Cap 10: Muéstrame Léonore

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Léonore

El domingo pasó rápido, ya que me puse a estudiar porque desde el viernes que no agarraba un libro.

Matheo no salió de su habitación durante todo el día, solo hablamos 2 veces, la primera fue cuando le pregunté si quería almorzar conmigo y su respuesta fue un seco "No", la segunda fue cuando le fui a pedir un diccionario y su respuesta fue "no tengo ninguno" con un tono molesto.

Definitivamente me estaba evitando pero ¿Qué le pasaba? ¿le había hecho algo?, no servía de nada seguir preguntándome, al fin de cuentas no tendría ninguna respuesta, decidí hacerle la tarea mas fácil así que no volví a hablarle ni a salir de mi habitación en lo que restaba del domingo.

Es lunes, el sueño y el cansancio me está matando porque me mantuve despierta toda la noche con miedo a que la pesadilla se repitiera.

Entré a la primera clase sin ni siquiera saber de qué era, me senté, saqué mi lápiz y mi cuaderno, el profesor entró en la sala y dejó sus cosas sobre su escritorio, el profesor era un hombre que no pasaba de los 40 años, bastante guapo, era alto y se veía fornido, estaba bien cuidado.

—Hola chicos, espero que su fin de semana haya sido de descanso, hoy les traigo algo que podría gustarles. Ya que terminamos la unidad anterior, vamos a dejar en pausa lo que hemos estado aprendiendo para poder ponerlo en práctica, veremos un caso real.

En toda la sala se escucharon cuchicheos y todos se veían emocionados felices, era la primera vez que nos darían un caso real, entendía su emoción.

Estudiaba criminalística forense, lo que significaba que en uno o dos años sería una detective, por así decirlo.

—Ok, me alegra que les guste pero necesito que me escuchen —todo el lugar se quedó en silencio absoluto, con un pequeño control encendió el proyector— hace unos años, en el año 2013, para ser exactos, se encontró a un pequeño niño de unos 5 años muerto con indicios de violación y de maltrato, este caso se cerró en el año 2014, el culpable está pagando lo que hizo en prisión, a pesar de que el caso ya esté cerrado les entregaré los primeros pasos de los policías, el caso no fue público así que si buscan en internet no encontraran nada, y si hacen trampa lo sabré —dijo mientras con el pequeño control cambiaba las fotografías, de la escena del crimen— mientras ustedes vayan descubriendo cosas acertadas les daré las cintas de las declaraciones, les enviare a todos un informe con el caso y todo lo que tengan que saber.

—Profesor —dije levantando la mano, el profesor me miró entonces procedí con lo que iba diciendo— ¿hay alguna razón por la que nos dejen estudiar este caso? la mayoría de las veces los casos son confidenciales, ¿por qué les entregarían este caso a unos estudiantes? sobre todo si no fue público.

—Esa es una excelente pregunta señorita Amato, hice grandes esfuerzos para que nos prestaran el caso, además, es un caso resuelto, no importa si se los presto a unos estudiantes, además de que los va a ayudar a aprender a investigar, estarán aprendiendo a guardar la confidencialidad y tratar el asunto con discreción.

Asentí, esto era algo grande, sería como ser una detective, me emocionaba y me intrigaba.

La clase se basó en preguntas sobre el caso y cosas importantes que era necesario detallar.

Al salir Nora me acorraló en los casilleros— ¿Quién era ese hombre caliente que te sacó de la fiesta el viernes?

—Mi compañero de piso, se llama Matheo, y no es nada de otro mundo, así que no te alteres, y no, él no me va desflorar.

—¿Cómo que no es nada de otro mundo?¿Acaso tu eres ciega? imagínate que un hombre como ese te desflore.

Me subí los lentes de forma exagerada para que se diera cuenta de la estúpida pregunta que había hecho, no era ciega como tal, tampoco mi vista era muy mala pero no quería darle la razón sobre que Matheo es guapísimo y que sería un gusto que él me desflorara.

Ángeles y DemoniosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora