Querido sol:
Los colores aquí son distintos,
estos paisajes y flores jamás los he visto,
la luz es cegadora, pero tolerable,
Han pasado tres días y dos noches,
¿Es lunes?, ¿es domingo?, no lo sé.
Camino sin rumbo, sin saber porque,
en mi mochila cargo cartas y buenos deseos,
seguiré sin esperanza, sin miedo,
el aire susurra millones de voces.
¿Sigues ahí?, eso espero,
Las estrellas bailan en mi nombre,
La niebla aparece, es densa y asfixiante,
Se empieza a sentir que el aire desaparece,
Pero sigo, sigo adelante.
La niebla huye cual presa
Veo el horizonte, ¿volveré por la mañana?
A lo lejos, ciudades en ruina, desoladas,
Las antorchas están encendidas,
humo rojo sale de sus entrañas.
Sigo observando, hay sombras gritando,
las llamas no cesan, y no parecen hacerlo,
y es aquí donde las flores reinan, continuare,
esperare hasta encontrar lo prometido.
Mi tiempo sigue
¡tengo frio!, ¿puedes oír?
ahora las flores susurran mi nombre,
como rezos, rezos que me llegan
entran en mi piel muerta,
las estrellas lloran mi ausencia.
De las mil batallas logradas, esta es mi última,
empieza a anochecer,
espero y duermas bien.
Algún día nos encontraremos de nuevo
lo prometo.