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Heeseung siente la música latiendo por sus venas como una caja musical enterrada profundamente en su pecho, bombeando acordes a través de sus vasos sanguíneos. Es tan ensordecedor, pero aún a través de la música y el ruido incesante, puede escuchar el ritmo de los latidos del corazón de Sunoo sobre todo. Lo ha aprendido de memoria. La forma en la que el pecho de Sunoo se expande al inhalar y se encoge al exhalar. Él sabe la forma en que el corazón de Sunoo late cuando estalla en una risa grande y aireada. Heeseung ha estudiado todos los patrones posibles de su ritmo con la mano en ese mismo pecho en las noches de insomnio.

Incluso ahora, mientras sostiene a un Sunoo borracho en el baño, aprecia la forma en que sus respiraciones se sincronizan como si supieran que pertenecen.

Sunoo está sentado en el inodoro con la tapa bajo, el ceño fruncido y los ojos cerrados. El ceño fruncido es un puchero más que nada, y si Heeseung no estuviera tan concentrado en mojar el trapo en sus manos, se inclinaría y lo besaría. Pero Sunoo, como el pobre borracho que es ahora, lo ha confundido con Riki al menos 10 veces en la última media hora y a estas alturas ya se cansó de corregirlo.

—Riki— Sunoo grita al aire, arrastrando las palabras mientras se inclina hacia atrás. —¿Dónde está Heeseung?—

Heeseung retiene la risa que amenaza con escapar de sus labios. Sigue el juego y lo entretiene, escurriendo el trapo húmedo en el fregadero. —Hm, estoy seguro de que estará aquí pronto—.

Eso parece silenciar a Sunoo de momento. Suspira y apoya el resto de su peso en la pared a su lado.

Las luces fuera del baño se están volviendo locas, las sombras bailan en la pequeña rendija debajo de la puerta. Solo de mirar el ritmo rápido al que están cambiando le da dolor de cabeza. Detesta las fiestas como estas más que a nada, pero los exámenes finales habían terminado y Sunoo básicamente lo arrastró de la mano para asistir.

Pero aquí está ahora, en el baño de un desconocido, limpiando la cara de su novio con un trapo frío. Heeseung odia que incluso así, se lo esté pasando bien. Que en cualquier lugar con Sunoo a su lado y sabiendo que sus respiraciones están sincronizadas es un buen momento. Apenas puede ver lo que está haciendo con las luces apagadas, pero está agradecido por la tira de bombillas que rodea el espejo sobre el fregadero.

Heeseung toma asiento en el borde de la pequeña bañera al lado del inodoro. Es algo elevado, por lo que dobla las rodillas hacia adelante y golpea a Sunoo en la rodilla por accidente.

Sunoo reacciona con un quejido y se hunde más en la pared detrás de él.

—Sunoo, vamos. Déjame enfriar tu cara. Tus mejillas están ardiendo.

Se encontró con la visión de su novio mirándolo con ojos desenfocados.

—Pero solo Hee hace eso.

Esta vez, Heeseung no niega a sí mismo la risa que golpea su pecho. —Sí, lo sé— dice y no puede evitar preguntarse qué haría Riki si realmente fuera él aquí. —Pero déjame hacerlo esta vez ya que él no está aquí. ¿Hmm?—

No espera a que el otro encuentre una respuesta en esa mente confusa suya mientras toma su barbilla entre dos dedos, colocando el trapo húmedo en su frente. Sunoo no protesta excepto un pequeño siseo cuando el frío golpea su piel.

Permanece dócil durante los siguientes minutos, y finalmente tararea una canción que suena en el fondo de su mente. Heeseung estalla en una pequeña sonrisa cuando la reconoce. Era la canción que sonaba de fondo en aquella feria la primera vez que se besaron. Lo encontraba tarareando esa canción en momentos aleatorios del día alrededor de su dormitorio e inconscientemente, se unía hasta que sus ojos se encontraban y se echaban a reír. Otras veces, terminaría con Sunoo atrayéndolo en un beso.

fade into you ⸙ heesunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora