No Fue Mi Intención - FATE: la Saga Winx (Sky De Eraklion)

capítulo 22: Roto

Narra Ángel

Era extraño. Volver a Alfea. Volver a pasar por esa gran puerta. Lo único que quería en ese momento era ver a Sky y a mi hermana. Pero era muy pronto. No estaba preparada para entrar.

Camine por los alrededores, dentro de la barrera por supuesto. Sonreí cuando vi el círculo de piedras que utilizaban las hadas para sus clases.

Todo estaba tan tranquilo, lo único que escuchaba eran mis pisadas y el agua de la cascada que había detrás.

Me escondí detrás de una de las grandes piedras cuando escuché unas pisadas acercarse.

Me asomé un poco. Era Bloom, estaba de espaldas a mi, así que no podía ver lo que hacía.

- ¿Aquí quedáis los cerebritos? - me alegré al escuchar la voz de Sky, tenía muchas ganas de verlo.

- hay mucho, ruidos en mi cuarto - dijo la pelirroja.

- ¿Que es eso?

- esto es un libro... me preocupa que nunca hayas visto ninguno - estaba clarísimo, ocultaba algo.

- no quiero hacer esto, Bloom. No quiero que nos mintamos ni que juguemos más.

- no estoy jugando - vi como la pelirroja se cruzaba de brazos.

- Silva me pidió que te vigilara... A ti y a Ángel. - bajé la mirada, eso sí que no me lo esperaba. Apoyé mi espalda contra la roca y me limité a escuchar.

- le dije que estaba loco, que no estaba pasando nada raro, que solo estabas frustrada y querías respuestas y...

- ¿Has estado espiándome? - interrumpió Bloom. - hiciste lo que te dijo sin más.

- me dio una orden.

- que podría haber dado a cualquiera, pero se aprovechó de nuestra... nuestra amistad... Pero yo soy la mala, ¿Verdad? - hubo un silencio, con algunos ruidos después.

- ¿Que es esto, Bloom? Intento estar de tu parte, pero me lo estás poniendo muy difícil... Bloom, puedes confiar en mí.

- eso no lo tengo tan claro, pero quizá pueda convencerte de que lo que hago está bien... empezemos por esto, ¿Has oído hablar de Asterdeal?

Bloom empezó a narrar, una terrible historia, de como Silva, Dowling y Harvey destruyeron un pueblo lleno de gente inocente solo para destruir a los quemados.

Pero a mí eso no me interesaba. En mi cabeza seguía rondando lo que había dicho Sky, que Silva le pidió que me vigilara.

- he vivido en Alfea toda mi vida - dijo Sky cuando la pelirroja terminó de narrar. - Silva me crió.

- vi Asterdeal con mis propios ojos.

- él no ayudaría a masacrar a un pueblo.

- ¿Aunque creyera que está matando quemados? ¿Aunque pensará que salvaría más vidas en el futuro? - hubo otro silencio - no creo que Dowling y Silva sean malos, Sky. Creen que están protegiendo este sitio, pero también a si mismos... Así que lo que pasara ese día, sea cual sea la verdad, no van a contármelo.

- se lo que es, no conocer a tus padres.

- al menos a ti te crió alguien que los conoció. Escuchaste historias, viste fotos... - otro silencio.

- ¿T-tienes frío? Ponte mi chaqueta - me levanté del suelo y me asomé un poco, Sky se estaba bajando la cremallera de la chaqueta

- no te molestes, soy, un hada de fuego - dijo cuando estaba a punto de entregársela.

Si. Tenía celos.

- es cierto, porque nunca necesitas la ayuda de nadie - dijo Sky mientras Bloom sacaba una botella de su mochila  y él volvía a ponerse la chaqueta.

- parte de mi encanto - dijo entregándole la botella.

- un encanto frustrante - dijo Sky quitando el tapón.

- porque te gusta arreglar a la gente y yo no lo necesito. - Sky bebió de la botella.

- pues sí, ¿Que te esperabas? Soy hijo de un héroe de guerra de Alfea, he oído más historias sobre Andreas de las que puedo contar. Es como si siguiera vivo.

Lo está, Sky, lo está, y no sabes lo que me gustaría poder decírtelo.

- pero no, es solo un ideal, ¿Sabes lo duro que es estar a su altura?... Incluso Silva, es como si, interpretara un papel con el sentido del deber... Cuando lo único que quiero... - dejó la frase en el aire incapaz de seguir.

- hey, Sky - Bloom puso una mano en su hombro.

- ayudo a la gente, porque tengo que hacerlo, porque es lo que se espera. Porque así, no tengo que pararme a pensar en lo jodidamente roto que estoy - Sky se acercó demasiado a Bloom y pasó uno de sus rojizos mechones por detrás de su oreja... Eso no me gustó nada.

- Sky...

- lo estamos todos, Bloom, y también hay encanto en eso.

Salí de detrás de la piedra sin creer lo que estaban viendo mis ojos. Se estaban besando, eso fue la gota que colmó el vaso.

Cuando se separaron, la primera en verme fue Bloom, la cual abrió los ojos como platos y se apartó hacia atrás asustada. Ni que hubiera visto un fantasma.

- ¿Que pasa? - dijo Sky, Bloom levantó la mano y me señaló, Sky se dio la vuelta.

- que rápido olvidas - dije seria, aunque sabía que mis ojos tenían lágrimas

- Ángel, estás viva - Sky intentó seguir hablando pero empezó a tambalearse - ¿Que me pasa? - acabó desplomándose en el suelo. Miré a Bloom.

- lo siento, t-tengo que irme - después de eso cogió un libro y un cacharro de metal y salió corriendo.

Me acerqué al cuerpo desmayado de Sky, me senté a su lado apoyando mi espalda contra la piedra central del círculo.

Me quedé sentada y en silencio, dejando que las lágrimas resbalara a sus anchas por mis mejillas. Solo observaba a Sky, cada rasgo de su cara, la ropa que llevaba, el peinado de su pelo... Todo.

No sé cuánto tiempo estuve ahí, creo que alrededor de una hora, más o menos. En fin, hasta que Sky se decidió a despertar.

Se incorporó entre quejidos, yo le miraba neutra, en mis mejillas ya solo quedaba el rastro seco de las gotas.

- Ángel, creí que estabas muerta, yo... - los ojos de Sky se aguaban pero no le dejé continuar.

- no quiero tus explicaciones, Sky... Lo entiendo, prácticamente vivo con una empatica, algo se me tiene que haber pegado... Estabas dolido, y triste, solo necesitabas consuelo, y por suerte para ti, Bloom estaba cerca. - sonreí levemente al decir el nombre de la pelirroja, luego volví a mi cara seria y despreocupada. - al final, yo siempre tengo razón. Soy una mera espectadora y tú y Bloom sois los protagonistas...

- no, te equivocas...

- Sky - le interrumpí - yo nunca, me equivoco. - esperé unos segundos antes de seguir hablando. - ¿Sabes? Antes aún había un pequeño trozo de mi corazón en pié, uno que seguía resistiéndose a caer, era ese trozo que latía por ti... Pero ya no está, te lo has cargado, has terminado el trabajo que otro empezó. - esperé - he escuchado lo que le has dicho a Bloom. Ella, no sabe quiénes son sus padres. Tú, no conociste a tu padre. Y yo, yo mate a mi madre - Sky me miró entre triste, confundido y sorprendido - antes, de eso, mate a mi exnovio, justo después de que rompiera conmigo.

- ¿Vas a matarme?

- no - dije simple - aunque sea difícil de creer, controlo mi magia. Y no estoy enfadada... Ni triste, ni feliz, ni tranquila, ni nada... No siento absolutamente nada. - me levanté del suelo sacudiendo mis pantalones. - y es tu culpa.

Me marché. Simplemente.