Innecesariamente oportunos

CAPÍTULO 22

Un buen traje era todo lo que necesitaba para poder estar de mejor forma con Will.
Ya había hecho todos los ajustes... Perfume... Desodorante... Mi hocico olía bien... No me veo desalineado... Y lo último, la corbata que el hijo de Will me acomodo.

- Estás listo. Todo lo que sigue depende de ti. — Había mencionado el cachorro frente a mí quien me seguía observando de arriba a abajo para asegurarse.

- Muchas gracias por esto. Ahora te debo muchas. — Le di mi última sonrisa y ambos habíamos salido del cuarto. La cita y el cumpleaños de Will han comenzado.

Sé que aún teniendo este elegante traje, seguía siendo Smith, un torpe perro pastor alemán que está en un gran conflicto amoroso con personas que le han aportado mucho en su vida.
Esta noche tenía que ser distinta ya que se trata de algo especial que no debo arruinar, pero... Ahí estaba él, con su traje del trabajo, hablando con su hijo menor quien lo sujetaba de brazos y giraba de un lado a otro saliendo de lo que parecía la cocina. Me era muy lindo y a la vez me hacía saber más de él.

- ¡Anciano! ¡Ya he preparado tu postre! — Will giro la cabeza hacia nosotros, levantando una ceja al verme y posteriormente una sonrisa... ¿Acaso me veía bien? ¿O es que tenía algo en el traje?

- Justo a tiempo para comer. — No sabía qué decir pues era "un momento familiar" para ellos y ahora mismo yo sigo siendo un extraño.

Caminamos hasta la cocina aunque al cruzarme con Will esté no paraba de verme en ningún momento. Sentía un escalofrío en todo el cuerpo.

- ¿Pasa algo Will? No dejas de mirarme. ¿Tengo algo que no te gusta? ¿Me puse un traje impor...? — Will de nuevo había reído para luego acariciar mi cabeza. De inmediato supe que mis mejillas estaban rojas por ese acto.

- Me encanta cómo se te ve ese traje Alex. Siempre había visto a un perro informal pero es la primera vez que te veo así y te ves adorable. — Su mano llegó hasta mi oreja quemada que acaricio sin problema alguno... Su gran mano me hacía sentir en el cielo.

- Solamente es un traje hehe no tienes que decir tantas cosas. — Su cola y mi cola se estaban sacudiendo, podía oírlo perfectamente.

- Es por eso que me gusta, porque lo estás usando tú. — Dio unas palmadas en mi nuca. — Vamos a comer que se enfría.

Camine a su lado aunque mis pasos ya no estaban tan bien coordinados. Aquellas caricias me habían dejado en un estado perdido de placer que incluso llegué a chocarme con Will más de una vez, inclusive golpee la mesa por lo perdido que estaba.

- El señor gato no es nada torpe como lo es ese perro extraño. — Esas palabras del pequeño me hicieron apenar y soltar un suspiro para mí. Para mí suerte Mike ya había regañado a Terry por ese comentario.

Todo nos sentamos en la mesa. Terry estaba cerca de Will mientras Mike estaba cerca mío lo cual me hacía sentir relajado.
Sé que la comida fue hecha con anterioridad por Will y era maravilloso. No pude parar de comer y al terminar me quedé aún con hambre por lo delicioso que estaba, aunque la pena me invadía y no me dejaba pedir por más.
También el momento en el que estuve comiendo sólo escuchaba a aquellos tres lobos hablar y bromear entre ellos. No quise meterme en ningún momento, es su momento familiar... Sólo podía reír en silencio aunque Mike había hecho un comentario curioso para mí.

- Papá es más viejo ahora, ¿No lo crees Alex? Se le nota ya los años encima.

- Haha, ¿Hablas en serio? De todos los momentos en los que vi a tu padre, podría jurar que tenía tres o cuatro años más que yo. Si él no me lo hubiera dicho, jamás creería que ya es grande. — Noté que Will decayó un poco por mis palabras aunque aún no había terminado. — Eso no quita el hecho de que sigue siendo el hombre más fuerte que conozco, el más amoroso y sobretodo lleno de sorpresas aunque siempre es tan inesperado que me gusta, realmente me gusta. — Mientras miraba a Will, aproveche que sus hijos estaban distraídos para mover mis labios sin emitir algún ruido y decir "te amo" para él.