One shot

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Eran alrededor de las 2:00 a.m. La avisé a mi esposa que llegaría tarde a casa, por lo anterior me sorprendió, segundos después de abrir la puerta, el impacto de un plato que se hizo pedazos a unos pocos centímetros de mi rostro.

Con sorpresa encontré la imagen de mi esposa. Marjorine Scotch era una dama realmente tranquila, amable... pero en este instante no tendría como comprobarlo, pues tuve que poner a prueba mi condición física cuando empezó a lanzar más vajilla en mi contra.

-¿Qué diablos te pasa, mujer!- dije confundido, mientras tapaba mi rostro con el bolso del trabajo. ¿Quién pensaría que bultoso portafolios iba a servirme para algo más que cargar documentos?

La rubia no amainaba los ataques en contra, lo único que se escuchaba, además de mis constantes cuestionamiento por su extraña actitud era el ruido de la cerámica hecha trizas. Observando discretamente noté que ya no tenía más vajilla a mano, por lo que me acerqué sigilosamente, para evitar más ataques. Seguí sorprendido con la fuerza que le dio la rabia, esos platos eran de loza que había sobrevivido a un terremoto y a la mudanza... no eran fáciles de romper.

Logré acercarme a mi loca esposa quien temblaba, al mismo tiempo que contraía todos sus músculos. Me dio la sensación de estar frente a una bestia salvaje... y muy enfadada. Tragué duro y, sosteniendo sus muñecas para evitar nuevos ataques, consulté con la voz más tranquila que pude intenté iniciar el diálogo.

-¿Qué ocurrió?- consulté. Su rostro continuaba con su mueca de disgusto, pero sus ojos rojos me garantizaban que había llorado mucho. No comprendía que había ocurrido. Cuando salí a trabajar se despidió de mi dulce y cariñosa como siempre. Nos besamos como cada mañana y me deseó una linda jornada. Y ahora me recibe con una lluvia de platos rotos.

Marjorine comenzó a zamarrear los brazos para liberarse. Fruncí mi seño y la reduje contra el suelo. Yo era por mucho más fuerte que mi esposa. Me senté sobre sus piernas para evitar que me pateara y vi en sus ojos la desesperación, impotencia de verse atrapada. Empezó a sollozar. Mi corazón siempre se desintegraba un poco cuando ella lloraba. No podía ver a esa chica de ojos celestes triste, me carcomía el alma.

-¡Marjorine, dime que pasó?- consultó con mi voz quebrada. Si seguía llorando iba a comenzar yo también.

-¿Crees que soy estúpida, verdad?- su mirada seguía derramando lágrimas, pero su voz la escuchaba clara. No pude contestar, ella siguió -¿realmente... pensaste que no lo notaría?-

-¿Qué estas dicien...?-

-Tammy Walmer esta embarazada- soltó seca, mientras sus ojos volvían a lagrimear. Sus labios se contrajeron. Ya no podía hablar correctamente-ella vino hoy- me dijo. Con un además soltó ambos brazos y se tapó el rostro con sus manos. Hice el además de sentarme para luego quedar inerte.

¿Cómo podía ser cierto? Tammy fue mi novia en la secundaria. Nos encontramos en una reunión de la empresa. Anécdotas de la juventud. Un trago. Un roce ligero entre nosotros. Otro trago. Una llave en un motel. Fui débil. Iba a llevarme ese secreto conmigo a la tumba, porque no había sido importante. Fue solo un polvo conmemorativo. ¡Ni siquiera fue tan bueno! ¡Mi esposa es cientos de veces mejor que cualquier amante que haya tenido!

Lentamente mi esposa se levantó del suelo. Me lanzó una prueba de ADN, la cual indicaba que ese niño era definitivamente mi hijo. Luego me lanzó una carta... una citación del juzgado de familia solicitando el divorcio.

-Quiero que te vayas- dijo con su hermosa voz quebrada. Se veía como una muñeca de porcelana, con su vestido blanco almidonado y su cabello suelto. Tanía preparadas dos maletas con mis cosas. -Hablé con Kevin para que te reciba-

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⏰ Última actualización: Mar 07, 2021 ⏰

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Bunny - Perdón y olvidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora