Decido ir a mi bar preferido para despejar mi mente, hay muchos bares buenos, pero ese obtiene una esencia especial que otros no y obvio, mujeres para llevar a mi cama y que se me pase el mal momento o los malos días que suelo tener.
Aparco mi auto y le doy las llaves a ese chico delgado de tez blanca, ojos oscuros, pelo rubio y encrespado, que siempre está en la entrada principal.
—Que tal, señor Benedikt. —dice tomando las llaves de mi auto.
—¿Tan viejo me veo?. —pregunto indignado con una sonrisa de lado y lo miro justo a los ojos para intimidarlo.
—No-No, eso no fue lo que quise decir, solo lo dije por...
—Esta bien Freddy, tú solo no me vuelvas a decirme señor y listo, problema resuelto. —el chico asiente.
Freddy, siempre actúa con algo de miedo ante mi y eso me gusta, que las personas obtengan ese pequeño sentimiento hacia mi, pero grandes para ellos.
Soy bueno a las buenas, pero a las malas no desearán conocerme.
Entró al lugar, veo que está lleno, y para ser sincero no me gustan los lugares a dónde hay mucha gente, excepto mi hipódromo ya que es negocio y suelen llevarse a cabo las carreras.
Camino hacia la barra—que para mi suerte—se encuentra vacía. Pido lo mismo de siempre, tequila con sal y limón.
Veo al rededor a varias mujeres hermosas, pero ninguna me llama la atención cómo para llevarla a mi cama. No soy cualquier persona, por lo tanto; no me acuesto con cualquiera, para eso voy a un club nocturno y listo, pero este bar es un poco más decente que aquellos sitios.
Desabrocho mi camisa color negro, hasta un tercer botón y dejo a la vista el tatuaje de una mariposa y en la parte superior de este, un segundo tatuaje de un sol con los rayos de un atardecer ocultándose.
Hace poco me enteré que vuelvo loca a las mujeres con mis tatuajes, y por qué no utilizarlo a mi favor.
El camarero me entrega el trago y mientras me lo tomo de una sola bocanada, observo a una dama la cual me ha dejado pasmado con su belleza. Lleva un vestido rojo con una pequeña abertura desde sus muslos que llega hasta sus rodillas, tacones medio altos, su cabello muy bien peinando, sus glúteos que no pasan desapercibido en tal vestido.
Se ve espectacular, pero solo logro verla de espalda y algo me dice que ya he visto a esta chica antes.
Supongo que habla con una trabajadora de dicho bar. Quiero ver su rostro. Toda mujer es hermosa, pero soy muy exigente con las que llevo a mi cama y esas son las que tienen ese toque de rudeza.
Las hace únicas y especial; en lo personal me encanta mucho una dama de ese porte.
Me quedo admirandola desde lejos hasta notar que la empleada le dice algo de manera desafiante, y a juzgar por el rostro de la chica, creo que no le ha gustado nada, seguido de esto, ella grita unas palabras que no logro entender por el ruido del lugar, pero llama la atención de las personas a su alrededor y puedo jurar que ese acto, puso erecta mi polla.
Pues sí, esa es mi debilidad.
La rudeza.
Ella la deja plantada, la sigo con la mirada y veo que viene hacia mí. Se coloca justo a mi lado en la barra, donde al fin puedo ver su rostro.
__<<Espera, ya he visto ese rostro antes>>.__
Al recordarla, giro mi rostro para que no logre verme; es la chica que casi atropello hace unas horas antes.
Qué pequeño es el mundo.
Me quede un poco atónito.
<<Dios, cómo es que tengo tanta suerte de ver ese rostro otra vez y poder tenerla tan cerca como hace una horas atrás>>.
La chica baja del taburete y se dirige hacia una de las mesas del fondo, llamo al mesero, al cual le pido un pequeño favor...
*******
Observo al chico retirarse hasta llegar dónde se encuentra sentada la dama, veo su rostro de confusión, el chico me señala y en menos de un minuto hacemos contacto visual.
Sentir su mirada puesta en la mía hace que la piel se me erice y eso es algo difícil de provocar en mí.
En cuestión de segundos, por fin la tengo frente a mí.
—Me informaron que desea hablar conmigo —dice seria.
—Buenas noches, hermosa —tomo su mano para colocar un beso en esta y la noto suspirar ondo.
No soy de hacer estas cosas pero a veces el momento lo amerita.
—¿Crees que no me acuerdo de aquel pequeño incidente, pero que me pudo costar la vida hace unas horas atrás? —dice con una expresión de indignación.
—Disculpa, no fue mi intención casi atropellarte...
—¿Sabes qué? Termina lo que estas bebiendo y luego no quiero volverte a ver por estos lares, o si no...
—¿O si no qué? —la interrumpo de golpe. Me levanto del taburete hasta quedar más alto que ella y me acerco, quedando a centímetros de sus labios. Noto diversión en sus ojos y eso llama mi atención.
Sentirla cerca y con ese tono demandante que tiene me pone mal, estoy seguro de que debe tener sus pulsaciones a mil, pero no lo demuestra.
—Tendré que llamar a la policía —me mira directo a los ojos —¿creíste que viniendo aquí, no te iba a reconocer? O más ridículo aún ¿que me iba a vender por una simple copa de vino? —se rie incrédula sin despegar su mirada —estás muy equivocado.
Se voltea decidida a irse, pero actúo más rápido que ella y la tomo del brazo para luego pegarla a mi cuerpo. Su definido cuerpo choca contra el mío, así como también, sus senos contra mi pecho.
—!Suéltame! ¿Qué carajos te pasa? ¿Quién eres? —se suelta enojada.
—Alguien que te hará arder en su infierno por horas, alguien que te dará placer, hasta hacer que pidas por más —traga saliva —querrás ser mía sin que yo te lo pida, vendrás a mi sin tener que hacer un mínimo esfuerzo y te tendré entre mis brazos como más nadie te ha tenido —susurro en su odio, mientras una de mis manos presionaba su cintura con rudeza.
Me separo de ella, termino mi segundo trago, le guiño un ojo dejandola atónita por mis palabras.
Salgo del bar con una sonrisa y entro a mi auto para luego cerrar la puerta. Me río mentalmente al recordar su cara de confusión, tal vez esas palabras no salgan de su cabeza hasta buscarme y querer respuestas; es justo lo que quiero.
Escribo una nota rápidamente, salgo del auto para entregársela al Freddy, dándole la orden de que esta sea entregada a aquella dama.
__<<Se que te querrás meter en este infierno, Ivanov, se que te querrás quemar en las llamas de placer que voy a provocar en ti, se que estarás esclava a mi sexo, no será fácil, pero para mi nada es imposible>>.__
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Segundo capítulo, y para mi ya esta potente esto.
Ok, no quería colocar a los protagonistas como yo los veos, lo iba a dejar a su suerte o más bien a su imaginación, pero... si ustedes lo piden, les daré más o menos una idea de cómo son o cómo se ven, para que se lo imaginen mejor, y fantaseen mejor, lol.
No daré spoiler, ya que apenas es el segundo capítulo, con el tiempo se colocará potente, más potente. Solo dire eso.
Señores y señoritas atadas (os) al placer, gracias por todo su apoyo, aunque sólo sean 23 vistas, agradecida con ello, algo es algo y por algo se empieza.
Gracias, otra vez, disfruten el capítulo.
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Wish Dark
Teen Fiction¿Sexo, placer o deseo? ¿Cuál elegirías tu? Elijamos, deseo. Un deseo oscuro que te atará a una persona, una persona común y corriente, pero ahí es donde obtenemos ese pequeño error, esa típica persona que le llamamos común y corriente, no es común y...