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2 de Enero

7:00 am

—¿No es un hermoso día?—talle mis ojos ligeramente—es su cumpleaños, ¿No esta feliz?

—Estoy despierta desde las 6:00 de la mañana y mi asignación es hasta las 6:00 de la tarde, son doce horas de diferencia, pude haber dormido más—me quejé

—Bueno, si lo plantea de ese modo no es muy emocionante—bostece—pero son ordenes del primer ministro

—Crei que yo daba las ordenes

—Alguien debe recordarselo—asentí dandole la razón—bueno, su baño esta listo, puede entrar cuando quiera

—Gracias señorita Solano

—No hay por que, alteza—me sonrío

Me levante de la cama directo al cuarto de baño para poder comenzar mi día con un buen baño que me hiciera despertar completamente. Cuando termine salí con mi bata puesta y comencé a desayunar lo que el servicio me había traído mientras miraba mis redes sociales, las cuales estaban plagadas de felicitaciones y mensajes de diferentes partes del mundo. Mire que la cuenta oficial del palacio habia hecho una publicación sobre mi cumpleaños la cual estaba acompañada de una foto de cuando estaba pequeña.

Sonreí y entre a mi cuenta de Netflix para poder ver una película mientras desayunaba. Al terminar, el servicio recogió mis platos y yo decidí bajar a ver cómo iba la decoración del gran salon, aunque otras cuatro personas habian tenido la misma idea que yo.

—¿Que hacen todas aqui?—pregunte cuando vi a mis hermanas, mi madre y a mi mejor amiga mirando al personal trabajar

—Estamos revisando que todo este en orden—mi madre contesto mi pregunta

—¿Por qué?, el personal no dejara que nada este fuera de lugar, no es la primera vez que hacen algo como ésto

—¿Te molesta que hagamos esto?—mire a una de mis hermanas

—Olvidalo—dije—¿Entonces como van?

—Va todo bien—mi hermana mayor respondió a mi pregunta—terminaran pronto, como tú lo dices, no es la primera vez que hacen algo como esto

—Olvidaba que tú eras la unica que sabía de todo esto

—Ventajas de ser la hija mayor—entrecerré los ojos

—Esto es emocionante, ya quiero ver tu corona—dirigí mi mirada a mi mejor amiga

—Correccion, sera una de las tantas tiaras del joyero real, no puedo utilizar una corona hasta no ser proclamada reina—bufo

—Nunca dejaras de ser una aguafiestas, lamento la vida de tus futuros hijos

—¿Auch?—la mire confundida

—Si, auch—Carolina la apoyo

Con esas hermanas para que enemigas.

4:30 pm

Regrese a mi habitación luego de estar un rato con mis hermanas y mi madre para poder comenzar a arreglarme. Mire mi vestido colgando de un gancho y suspire intentando resignarme de que esta seria una larga hora y media.

—¿Esta lista?

—No mucho pero ya no hay vuelta atras—me sente en la silla

—Haremos que esta hora y media sea entretenida—me miro a traves del espejo y le indico a la otra doncella que dejara pasar a las estilistas—solo relajese

—Lo intentare

El peinado y maquillaje fueron cosas simples, algo de lo que estaba acostumbrada, pero al llegar a la parte del vestido comencé a sentirme nerviosa, eso solo significaba que quedaba poco tiempo para el gran momento, si asi me sentia ahora, no se cómo me sentiré el día de mi coronación.

—Hemos terminado—solte el aire retenido—¿Esta preparada para verse?

—Eso creo—murmure

—Chicas—les indicó a las demas que giraran el espejo

Alce la mirada y me mire al espejo, todo fue un pequeño shock, los guantes, el vestido, mi peinado, aquella banda con aquellas medallas que representaban todos esos títulos que iba a aceptar hoy, era impresionante.

—¿Como se siente?

—No voy a mentirte, me siento como si no fuera yo esa chica a la que estoy mirando

—Pero lo es, alteza, usted es esta chica que mira por el espejo, una princesa que está a punto de aceptar lo que le corresponde

—Esa soy yo—sonrío

—Debe irse, sus guardaespaldas la escoltaran hasta el salon del trono—la mire

—Por supuesto

Sali de mi habitación y miré a ambos chicos frente a mi puerta haciendo una reverencia y preparados para acompañarme. Aunque antes de llegar a nuestro destino tenia que reunirme con el primer ministro y el secretario privado

—Alteza—ambos hicieron una reverencia

—Primer ministro, señor Gutierrez—los saludé

—Queremos informarle sobre el orden que llevaremos durante el evento de esta noche—el primer ministro miro al secretario privado para que comenzara a hablar

—Su asignación se llevará en el salon del trono frente a los invitados pertenecientes a la nobleza, el arzobispo de México presidirá la ceremonía donde usted prometerá y jurará, lealtad y compromiso hacia su pueblo—asentí archivando toda la información—seguido de esto, usted tomará el cáliz real mientras el arzobispo recita las palabras que  la reconocerán como princesa y heredera al trono mexicano, al terminar devolverá el cáliz y tomara asiento en su trono, dando por terminada la ceremonia y daremos paso a la recepción

—¿Entiende lo que le decimos?

—Al pie de la letra—respondí

Era como si los ensayos previos a este día no hubiesen existido, jamás creí que empezaría el año de aquella manera tan exhausta.

—Es hora alteza, debemos ir al salon del trono—asentí

Si no era suficiente con tener que ser escoltada por dos guardaespaldas, pues ahora tenía a dos de los hombres mas importantes del gobierno a cada lado. Al llegar a la puerta del salón mire a los chicos colocarse a cada lado de la puerta mientras que el primer ministro y el secretario privado me daban las ultimas indicaciones. Solo tenia que esperar unos minutos antes de entrar. Habia llegado la hora y me encontraba lo siguiente de nerviosa, sentia que podía desmayarme en cualquier momento.

Eres fuerte Emma, eres la princesa, nunca olvides eso...

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