que ese hombre no se andaba con tontería alguna.