BIANCA
Escribo el mesaje de texto a Louis citándolo en la colina Quirinal, en el monte Pincio. Y después me preparo para lo que le tengo que decir. A las cinco de la tarde estoy parada frente al mirador, apoyada contra la barandilla esperando su llegada.
Pasa media hora sin que tenga noticias de él, y entonces me doy cuenta de que no va a venir, por lo que me doy por vencida y me doy media vuelta dispuesta a irme. Mis ojos se abren por la sorpresa al verlo para frente a mi, observándome con las manos en los bolsillos.
Camina lentamente hacia mi lado y se apoya en la barandilla, mirando hacia el horizonte. Durante un par de minutos me limito a observarlo, hasta que él decide romper el silencio formado a nuestro alrededor.
-Estaba en el aeropuerto cuando recibí tu mensaje -murmura-. Me había rendido, había decidido dejar de luchar y dejarte ser feliz al lado de otro.
-Oh...
-Pero aquí estoy, porque soy un idiota que no puede vivir sin ti y se acoje a la esperanza de volver a estar a tu lado -no me mira en ningún momento. Las palabras se escapan de sus labios siendo probablemente las más sinceras que le he escuchado decir jamás.
-Louis, tengo algo que decirte... -mi voz suena entrecortada por lo que me tomo un momento para coger aire antes de continuar-. Estoy... estoy embarazada.
Su mirada se aparta del horizonte y se clava en mi, dura y llena de dolor. Traga saliva y después vulve a mirar hacia otro lado.
-Enhorabuena, el gilipollas de Mario debe de estar feliz -murmura con dolor. Mis ojos se abren al darme cuenta de que él no me ha entendido y agarro su brazos para llamar su atención.
-Louis... Mario no es el padre -susurro. Entonces es su turno para abrir los ojos sorprendido.
-¿Qué...? -mira hacia todas partes y después me mira a mi. Su boca está medio abierta por la sorpresa y sus manos tiemblan ligeramente. Agarro una de ella y lo atraigo hacia mi para abrazarlo.
-No te cuidaste -susurro. Me aprieta contra su cuerpo mientras jadea, después se separa un poco de mi para besarme. Me dejo porque había echado de menos sus labios. Lo había echado de menos a él-. Perdóname por ser tan cabezona.
-Vamos a tener un hijo -murmura. Asiento mientras siento cómo las lágrimas se acumulan en mis ojos-. Oh Dios mío ¡voy a ser padre!
Junta su frente con la mía mientras sonríe y después me besa nuevamente.
Nos mantenemos abrazados durante minutos, disfrutando del calor que desprenden nuestros cuerpos. Mi orgullo me impedía volver a estar en brazos del hombre del que estoy enamorada, y creo que me hubiese arrepentido toda la vida si no hubiese tomado la decisión correcta.
-Te quiero, Louis -susurro. Él me besa una vez más y sonríe cuando nos separamos.
-Yo también te quiero, preciosa.
-Louis Tomlinson, queda usted detenido -una voz pronuncia detrás de Louis al mismo tiempo que lo alejan de mi lado. Dos hombres lo agrran y lo esposan-. Tiene derecho a guardar silencio, Cualquier cosa que diga podrá ser utilizada en su contra en un tribunal.
-¿¡Pero qué estáis haciendo!? ¡soltadlo! -golpeo a una de los hombres y otro de ellos me aleja de él y me esposa.
-Tiene derecho a un abogado, si no puede pagárselo se lo asignará uno de oficio -el hombre que pronuncia las palabras mientras ve como arrestan a Louis se acerca a mi y me agarra del mentón.
Louis forcejea con los dos guardias que lo mantienen retenido y grita que no me toquen. Yo también forcejeo con el hombre que me tiene esposada y trato de alejarme del otro.
-Será mejor que se mantenga calmada señorita, o las cosas le irán pero de lo que ya le van -dice.
LOUIS
No entiendo nada de lo que está pasando, pero trato de resistirme cuando me meten dentro de una patrulla. A Bianca se la llevan y grito desesperado que la suelten.
Mataré al que se atreva a hacerle daño.
El coche se pone en marcha y una vez llegamos a la comisaría central de Roma me llevan esposado hasta un calabozo. Una vez allí me encierran y se largan sin darme más explicaciones.
-¿Dónde está Bianca? ¿Qué le habéis hecho? -grito agarrándome a los barrotes. Golpeo estos cuando me doy cuenta de que nadie me hace caso y me llevo las manos al pelo desesperado.
Necesito saber cómo está Bianca. ¡Joder! Necesito saber a dónde se la llevaron.
Me siento en la cama, apoyo los codos en las rodillas y escondo la cara entro mis manos. La madre que me parió. Ahora que las cosas empezaban a ir bien pasa esto. Me cago en la puta ¡joder!
BIANCA
El hombre me empuja por la comisaría y después desata mis esposas, pero solo me libera una mano, la otra la ata a la silla donde me manda sentar. Espero confundida a que alguien me explique qué está pasando.
El hombre de antes se acerca a mi y se sienta en el borde de la mesa druzándose de brazos.
-Quiero que sepas que estás en un muy buen lío -dice-. Pero cómo soy buena gente te daré una oportunidad de librarte de ir a la cárcel por ser cómplice de un delincuente.
-Yo no soy cómplice de nadie -murmuro. El tipo ríe y se pasa la legua por los labios.
-Ya, claro -habla-. Si declaras todo lo que sabes en contra de Tomlinson te dejaré irte, sino me encargaré de que pases una buena temporada a la sombra.
-No pienso decir nada que perjudique a Louis, él no es ningún delincuente -gruño cada vez más alterada.
Él se echa a reír y yo cabreada pego un salto de la silla. Él me empuja haciendome caer sentada nuevamente.
-Bruno, ¿qué mierda se supone que estás haciendo? -escucho una voz familiar detrás de mi.
-Lo hemos atrapado jefe. Tenemos al capo de la mafia de Verona -abro los ojos al darme cuenta de la gravedad del asunto. Van a meter a Louis en la cárcel.
-¿Por qué tienes a Bianca esposada cómo si fuese una delincuente? -Mario camina hacia mi y le pide las llaves de las esposas al hombre a su lado, después me suelta y beso mis muñeca dolorida.
-Ella estaba con él -Mario me mira confundido.
-Déjame a solas con ella, Bruno -pide. El tipo protesta, pero finalmente se larga dejandome a Mario cómo única compañía.
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¡Sopresa! Estaba inspirada y quería subir otro capítulo así que aquí lo tenéis. Las cosas empiezan a alterarse jeje. Espero que os guste. Y creo que a partir de ahora subiré más seguido porque quiero terminarla pronto.