| Capítulo 18 |

128 15 2
                                    

El olor a tabaco abrumaba todo el lugar, el alcohol saboreado con glamur.
El mismo ventilador en una oficina sonando sin funcionar a la perfección.
Carpetas con periódicos por toda la mesa.
Una tasa de cafe por la mitad.

Y solo un hombre sentado en su respectiva silla, tocando el anillo de su amada mientras la otra tocaba su barbilla.

Un solo hombre que no sabía que había perdido más de lo que pensó.

-¡Conway! ¡Conway! ¡Conway!- Gritos se escucharon afuera de su oficina.

El los ignoró como todos los días que habían pasado.

-No me vuelvan a insistir con lo mismo- Habló mirando entrar a los mismos de siempre, Gustabo y Horacio.
-Conway, es.....- Gustabo trato de explicar pero el solo los callo.

-Que sea la última vez Gustabin- Advirtió.

Horacio lo miro destrozado.

Conway levantó la mirada encontrando a sus dos hijos con el rostro palido lleno de lágrimas.
-¿Que paso?- Pregunté asustado.

Se abrieron los dos hacía los laterales dejando entrar a Volkov y un paramedico.

-¿Que pasa Volkov?- Se levanto de su silla aún con el anillo en la mano.
-Lo sentimos mucho- Habló el paramedico.

Volkov bajo la cabeza derramando una lagrima juntando sus manos atrás de el.

-¿Que?- Pregunté en un hilo de voz.
-Ayer se reporto un choque automovilístico por la noche, hay varías huellas que coinciden con las huellas de su esposa, es problable que sea ella quien falleció- Informó el hombre.
-Lo sentimos- Agregó.

Un escalofrío recorrió todo su cuerpo.
Su cuerpo se contuvo intacto, sin moverse ni expresar ninguna emoción.
En su mente todo se volvio un caos, derramo de ira arrastró con todo un infierno destruyendo todo a la vez.

-No, usted esta equivocado, ella no...- Hablaba entrecortado sintiendo la presión baja.
-No, es que...- Trataba de hablar.

Gustabo y Horacio corrieron hacía mi ayudandome a no colapsar en un hoyo oscuro.

-Esto es imposible ¿Verdad? Ella no puede morir, yo no la puedo dejar ir- Hablaba nervioso dejando ir lágrimas en el abismo.
-Conway, escuchame- Se acercó Volkov.

-No, ustedes estan jugando ¿Donde esta? ¿Donde esta ella?....Jack- Hablaba rapidamente.

Salía de la oficina chocando con todos los muebles aún pidiendo que me dijeran la verdad y dejaran de jugar.

Sentía la presión alta, miles de ataques de tos se hacían presentes invadiendo mi fuerza en correr.

-¡Conway espere! ¡No puede manejar así!- Los chicos corrían atrás de mi.

Lograron adelantarse cuando me vieron caer contra el suelo dejando de respirar.

Mi enfermedad aumentaba cada vez más agotando todo lo bueno que quedaba en mi.

-Conway, por favor- Susurraba Gustabo sin saber que hacer.
-Nosotros lo llevaremos, necesitamos que este relajado- Horacio intentó calmarlo.
-¡Como pides que me calme! ¡La estoy perdiendo! ¡No puedo dejar que se vaya sin que me escuche!- Gritaba desesperado.

-Vamos, no se irá- Gustabo lo cogio de un brazo.
-Por favor Conway- Horacio lo cogio del otro brazo.

Lo llevaron al coche arrancando de el al instante que la ultima puerta se cerraba.

Manejaron a toda velocidad inexplicable ignorando los semaforos; Conway sollozo sujetando el anillo de su amada.

No podia caer, no tenia un amarre de donde colgar.

ʜᴀsᴛᴀ ϙᴜᴇ ʟᴀ ᴍᴜᴇʀᴛᴇ ɴᴏs sᴇᴘᴀʀᴇ  | ᴊᴀᴄᴋ ᴄᴏɴᴡᴀʏ |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora