Skyler #1 © [√]

Capitúlo 18: Loca por ti

Son las 6:30 AM, siempre me levanto temprano para ir a la preparatoria.

(...)

Estoy desayunando con Derek mientras mi madre me sirve jugo de naranja.

—Gracias, mamá —dije mientras tomaba mi vaso.

—Y para mí no hay jugo, ¿eh? —comentó Derek.

—No, señor —respondió mi madre, mientras me sonreía.

Me río por la queja de Derek.

—Ya, Derek, no es para tanto —dije, tratando de calmarlo.

—Es injusto cómo me tratan en esta casa —dijo, serio, mientras miraba a mamá.

—Es justo —respondió mi madre con tono firme—. La otra vez te bebiste todo el jugo, dejándonos a Skyler y a mí bebiendo agua.

—Ok, está bien, ustedes ganan —dijo Derek, como si se rindiera.

—Ya sé quién se bebió mi batida la otra vez —dije, mirándolo con una sonrisa cómplice.

Derek me lanzó una mirada nerviosa.

—¡No fui yo! —dijo, levantando las manos como si estuviera a punto de rendirse.

Reímos todos juntos antes de terminar de preparar todo para salir.

(...)

Entro al aula de matemáticas, mi corazón late rápido, estoy nerviosa, y todo porque hoy es ¿nuestra cita? Sí, Alan me invitó a cenar, y no puedo evitar sentirme emocionada, aunque también algo ansiosa. Hace mucho que no tengo una cita, y el solo hecho de estar aquí, con él tan cerca, me hace sentir mariposas en el estómago.

Voy a mi asiento, intento calmarme, pero al mirarlo, Alan está como siempre en su lugar. Hoy lleva una camisa color vino, unos pantalones negros, y su cabello está peinado hacia un lado, dejándome ver esos ojos verdes claros que me hipnotizan cada vez que los veo. Está jugueteando con su lápiz, se ve tan tierno, casi como si no fuera consciente de lo que provoca en mí.

Y luego, sin querer, mi mirada baja y veo su pecho... es hermoso. Intento concentrarme, pero todo lo que quiero es que llegue el final del día para que podamos vernos y hablar más, solo él y yo.

—H-hola Alan —dije, algo nerviosa.

—¿Hiciste la tarea? —preguntó, sin mirarme mucho.

¿En serio? Saludo como una estúpida y lo primero que hace es preguntar por la tarea...

—No, yo... —me quedé en blanco.

—Era broma —rió. —Hola, Sky.

Me relajé un poco al ver que era solo una broma. Sonrió y me hizo sentir un poco mejor.

—Te ves hermosa hoy —dijo, mirándome.

—Gracias, tú también estás lindo hoy —respondí, sonrojándome ligeramente.

Nos quedamos mirando, como si ambos tuviéramos ganas de dar un paso a nuestra relación. Quería besarlo... nos comenzamos a acercar poco a poco cuando...

—¡Hey! ¿Interrumpo algo? —dijo Isabela, entrando de repente.

—No, amiga, estábamos hablando sobre literatura y eso... —respondí rápidamente, tratando de disimular.

—Ah, sí... —dijo Alan, un poco nervioso, sin saber cómo reaccionar.

Isabela se sienta con nosotros.

—Adivinen, ayer me compré unos zapatos que casi me desmayo al verlos —dijo Isabela, emocionada.

—¡Guaoh, qué emoción! —dijo Alan, sarcásticamente, levantando una ceja.