CAP 22

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Los días pasaban mientras el sol caía sobre la tierra granulada todas las noches y regresaba sin falta cada mañana. Para todos, el tiempo pasó; sus vidas continuaron, al igual que sus noches.

                    
Jungkook se encontró en una parada repentina. Los últimos meses habían sido prados de hierba recién cortada y flores frescas, y ahora solo había árboles marchitos y hojas muertas en el suelo... y todo lo que podía hacer era llorar.

                    
Patético, pensó para sí mismo. Era patético. Patético, corriendo detrás de un hombre que nunca lo amó. Patético, corriendo tras un hombre casado. Patético, corriendo detrás de un hombre cuya esposa estaba embarazada. Patético, pues él también era un hombre casado. Patético, era patético ser un hombre como él.

                    
Jungkook miró el callejón frente a él. Parecía un abismo hacia ninguna parte. ¿Por qué estaba él aquí?

                    
Vio algunos hombres pasando junto a él, defendiendo una imagen, un nivel para la sociedad y dejando que se desmoronara cuando se desvanecían entre las grietas de las paredes y el cemento. Jungkook los siguió, buscando un poco de felicidad.

                    
Era como si toda su vida hubiera estado vacío. No se conocía a sí mismo, siempre estaba en un constante estado de confusión. Nunca nada se sintió bien. Nunca nada se sintió del todo satisfactorio. Sentía como si toda su vida hubiera estado viviendo una mentira, hasta que... hasta que se encontró con el fuego ardiente.

                    
El fuego abrasador que lo envolvió con calor en los días más fríos, le mostró la luz y le hizo reconocer y aceptar su propia sombra, ese mismo fuego que ahora había quemado su piel y lo había dejado en cenizas.

                    
Pero aun así, Jungkook no podía dejar de buscar ese calor, ese fuego, esa seguridad, esa felicidad.

                    
Caminó hacia adelante, por el callejón, y luego se detuvo en seco. Vio la pequeña puerta, sabiendo que detrás de ella había un mundo desconocido para la sociedad de Londres. Dio un paso hacia adelante. El hombre que estaba parado frente a la puerta, protegiéndola, lo miró con especulación.

                    
"¿Por qué estás aquí?" Le preguntó.

                    
"Yo-yo m-me gustaría entrar. No pensé que tuviera que traer una identificación de algún tipo." Jungkook dijo suavemente.

                    
El hombre lo miró durante unos segundos y luego abrió la puerta. "No causes problemas." "Entendido, señor." Jungkook asintió y luego caminó hacia el gran pasillo. Un pasillo oscuro y vacío. Aceleró sus pasos, hasta que llegó a la puerta y la abrió, sintiendo que su aliento abandonaba sus labios.

                    
La música animada llenó el lugar, la risas y el baile lo superándolo. El humo de cigarro dejaba nubecillas amontonadas en el techo, y Jungkook se abrió paso a través de ellas, sintiendo un poco de felicidad en su corazón al ver a todos esos hombres riendo entre ellos, alegres, sonriendo. Algunos se besaban, otros se abrazaban, algunos simplemente disfrutaban de la compañía del otro.

                    
Jungkook llegó a la barra. El camarero lo miró y luego sonrió. "Te recuerdo. Viniste con ese guapo rubio, ¿cierto?"

                    
"Sí señor" dijo Jungkook débilmente. El hombre sonrió. "¿Te gustaría algo de beber?" Jungkook asintió ante la pregunta.

                    
"L-lo que sea que sirvan aquí está bien. No estoy muy seguro-" comenzó a decir, pero el hombre le entregó un cóctel. Jungkook le dio una pequeña sonrisa y se dio la vuelta, viendo a dos chicos sentados alrededor de una mesa pequeña, hablando entre ellos. Parecían demasiado jóvenes, de unos 16 años.

                    
"Ah, son unos niños" Dijo el camarero, apoyado en la mesa del bar. "No permitimos que entren niños, pero éstos chicos encontraron el bar por su cuenta, nos suplicaron que los dejáramos entrar. No podía decirles que no. Creo que están enamorados, ¿no es así?" El camarero se rió entre dientes.

                                
                    
Jungkook miró a los chicos. Uno era más pequeño, con los ojos muy abiertos, aprensivo en su naturaleza, tímido. Tenía el cabello castaño claro revuelto. El otro chico era más alto, de pelo negro, le sonreía y le sostenía la mano. El de cabello negro le susurró cosas al más pequeño, suavemente, y el chico sonrió con cautela y se sonrojó.

"Amor joven" dijo Jungkook, con los ojos brillando. "Qué cosa tan hermosa" susurró, con una amargura en su tono que solo podía parecerse a la envidia. Envidia de que nunca llegó a tener algo tan hermoso, y probablemente nunca lo haría.

"Lo dudo. Probablemente se casarán pronto. Se olvidarán el uno del otro. Tendrán hijos y volverán a verse en 20 años, fingiendo que nunca se enamoraron. Así es la vida para nosotros" El cantinero murmuró y Jungkook se quedó quieto.

"¡En vivo esta noche! ¡Champagne Gloss!" Un hombre anunció en voz alta, las luces se atenuaron y todos se callaron. El reflector cayó sobre el escenario.

Jungkook se sintió fascinado cuando vio a Yoongi subir al escenario, con un vestido corto, negro y entallado, cabello corto y negro también, su maquillaje cargado y sus ojos demasiado pintados. Se movía de una manera sensual, imitando casi burlonamente a las mujeres del cine. Jungkook se rió.

Yoongi articuló las palabras de la canción, y Jungkook notó que sus labios rojos no se curvaban en una sonrisa ni una sola vez, lo que lo hacía ver intimidante. Sincronizó sus labios con toda la canción, emocionado y agarrándose al tubo en el medio, incluso girando ligeramente, haciendo que la audiencia vitoreara.

La canción llegó a su fin y Yoongi sonrió a la audiencia. Jungkook pudo ver en sus ojos que en serio amaba lo que hacía.

Yoongi se dio la vuelta y salió del escenario mientras el público aplaudía. Y Jungkook, con su bebida en la mano, caminó detrás del escenario para ir a verlo, yendo hacia su camerino como la última vez. Tocó la puerta.

"No estoy de humor para ver a nadie. Vete." Dijo Yoongi con severidad, con su voz más profunda y grave. Las manos de Jungkook se cerraron en puños con vacilación.

"Soy y-yo, um- Jungkook. E-el chico que conociste con Taehyung" Intentó explicarle, con el corazón acelerado, nervioso. Hubo unos segundos de silencio y luego la puerta se abrió. "Ah, eres tú." Yoongi se rió entre dientes. Su cabello largo había desaparecido, la peluca estaba sobre la mesa cercana, y su cabello negro natural estaba rizado y ligeramente húmedo contra su frente. "Te recuerdo, por supuesto."

"Eso es espléndido. Yo-solo vine a verte. Lo siento si soy inoportuno... Simplemente no sabía-" comenzó a decir Jungkook, y Yoongi frunció el ceño.

"¿Estás bien?" Le preguntó, tomándolo por el codo para llevarlo al interior de la habitación. Yoongi cerró la puerta detrás de él. Jungkook se quedó allí unos segundos y negó con la cabeza.

"Y-yo, Taehyung... Él rompió conmigo. Su esposa está embarazada." Jungkook dijo apenas. No había dicho esas palabras en voz alta a nadie más que a sí mismo.

"¿Él estaba casado?" Preguntó Yoongi, con los ojos muy abiertos. "Dios. Hubiera sido bueno saber eso antes de besarme con él en el baño hace dos años" se burló Yoongi.

Los ojos de Jungkook se abrieron en sorpresa. "¿T-tú qué?"

"Lo siento, eso no fue apropiado. Siéntate." Dijo Yoongi, y Jungkook asintió, viendo un pequeño sofá marrón a un lado. Se sentó y Yoongi se acercó a él y se sentó a su lado. "Dime lo que sucedió,"

"Taehyung... Estuvimos juntos durante tres meses. Sí, estábamos casados cuando nos conocimos, pero-" comenzó a decir, pero Yoongi se rió entre dientes.

            
                    
"No pudiste evitarlo. Nunca estuviste enamorado de tu esposa. Lo encontraste atractivo" Dijo Yoongi, seguro. "¿Que paso después?"

Jungkook parecía un poco confundido, pero continuó de todos modos. "Al principio, era solo sexo. Taehyung me dijo que solo me quería por sexo. Acepté al principio, pero-pero yo-"

"Te enamoraste." Yoongi suspiró, apoyándose en el sofá. Jungkook lo miró. "¿C-cómo lo supiste?"

"Todos hemos pasado por eso, Jungkook" Yoongi se rió y Jungkook se sintió aún más perplejo. Yoongi se sentó y lo miró, sonriendo suavemente. "Oh, qué dulce... Déjame decirte algo" dijo Yoongi suavemente, poniendo su mano sobre la rodilla del chico.

"¿Ves a todos esos hombres ahí dentro?" Dijo Yoongi, haciendo un gesto hacia el exterior de la habitación, de donde llegaban ruidos de risas y charlas. "Puedo jurarte que casi todos se han enamorado de un hombre que simplemente no pueden tener".

Jungkook se quedó helado. "¿P-por qué?" preguntó con voz seca.

"No hay alguna razón. El amor es... lo que es. Es natural. Tu historia, de estar casado, pero enamorarte de otro hombre casado, y luego tener sexo y esconderse de tus esposas, ¡todo el mundo ha hecho eso!" Yoongi se rió entre dientes. "Así es para nosotros".

Jungkook negó con la cabeza. "No lo entiendes... Taehyung- él- él dijo que también sentía eso por mí" explicó, mirándolo de cerca. "Taehyung me dijo que me quería por algo más que solo sexo. Élél dijo que se estaba enamorando de mí".

Yoongi frunció las cejas. Jungkook miró hacia abajo, retrayéndose. "Me llevó a Francia... Me hizo el amor. Lloró cuando quise irme de mi casa por mi esposa. Él-" explicó, sintiendo que las lágrimas se acumulaban en sus ojos e hizo todo lo posible por no dejarlas salir, por no llorar delante de alguien. 

"Está bien" susurró Yoongi, palmeando su rodilla. "Puedes llorar. Lo entiendo."

Jungkook abrió los ojos y su visión se volvió borrosa. "Yo-yo cuidé de él." chilló, jugando con sus dedos. "E-el solía ponerse ansioso y ll-llamarme al amanecer. Yo l-lo tranquilizaba. S-solía llamarme hermoso, su- su cariño. M-me dio esto." Jungkook sollozó, sosteniendo el diamante de su collar entre sus dedos.

"Jungkook" dijo Yoongi con la voz más suave. El chico lo miró con los ojos llenos de lágrimas. "Lo siento, cariño. Ven aquí." Yoongi dijo gentilmente, y Jungkook no estuvo seguro por un momento, pero Yoongi lo tomó y tiró de él hacia sí mismo, sentándolo en su regazo.

"N-no, está-está bien, yo-" comenzó a decir Jungkook, pero luego sintió que el brazo de Yoongi lo rodeaba y susurró; "Shh, está bien. Está bien, puedes llorar. Puedes dejarlo salir".

Jungkook hundió los dientes en su labio inferior y rompió a llorar, cubriéndose la cara con las manos. Yoongi hizo pequeños círculos en su espalda mientras el chico seguía llorando en sus manos.

"Lo-lo siento" dijo Jungkook, sacudiendo la cabeza, con las mejillas húmedas por las lágrimas. "Yo n-no debería agobiarte con-"

"No te preocupes, cariño" dijo Yoongi, su voz enviando un hormigueo por la espalda de Jungkook. "Está bien... Duele. Sé cómo te sientes. También me he enamorado de hombres que me han dejado porque temen al mundo que nos rodea".

Jungkook lo miró sollozando. Yoongi le sonrió y luego le pellizcó la mejilla. "Sabes, creo que serías una mujer hermosa".

Jungkook se mordió el labio. "¿E-en serio lo crees?" Dijo riendo. "Pero por supuesto. Un poco de maquillaje, un lindo cabello, una linda falda" continuó Yoongi, y Jungkook se sonrojó. "Serías hermosa."

            
                    
"E-eso no suena... tan mal" susurró Jungkook, y Yoongi se rió entre dientes, dándole un codazo para que se pusiera de pie. Jungkook lo hizo, y Yoongi puso sus manos en su cintura, guiándolo hacia su propio tocador, sentándolo y haciéndolo mirar hacia el espejo.

"Mírate" susurró Yoongi, apareciendo detrás de Jungkook, sonriendo tiernamente. "Eres hermosa, muñeca" dijo Yoongi, y Jungkook se sonrojó, con los ojos brillando. No dejes que ningún hombre podrido te diga lo contrario.

Jungkook asintió, dándole a Yoongi una pequeña sonrisa a través del espejo.

Regresó allí todas las noches durante la semana siguiente.

Lo hacía sentirse más ligero, un poco mejor, y orgulloso. Jungkook llegó a conocer a todos mucho mejor allí. El camarero, un hombre gay encantador llamado Mark. Jungkook se había vuelto más cercano a Yoongi, observaba todas sus actuaciones y hablaba con él en su camerino.

Un sábado por la tarde, Jungkook terminó temprano con su trabajo y sus tareas para la escuela de derecho, y como todos los días durante la semana pasada, estaba listo para ir al bar secreto a pasar el resto del día. Vestía una camisa y pantalones blancos, queriendo verse sencillo como de costumbre. Sin embargo, no pudo evitar aplicar un poco de rubor en las mejillas.

Salió de su casa, tarareando una canción que Yoongi interpretó la noche anterior en voz baja. Caminó por la acera, dando pequeños saltos con cada uno de sus pasos. Siguió caminando por la concurrida calle comercial. El club estaba bastante lejos, pero a Jungkook no le importó la larga caminata.

Mientras caminaba por los pasillos de las tiendas y demás, vio un hermoso vestido rosa en un maniquí. Lo miró, mordiéndose el labio, luego sacudió la cabeza suavemente y siguió caminando. Pero cuando se dio la vuelta, sintió que su cuerpo se detenía.

Era como si el destino estuviera haciendo aparecer a Taehyung en cada esquina.

Taehyung se quedó allí, mirando por el escaparate de una tienda. Excepto que esta vez, Verónica estaba con él. Jungkook podía verlos, pero ellos no podían verlo a él. Podía distinguir esos hombros anchos y cabello rubio a una milla de distancia.

Era una boutique infantil, una de esas caras que vendían pequeños vestidos con volantes, camisas y pantalones para bebés. Taehyung señaló los vestidos con volantes, y Jungkook vio como Veronica le golpeaba ligeramente el hombro.

Jungkook se tensó cuando vio a Taehyung reír y rodear su cintura con sus brazos. Echó la cabeza hacia atrás y se rió mientras Taehyung la arrastraba hacia la tienda. Ella lo detuvo a mitad de camino y lo miró. Hizo un pequeño puchero y luego le susurró algo. Ella sonrió con cautela y se estiró para besarle los labios, respondiendo algo antes de entrar a la tienda sola.

Jungkook sintió que su estómago se retorcía, que su corazón se oprimía por completo. ¿Por qué siguió mirando? ¿Por qué no pudo apartar la mirada?

Pero, para su sorpresa, en el momento en que Veronica entró a la tienda, toda la postura de Taehyung cayó y se dio la vuelta, mirando hacia el otro lado. Sacó un cigarrillo y lo encendió con una velocidad necesitada que Jungkook nunca antes había notado. Se veía inexpresivo, cansado, la alegría que demostraba con Veronica desvaneciéndose por completo.

Jungkook entonces se dio cuenta de que esa era la tienda donde Taehyung lo besó por primera vez. En ese momento, Jungkook pensó que era horrible, que estaba loco, que era un lunático. Oh, cómo había cambiado todo.

Jungkook lo ignoró y siguió su camino.

Llegó al bar, y esta vez el hombre de las gafas al frente lo dejó entrar con una sonrisa. Jungkook entró y vio a Yoongi sentado junto a la barra antes de correr hacia él.

            
                    
"Yoongi" saludó Jungkook, y el hombre miró hacia arriba. Hoy, Yoongi no tenía maquillaje, no tenía ropa de mujer, nada de eso. Llevaba abrigo, pantalones, camisa y su cabello era su cabello negro natural y suave. "Eres tú mismo hoy".

"Siempre soy yo mismo, muñeca. A veces solo... juego a disfrazarme" Yoongi le guiñó un ojo, sonriendo. "Pero sí, no actúo esta noche. Tenemos otra Drag que me cubrirá hoy".

"¿De verdad?" Preguntó Jungkook, sonriendo. "¿Hay muchas drags por aquí? ¿Quién es?"

"Lo descubrirás. Ven conmigo a mi camerino, cariño. Necesito quitarme el abrigo, hace bastante calor aquí" Yoongi se rió entre dientes y se levantó. Jungkook lo siguió, asintiendo.

Entraron al camerino. Yoongi fue al otro lado para quitarse su abrigo, y luego el dueño del club llegó a discutir algo con él, por lo que salió momentáneamente. Jungkook se quedó solo en la habitación.

Tarareó para sí mismo, girando, mirando el pequeño vestidor. Tenía paredes blancas, pisos alfombrados y maquillaje esparcido sobre el tocador. Se acercó. No tenía idea de que había tantas cosas diferentes para el maquillaje.

Se miró en el espejo. Eres hermoso, bebé-  se estremeció ante esa voz que volvió a aparecer en su cabeza, una voz profunda que pertenecía a Taehyung.

Se sentó en la silla de Yoongi y vio unos pendientes de perlas. Sonrió para sí mismo, sujetándolos en los lóbulos de sus orejas. Rió, moviendo la cabeza un poco de lado a lado, viendo las perlas colgando, tomando después una extraña cosa metálica.

Se lo llevó hacia las pestañas y luego se preguntó para sí mismo. ¿Eso era para sus cejas? O-

"Es para tus pestañas, amor" dijo Yoongi de repente, y Jungkook dejó caer el rizador de pestañas en un instante, volteando la cabeza. Tragó saliva.

"O-oh. Lo siento. Yo-no debí haber tomado tus cosas. Solo estaba-" Jungkook comenzó a balbucear frenéticamente, pero Yoongi se acercó a él y lo giró para mirar al espejo. Yoongi sonrió.

"Mira lo hermoso que te ves con esos aretes" bromeó Yoongi. "Solo puedo imaginar cómo te verías con más. Un collar, maquillaje, un hermoso vestido-"

"¿Q-qué estás-" comenzó a decir Jungkook, poniéndose rojo. "No. Yo-yo no tengo ningún tipo de deseo de lucir como tú. Creo que es maravilloso lo que haces pero-pero no puedo- yo-" comenzó a decir, pero Yoongi le levantó la barbilla.

"Muñeca" susurró Yoongi, y Jungkook tragó saliva. "Si no quisieras, entonces no me mirarías con tanto anhelo todo el tiempo".

La boca de Jungkook se abrió, pero de ella no salió ninguna palabra. Miró hacia abajo, jugando con sus dedos. "S-sería extraño."

"No, por supuesto que no. ¿Quién te juzgaría aquí?" Preguntó Yoongi.

Jungkook vaciló durante unos segundos, volviendo a insistir. "Yo-yo no- no me quedaría tu rop-"

"Claro que si. Tu cintura es más pequeña que la mía, amor." Yoongi se rió disimuladamente y Jungkook lo miró.

"Yoongi, yo-yo no sé como-" comenzó a decir, pero Yoongi gruñó, poniéndose de pie correctamente.

"Amor, puedes decir que no si no quieres. Pero sé que lo haces, sabes que quieres. Te haré lucir hermosa, sabes que lo haré" Susurró Yoongi, acariciando su mejilla.

El corazón de Jungkook golpeó contra su pecho con fuerza, pero luego asintió. "E-está bien." Susurró, y una pequeña sonrisa se extendió por su rostro. "S-si quiero que lo hagas."

"Esa es mi chica" dijo Yoongi con una sonrisa, girando a Jungkook para mirar al espejo, quien tan solo se rió.

No, Jungkook no quería ser mujer. No quería ser Rosie, quería ser como Rosie. Quería ser hermoso, quería usar vestidos y maquillaje y tal vez incluso una peluca, pero todavía seguir siendo un hombre. Eso no desaparecería. Simplemente sería un hombre hermoso y arreglado. Eso era lo que quería.

            
                    
Yoongi comenzó. Le hizo el maquillaje. Hizo algo extraño en sus cejas y luego dibujó unas más delgadas. Se veía extraño. Yoongi le puso una especie de polvo compacto más claro por toda su piel, y luego uno más oscuro en sus pómulos, mandíbula y nariz. Le maquilló los ojos de un bonito rosa y amarillo, poniendo después un color rosado atrevido sobre sus labios y, finalmente, una pequeña pizca de blush en sus mejillas.

Eligió una peluca de cabello negro, corto y rizado y de alguna manera la puso en la cabeza de Jungkook, quien tenía los ojos muy abiertos ante su reflejo. Jungkook se veía... hermoso. Siempre había sido hermoso, pero ahora lo era de una manera distinta. Lo disfrutaba inmensamente.

Yoongi le enseñó un vestido rosa. Jungkook negó con la cabeza con vehemencia, pero Yoongi siguió insistiendo, y Jungkook finalmente se accedió, mordiéndose el labio porque realmente quería ponérselo. Así que lo hizo.

Jungkook se miró en el espejo. Tenía el pelo negro y rizado que le caía hasta los hombros. Sus ojos parecían más grandes de lo habitual, el maquillaje los hacía parecer más redondos. Se veía femenino y el vestido era... algo más. A Jungkook le encantó muchísimo. Le encantó la forma en que se ceñía alrededor de su cintura. Le encantaba cómo se elevaba y giraba cuando daba vueltas. Le encantaba cómo le hacía verse.

"Joder," gruñó Yoongi, mirando a Jungkook. "Te ves mucho más hermosa que yo. ¿Qué he hecho?"

"Gracias" se rió Jungkook, con las mejillas rosadas. "M-me hace sentir muy bien."

"¿Bien? ¡Pareces una mujer de verdad! Realmente me superé a mí mismo," dijo Yoongi cruzando los brazos. "No es mi culpa que tengas la cara de un bebé".

Yoongi tomó una cámara e hizo clic para tomar algunas fotos de Jungkook, a lo que el chico tan solo se rió tímidamente y escondió su rostro. Luego, Yoongi tomó su muñeca.

"Ahora... ahora, necesitas un nombre" Yoongi hizo una mueca y luego tarareó, acariciando su barbilla. "¿Cual podría ser... quizás algo más delicado? Esto es lo que pienso: Nicola Champagne".

"¿Por qué mi apellido tiene que ser Champagne?" Jungkook frunció el ceño. Yoongi se burló.
"Porque soy tu madre, Jungkook. Ahora piensa. Estoy pensando… Cecilia Cham…"

"Moonflower" dijo Jungkook de repente, mirándose al espejo. Todavía llevaba su collar de diamantes y lo acarició con los dedos. Jungkook dejó escapar una suave sonrisa. "Yo-yo quiero que me llamen Moonflower."

"¿Moonflower? Eso es... diferente. Elegante. Supongo que es un poco largo, ¡pero podrías ser una de esas drags con un solo nombre! ¡Moonflower!" Yoongi exclamó, juntando las manos y Jungkook sonrió, mirándolo. .

"Ahora, Moonflower. No puedes hacer esperar al público, ¿cierto?" Preguntó Yoongi, y Jungkook se congeló, abriendo sus ojos mas de lo normal.

"¿¿Qué??" Jungkook gritó, alejándose. "¡No-no puedo- no sé hacerlo! ¡No puedo actuar, Yoongi!"

"¿Por qué no? Será lindo. Serás diferente. Tú-" comenzó Yoongi, pero Jungkook negó con la cabeza y se dio la vuelta.

"N-no, por favor. No puedo dejar que nadie me vea así. Lo siento. No estoy listo para eso- Dudo que alguna vez lo esté." Jungkook chilló con miedo. Yoongi hizo una pausa.

"O-oh. Está bien, cariño. No te forzaré. Está bien, puedes ser mi muñeca bonita" Dijo Yoongi, y Jungkook suspiró, sus ansiosos pensamientos se desvanecieron. Yoongi se acercó a Jungkook y le besó la frente. "Moonflower."

"Esa soy yo," le susurró Jungkook, mirando su reflejo una vez más. Moonflower.

Cinco días después, Jungkook se encontraba en paz.

            
                    
Tal vez había una oportunidad de seguir adelante y encontrar la felicidad.

Pensó que estaría bien. La semana anterior y la anterior a esa, todo había ido tan bien, tan espléndidamente bien, porque Taehyung no estaba allí.

De hecho, su ausencia ayudó a Jungkook.

Estaba en su escritorio en el bufete de abogados, garabateando un dibujo de si mismo con su vestido y cabello negro en un pequeño trozo de papel. Moonflower, escribió encima. Jungkook sonrió ante su dibujo y luego sintió un golpe en su escritorio.

"Necesito ver al Sr. Adams."

"Está almorzando ahora mismo, señor-" comenzó a decir Jungkook, levantando la cabeza. En el momento en que lo hizo, sus hombros cayeron. "¿Taehyung?"

Taehyung lo miró, vestido lujosamente con un traje marrón, su cabello rubio peinado hacia atrás. Taehyung miró hacia otro lado. "Estoy aquí para ver al Sr. Adams. La mujer de abajo dijo que primero tenía que hablar con su asistente".

Jungkook desvió la mirada. "Bueno, el Sr. Adams está almorzando." Jungkook resopló, con las piernas y los brazos cruzados. Taehyung levantó una ceja, burlón.

"Tengo una agenda muy ocupada, Jungkook. Me tomé un tiempo de mi propio día para estar aquí, para reunirme con el Sr. Adams para el acuerdo. Así que si pudieras ser profesional por un minuto y decirle al Sr. Adams que termine su maldito almuerzo y se reuna conmigo aquí ". Taehyung espetó.

Jungkook hizo una pausa y lo miró. Agachó la cabeza y miró unos papeles, encontrando su agenda. "Tu nombre no está escrito aquí en ninguna parte".

Taehyung pareció molestarse, mirando después su grueso reloj en su muñeca por un segundo, regresando a mirar a Jungkook. "Mi asistente llamó la semana pasada para esto".

Jungkook asintió. "Ella dijo que la reunión estaba programada para el próximo jueves-"

"¿Por qué sería para el próximo jueves cuando se supone que el acuerdo se entregará esta noche?" Taehyung espetó, con las cejas fruncidas y los ojos oscurecidos.

Jungkook guardó silencio durante unos segundos y luego miró hacia arriba. "No has dormido bien."

Taehyung pareció desconcertado por esta declaración repentina pero mantuvo su postura firme. "¿Qué?"

"Tú" dijo Jungkook, mirándolo desde donde estaba sentado detrás del escritorio. "No has dormido bien en una semana más o menos, ¿cierto?" le preguntó suavemente.

Taehyung se mantuvo en silencio por unos segundos, sin hablar, sin palabras saliendo de su boca. Jungkook asintió. "Tus manos están temblando, Taehyung."

"Jungkook," Taehyung dijo, metiendo sus manos en sus bolsillos. "¿Podrías llamar al señor Adams por el maldito...?"

"Eres grosero con todos los que trabajan a un nivel inferior al tuyo" Jungkook expresó, mirando hacia abajo. "No me hables de esa manera. No te lo permito." Jungkook dijo, severo. Quizás había estado conviviendo con Yoongi demasiado tiempo.

Taehyung no sabía cómo responder. Jungkook le devolvió la mirada. "Has estado tomando tu medicina para la ansiedad de nuevo, ¿no es así? Nunca puedes dormir bien después de tomarlas, Taehyung. Tus manos siempre tiemblan después-"

"Jungkook" dijo Taehyung en voz baja. "Cállate."

"Es por el embarazo, ¿no es asi?" Preguntó Jungkook, sin rodeos, sintiendo la necesidad de lastimar a Taehyung a través de sus palabras. "Veronica no debería estar cargando con tanto estrés, Dios, no. Eso no es bueno para el bebé. Supongo que has estado trabajando más de lo habitual. Y, por supuesto, el hecho de que realmente no quieres a ese niño que poco a poco crece, ¿no es asi? Oh, y la culpa y el arrepentimiento que debes tener porque me dejaste por ella y el niño y- "

"Cállate la puta boca," gruñó Taehyung, y Jungkook se estremeció ante su voz. Jungkook lo miró con timidez, viendo los ojos de Taehyung muy abiertos, su expresión débil.

"Yo no-" Taehyung comenzó a decir temblorosamente. "No me arrepiento de dejarte."

"Por supuesto que sí" susurró Jungkook, tratando de no dejar que las palabras de Taehyung lo afectaran. "Te arrepientes cada minuto. Desearías no haberme dejado nunca. Desearías poder cogerme de nuevo. Desearías nunca volver a cogerte a Veronica-"

"Jungkook," Taehyung dijo, parecíendo horrorizado. "¿Que pasa contigo?" Taehyung preguntó, tenso.

Jungkook se levantó de su asiento y se acercó a Taehyung. "Mi problema" comenzó a decir suavemente "Es que no pensaste ni por un maldito segundo antes de dejarme, como si no fuera más que mierda debajo de tu zapato-"

"Estaba siendo realista. Si no puedes vivir en el mundo real, entonces no me culpes por ello". Taehyung murmuró y luego se giró para caminar de regreso al edificio. Jungkook se rió y se dio la vuelta.

"¿Realista?" exhaló. "Taehyung, ¿qué te pasó?" Preguntó. Taehyung detuvo sus pasos.

"¿No fuiste tú quien me dijo que persiguiera mis vicios y que los convirtiera en mis virtudes? ¿Que me aferrara a mis esperanzas y sueños hasta hacerlos realidad? ¿No fuiste tú quien comenzó una puta relación con un hombre?" Dijo Jungkook, sus palabras en voz baja, pero tan cortantes como un cuchillo.

Taehyung enfrentó a Jungkook de espaldas. No dijo nada, pero Jungkook supo lo que estaba pensando. Entonces Jungkook lo expresó en voz alta. Caminó delante de él para mirarlo y luego vió sus ojos, que estaban mirando hacia abajo. "Kim Taehyung, no eres más que un fracaso del hombre que alguna vez intentaste ser" susurró.

Taehyung se tensó. "Eres un mentiroso, eres débil, eres patético, Taehyung," soltó Jungkook, su propio corazón apretándose ante sus palabras. "Creaste un personaje. Fingiste ser este joven confiado, seductor y directo cuando no eres diferente a todos los demás" dijo Jungkook, sacudiendo la cabeza.

Taehyung lo miró, sus ojos estaban llenos de lágrimas. "Lo sé." Taehyung soltó en un débil susurro.

"Lo sabes." Jungkook asintió con la cabeza, sus propios ojos cerca de dejar que su amor por el hombre dejara caer sus lágrimas. "Entonces sabes cuál es la verdad", agregó. "P-porque, la verdad es, Taehyung- que estaba equivocado. Estaba equivocado cuando te vi ese día. En lo que dije... Que estarías bien, y yo nunca lo estaré. Es-es realmente todo lo contrario, ¿no es así?"

"Me divorciaré de Rosie. Encontraré otro hombre, uno que esté dispuesto a amarme y valorarme.
Haré lo que amo. Seguiré adelante" espetó Jungkook. "¿Pero tu?" se rió débilmente. "¿Tú, Taehyung? Estarás atrapado en un matrimonio con una mujer que no amas, con un hijo que nunca quisiste, enamorado de un hombre que nunca tendrás".

Taehyung dejó escapar un suspiro, y Jungkook vio las lágrimas rodando por su rostro. Pasó junto a él, y salió del edificio lo más rápido que pudo.

Jungkook se dio la vuelta para mirarlo, sus propios ojos brillando por las lágrimas. Taehyung estaba temblando, y Jungkook sabía que el hombre podría estar al borde de otro ataque de ansiedad por lo vulnerable y dolido que se veía por sus palabras.

Porque Jungkook tenía razón.








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