Capítulo 4: El despertar de los poderes.

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Spyro y Cynder havian llegado al río para intentar despertar los poderes del dragón púrpura.

Cynder: ¿Bueno, con cual poder quieres empezar?

Spyro: Pues tenía pensando el fuego.

Cynder: Muy bien, prueba a usar escupir fuego.

Spyro se puso en posisión, respiró bastante aire y intentó expulsar fuego de su boca, pero no salió nada solo una pequeña llama parecida a las de las velas.

Cynder: Inténtalo de nuevo, alomejor te sale mejor ahora.

Spyro repitió el mismo proceso y el resultado fue el mismo.
El dragón se frustró un poco y golpeó el suelo con sus patas delanteras.

Cynder: Tranquilo Spyro seguro que con un poco de práctica los recuperas enseguida, si heres capaz de salvar el mundo esto se te hará súper fácil. Si heres el legendario Spyro.

Spyro miró a Cynder y le sonrió.

Spyro: ¿Tanto confias en mi?

Cynder: Porsupuesto, además ahora ya no tenemos que preocuparnos por Maleford, tienes todo el tiempo que quieras para recuperar tus poderes. Además sigues siendo igual de fuerte si tienes que defenderte de algo te sabras apañar bien.

Spyro: Bueno, somos igual de fuerte, además tu eres mucho más hábil que yo.

Cynder: Sere hábil moviendome y con mis poderes, pero tú heres más fuerte y más rápido y sabes usar también bastante bien tus habilidades. De hecho recuerdo que fue un dragoncito el que derrotó a una Cynder malvada y la convirtió en buena.

Spyro al oír todo eso se sintió muy alagado.

Spyro: Aunque el dragoncito no hubiera podido derrotar a los mounstros y a Maleford sin la ayuda de Cynder. Y sin ella el no estaría aquí.

Cynder hacerco su cabeza con la de Spyro como muestra de cariño.
La última vez que hicieron algo parecido a eso fue justo después de la muerte de Ignitus, pero en ese momento fue para dar apoyo hemocional, en cambio ahora hera para dar cariño, fue una sensación que les dio calor a ambos y incluso un poco de nervios.
Después de unos segundos se separaron y les costaba mirarse a los ojos.

En ese momento Cynder sentia un deseo de poder decirle a Spyro aquellas palabras que no se atrevía a volver a decir. Aunque no se sentía segura y estaba muy nerviosa empezó a hablar.

Cynder: S-Spyro... Quiero decirte una cosa.

Spyro notó que Cynder estaba muy nerviosa y le presto mucha atención.

Spyro: Dime.¿Es algo importante?

Cynder: Bastante.........¿ Te acurdas que el otro día cuando nos reencontramos me preguntaste si te dige algo antes de que juntaras los fragmentos del planeta?

Spyro: Si

El joven dragón sintió bastante curiosidad.

Cynder: El caso es que si te dige algo.

Spyro: ¿Y que era?

Cynder cerró los ojos y se preparó.

Cynder: Lo que dige.....Lo que yo te dige fue.....mmmmm.....que yo t-te.....¡Te quiero! (No me puedo creer que se lo haya dicho).

Cynder continuó con los ojos cerrados.
En cuanto a Spyro, el se había quedado boquiabierto, sintió como su cuerpo subía de temperatura, tenía demasiados nervios, pero sobretodo se sentía feliz.

Spyro: C-C-Cynder, yo... también te quiero.

Esas palabras hicieron que Cynder abriera los ojos.

Cynder: ¿De verdad?

Spyro: Si, te quiero desde que te libere del lado oscuro, es decir poco después de conocerte. Y desde eso he querido estar siempre contigo.

Cynder: Spyro.

En ese momento por instinto Cynder se abalanzó hacia Spyro y le beso en su boca.
Cynder con vergüenza miro a otro lado, pero Spyro durante unos segundos se paralizó, hasta que de emoción lanzó fuego por la boca.

Spyro: ¿He lanzado....Tu me...
Yo...?

Cynder: Conque lo que necesitas hera un poco de hemocion para poder despertar tus poderes, jejeje.

Spyro: Gracias Cynder.

Cynder: No hay de que.......¿Porque no pruebas ha lanzar tus demás poderes?

En ese momento Spyro empezó a probar sus poderes, asombrosamente Spyro consiguió utilizar sus poderes perfectamente.

Cynder: Ves como si que podías.

Spyro estaba aliviado de havér recuerdo todas sus habilidades pero se sentía más alegre de otra cosa.

Spyro: ¿Cynder, desde cuando empezaste ha quererme?

Cynder se puso un poco nerviosa.

Cynder: Sinceramente poco después de que me liberarás del lado oscuro. Pero me sentía mal por todo lo que hice y no me sentía tranquila a tú lado después de....

Spyro: Tranquila Cynder, son cosas del pasado.

Cynder: Ya.....

Los dos estuvieron un rato mirandose hasta que de repente apareció Sparx.

Sparx: Hola ¿Que hacéis?

Spyro: Nada...

Sparx: Nada, sólo le contaba las anécdotas de nuestras batallas a mis padres.

Spyro: ¿Les has contado también lo que le pasó a Cynder?

Sparx: Si, pero tranquilos se los he explicado todo y lo an comprendido.

Al escuchar eso Spyro y Cynder se sintieron muy aliviados.

Sparx: ¿Y que vais ha hacer?

Spyro: Pues....

Cynder: Yo voy a pescar peces para que Spyro y yo los comamos.

Sparx: Vale, yo iré a comer unas mariposas.

La libélula se fue volando dejando un brillo amarillo que cuando más se alejaba más se desvanecía ese brillo.

Spyro miró a Cynder y le sonrió.

Spyro: ¿Puedo ayudarte a pescar?

Cynder: Con una ala rota, no. A demás ¿havias pescado antes?

El dragón púrpura apartó la mirada.

Spyro: Aaaaa...no.

Cynder: Requiere precisión. Tienes que elevarte por encima del agua a una altura alta para que los peces no te vean, tener fijado a uno y caer en picado al agua y agarrar lo más rápido el pez.

Spyro: Suena complicado.

Cynder: Solo hay que practicarlo pero por ahora espera a que esa ala se mejore. Por ahora puedes ver como lo hago y así ya tienes una idea de cómo es.

En eso Cynder se elevó y empezó a hacer los pasos necesarios para poder pescar.
Spyro sequedo mirado. Al principio le puso interés en ver cómo pescar pero poco a poco empezó a fijarse más en Cynder, hasta el punto de llegar a estar hipnotizado.
Cuando la dragona terminó aterrizó cerca de Spyro.

Cynder: Que te a parecido.

Spyro: Diria que eres una profesional.

Cynder: Gracias Spyro. Venga a comer.

Los dos dragones cometieron los pescados cuando terminaron su cena fueron al árbol donde dijo Spyro que se estaba muy bien. En las ramas la brisa refrescaba agradablemente. Spyro vio cómo la luz de la luna brillaba en Cynder, esto era algo que le parecía hermoso. La dragona notó la forma en la que Spyro le miraba y decidió acercarse hasta apoyar la cabeza junto al Dragoncito. Pese a que hace unos días estuviera buscando cómo poder deshacerse de unas cadenas que les evitaba estar separados, ahora querían permanecer la más juntos posible.

Continuara.....

La leyenda de spyro: El poder de la oscuridad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora