El agua cristalina del río rodeaba su pequeña figura, recorria su piel dándole un sentimiento relajante, que no podía disfrutar como quería dadas las circunstancias.
El pequeño de peculiar cabello verde, al igual que sus ojos y pecas, llacia sentado en el riachuelo, mirando con suma atención sus manos, como si estuviera viendo algo increíble.
_Oye Izuku, deja de perder el tiempo y levántate!_expresó un niño pelicenizo de ojos rojos_.ya es tarde y la vieja bruja hará un escándalo si no nos apuramos.
El ahora nombrado Izuku, levantó su cabeza y posó sus ojos en los del contrario, quien se alzaba frente a él con una mueca molesta en sus lindas facciones.
Mostrando una expresión confundida, el peliverde desvió la vista a su alrededor, ignorando lo anterior dicho por su acompañante.
_Oy, no me ignores!_gritó el ojirojo.
De nuevo, no obtuvo respuesta; el contrario pasaba su vista de forma esporádica por el entorno, con expresión perdida. El cenizo mostró por una vez una mirada preocupada, su amigo se comportaba de forma extraña, jamás había visto esos ojos tan distantes, tan lastimados, tan... tristes, es como si llorara... se puede llorar sin lágrimas?, La respuesta es sí, acaba de confirmarlo, y no le gusta para nada la punzada en el pecho que se lo confirmaba. Si fuera otra persona no le importaría una mierda, pero se trata de su amigo el pecoso, la persona más buena que a conocido, alguien que siempre sonríe, y llora por todo.
Se acercó y tomó torpemente las mejillas del otro, el rojo y el verde hicieron contacto. El primero intentando ser amable, algo que él mismo sabe se le da terrible.
_Deja de hacer esa cara_"duele cuando lo haces"_si es por los chocolates que se te perdieron, yo me los comí_con nerviosismo soltó la cara del contrario que lo veía desconcertado, y tomó las manos en su regazo para ayudarlo a levantarse, "no es bueno que esté tanto tiempo dentro del agua", ignoró el hecho de que él también lo estaba_te compraré otros, así que no te pongas triste_.
El de pecas lo miro de forma divertida, "porqué", pensó desconcertado. Pero no tuvo tiempo para encontrar una respuesta, cuando el otro asintió y se formó una sonrisa en su rostro, pero cómo explicarlo, era la sonrisa más bonita que había visto en toda su jodida vida; el calor se extendió por su rostro, pero no le tomó importancia, era verano, así que le hecho la culpa al maldito sol que se ocultaba inofensivamente, y que hacía lucir como un ángel a su amigo. Sin aguantar un minuto más el revoltijo que se comenzaba a instalar en su estómago, arrastró al otro, comenzando a caminar, saliendo al fin del pequeño río.
Se encaminó junto a Izuku, al departamento de éste último, su madre le había avisado que hoy estaría junto a la tía Inko, la progenitora del peliverde, probablemente chismeando.
Era algo ya cotidiano, así que no tardaron mucho en llegar, se estiró para tocar el timbre, porque por más grosero que sea, a la tía Inko se le respeta, no hay mujer más amable que ella, suspiró internamente, que quisiera que la vieja bruja aprendiera tan siquiera una fracción de la palabra "amabilidad", pero bueno, no todo se puede en la vida.
La puerta se abrió y una hermosa mujer con los rasgos de su amigo se abrió paso, con una sonrisa plasmada en su rostro.
_Que bueno que llegaron, empezaba a preocuparme, Mitsuki y yo ya estábamos por ir a buscarlos si no llegaban en los próximos 5 minutos_habló Bastante aliviada de vernos bien_pero miren lo mojados que están, que tanto hicieron para terminar así_llevo su mano derecha a su boca, no puedo decir que no tenga razón, pero creo que exagera.
Miré a mi silencioso amigo, que parecía que no sabía si quiera donde estaba. Me pregunto qué es lo pasa por esa cabeza suya, lleva extraño desde que se calló al río, y estoy comenzando a creer que talvez se golpeó la cabeza, porque no sé cómo explicar su comportamiento reciente.
Se hizo a un lado, indicándonos entrar, cosa que no pudimos hacer, por la presencia de otra persona, su madre, compartían el color de cabello y el de sus ojos, además de la personalidad explosiva, todo lo contrario a su padre Masaru, siendo éste tranquilo y sereno, aún no entiende cómo esos dos terminaron juntos teniendo personalidades tan incompatibles.
_Hasta que llegan_pasó su vista por nuestros cuerpos y supe que estaba en problemas_pero cómo es que una salida al parque terminó con ustedes como si hubieran pasado por una tormenta?!_esa es una excelente pregunta, de la que ni yo mismo tengo respuesta_saben qué, olvidenlo_habló dándose por vencida con el asunto.
_Fue bueno reunirnos, pero ya tenemos que irnos_dirigiéndose a la madre del pecoso.
_Entiendo, ven otro día, siempre eres bienvenida. Vayan con cuidado_.
No mucho después emprendimos rumbo a nuestro hogar. Todavía preocupado por mi amigo.
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Reencarnado en Izuku
FanfictionUna chica muere y reencarna en Boku no Hero academia siendo izuku Midoriya. Todos los créditos de BNHA a su respectivo autor.