Prólogo

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No me lo puedo creer, no me  puedo creer que haya pasado de nivel en el baile, haber, no es que sea mala, si no que este año no me esforcé tanto como en los otros. Por un lado el pase de nivel es bueno, y por otro es malo, es bueno porque ahora podré aprender más cosas para graduarme y sacar mi título de bailarina profesional y es malo porque ahora me debo de cambiar de escuela, debo dejar a todos mis amigos atrás, a mi familia, a mi antigua escuela y no estoy de acuerdo con eso porque no quiero olvidarlos. Pero por suerte no pase de nivel, mi mejor amiga de el baile cuyo nombre es Mayli también paso, y no voy a estar sola, menos mal.

(...)

Primer día de curso en mi nueva escuela, estoy un poco nerviosa, estoy esperando a que llegue el autobús para irme a estudiar a otro estado, en la nueva escuela van a estar los alumnos que subieron de nivel el año pasado, espero no encontrármelo a el. Me subí en el autobús y Meah me hizo señas para que me sentará junto a ella.
—¿Estás nerviosa?—me pregunta ella con mucho entusiasmo.
—No qué va, por supuesto que estoy nerviosa, de tan solo pensar en una nueva escuela se me eriza la piel—de verdad que estaba nerviosa, las manos en mi regazo me sudan y están temblorosas
—¿Cómo estoy?—me pregunta refiriéndose a su maquillaje, su ropa, su peinado y esas cosas. Mayli es una chica muy bonita, aunque no tiene un buen cuerpo porque hay que aceptarlo, Mayli estaba plana y tenia su cara llena de acné, no se porque no se cuido pero aun así es muy bonita y eso sin contar su largo pelo rubio. Tiene un maquillaje que parece profesional y lleva puesto unos jeans ajustados con una franela negra que dice Nike en el frente haciendo contraste son su blanca piel.
—Estás perfecta, siempre lo estás.

Seguimos nuestro camino hasta que llegamos a la escuela. Es un instituto privado para bailarines desde los 6 años hasta los 25. Nos bajamos del autobús y nos dirigimos a la entrada donde la directora nos recibió dando su típico discurso de bienvenida a los alumnos nuevos y nos dió el primer día libre para organizar las cosas, familiarizarnos con la institución y esas cosas. Me dirigí a mi habitación la cual está al lado de la de Mayli, es un alivio que nos pusieran cerca, si no, no se a quien le contaría mis crisis existenciales. La noche cayo y yo terminé de acomodar mis cosas y salí a la recreación de la noche, bajamos al pequeño patio del instituto y yo iba en mi mundo, observando la bella decoración del lugar y entonces tropecé, claro, yo no soy yo si no tropiezo, pensé que iba a tocar el suelo pero no, antes de que lo rozara me veo envuelta en unos fuertes brazos, no puede ser, no puedo creer que lo este viendo
—Tú.

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Vallan al siguente capítulo.

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