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Hisoka caminaba a paso lento mientras buscaba en el paisaje como entretenerse.
— Illu~– llamó a su contrario al no encontrar nada llamativo frente a él.
— ¿hmm?— contestó el pelinegro sin voltear a verlo.
— ¿Aún falta mucho?
— No, pero igual no hay prisa.
Caminaron un poco más y el pelinegro llegó al vehículo que los estaba esperando, el mayordomo que trajo el auto se bajó enseguida dándole paso a su dueño.
— Pensé que iríamos caminando, Illu.
— No había necesidad, Hisoka.
Hisoka se metió al auto sin más que decir, sentándose junto a Illumi, siendo el copiloto.
— ¿Sabes conducir?
— Sí.
— Bien, confiaré mi vida a ti~
— Okay.
“¡Mala idea! ¡Fue mi error!.” Eran las únicas frases que se venían a la mente de Hisoka mientras se aferraba al asiento del carro.
Quedaba claro que el pelinegro conducía horrible, lo peor era confiarle un auto u otro medio de transporte. Al carecer de emociones fuertes, conducir de está manera le parecía totalmente razonable, si no fuera por el mago que estaba a su lado aferrándose con fuerza al asiento, nisiquiera tomaría en cuenta sus carentes dotes al manejar.
Después de 20 minutos, que fueron eternos para el acompañante de el pelinegro, se bajaron en la gran mansión la cuál sería su trabajo el día de hoy.
Hisoka bajó primero, y se tambaleó un poco en cuanto sus pies tocaron el suelo.
— Illu.– Llamó el pelirrojo.
— ¿Si?
— Manejas horrible.
— Pero el carro está intacto y tú estás bien.
— Si, eso no quita que casi me matas en cada vuelta y tope por el que pasábamos.
El pelirrojo estaba acomodando su cabello, aretes y principalmente su saco, buscando verse presentable después de tantos golpes que se dió en el auto.
— Hisoka, te ves bien. Entremos ya.
— Okay, vamos.– El mago sin ninguna otra palabra que decir, tomó a Illumi por el brazo y lo juntó a él, entraron a la enorme mansión como si fueran una pareja, y claramente a este punto todos intuían que lo eran.
La música clásica invadió los oídos de ambos asesinos, cuyas presas eran todos en esa enorme fiesta.
Las mujeres bailaban al son de la música, contando sus pasos en sucesión, pegadas a los hombres que hacían la misma acción. Daban vueltas en su mismo eje, y se separaban para cambiar de pareja.
Por otro lado el pelinegro fue rápidamente a la mesa donde se encontraba la comida y por ende las bebidas, tomó una de las copas sin saber lo que bebía.
— Esto es muy elegante, Illu.
— Es una fiesta como cualquier otra.
— Puede que sí, ¿empezamos ya?
— No, tenemos que esperar un poco, debemos asegurarnos que nadie entre después.
Tanto el pelinegro como su acompañante, estaban tomando de las copas, esperando el momento adecuado para proseguir con el trabajo asignado.
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𝑫𝒐𝒏'𝒕 𝒍𝒆𝒂𝒗𝒆 𝒎𝒆 | 𝑯𝒊𝒔𝒐𝒊𝒍𝒍𝒖
Fanfiction"Hisoka, si esto es el amor, yo no lo quiero. Me duele, y no me gusta. Por favor, no me dejes." Hiii, está historia no contiene spoilers de el anime o manga, en caso de hacerlo lo pondré en el capítulo correspondiente. 💗: Los personajes no me pert...