Marla & Fran - Descuida, yo te cuido (I Care a Lot)

Marla & Fran

** Estos hechos son posteriores a la escena final de I Care a Lot (Descuida, yo te cuido) de Netflix.

Si no viste la película, protagonizada por Rosamund Pike (Gone Girl) y Eiza Gonzalez (Bloodshot), no entenderás de qué se trata esta historia. **

No vi historias acá sobre ellas. Espero que les guste!
A mi la película me gustó, mucho. 

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-Ya perdí la cuenta de los días que pasaste en coma inducido. Ah! Y tuviste dos infartos también, uno ni siquiera habíamos llegado al hospital.- Le dijo molesta la morocha, sin siquiera poder mirarla, cuando se quedaron a solas en la habitación.

El médico junto a una enfermera, habían estado unos minutos antes, para chequear los niveles en el monitor y sacarle la entubación.

Fran permanecía de brazos cruzados, apoyada en la pared, a unos metros de la cama en donde se encontraba su esposa.

-Bueno, si una bala no pudo conmigo...- Respondió la rubia con dificultad y voz ronca pero haciendo una leve sonrisa, que pasó desapercibida por la contraria. Sólo recibió un movimiento negativo de cabeza, en respuesta. La mirada de su joven esposa permanecía hacia abajo. Entendió que el ambiente no estaba para bromas. -Muy pronto, eh? Ok.- Se resignó, mirando al techo.

-No tienes idea de lo que fue...- Sus ojos se iban inundando de a poco, se iba a quebrar en cualquier momento. –Pensé que no iba a volver a escucharte, Marla... y lo primero que dices es esto?- Se mordió el labio inferior para aguantar el llanto, pero una lágrima rodó por su mejilla derecha.

-Oh, bebé. Lo siento.- Volteó levemente su cabeza hacia Fran. Cambió su expresión, ahora estaba preocupada por la morocha, veía su vulnerabilidad. –Ven aquí.- Moviendo a penas su mano izquierda.

Hubo unos segundos de silencio e indecisión por parte de la morocha. Por dentro quería correr hacia Marla, abrazarla y besarla desesperadamente, llorar todo lo que tenía que llorar para desahogarse. Pero la obvia fragilidad de su estado actual, sin contar con la cantidad de cables que tenía conectados, impedían poder cumplir ese deseo.

En cambio, se acercó lentamente y cuando estuvo al costado de la cama, rozó suavemente los nudillos de la rubia con su dedo índice, sin despegar la vista de ese movimiento.

-Vas a mirarme, en algún momento?- Le reprochó.

-Lo siento, yo... me imaginé tantas veces este momento, que ahora...- La represa que se había formado en sus ojos, se desbordó.

Ahora solo recordaba una escena, la de ella sosteniendo la cabeza de Marla mientras se encontraba en el piso, llena de sangre. La desesperación, la angustia y la furia de ese preciso momento, en donde no puedes hacer nada. Nada en absoluto, solo esperar a la ambulancia y mantener esos ojos celestes abiertos el mayor tiempo posible. Esos ojos que ahora miraban erráticos a todos lados, en busca de algo. Esperanza, tal vez?.

Esos ojos que la habían cautivado desde la primera vez que se toparon con los suyos. Ese celeste claro que iba perdiendo su brillo característico; que se apagaba de a poco.

Era una imagen que no iba a olvidar en mucho tiempo.

-Fran, estoy bien... estoy viva. Mírame.- Ahora se lo exigió.

La morocha obedeció y sus oscuros ojos impactaron con los celestes de la otra. Esos ojos que había deseado volver ver, ahí estaban, tan brillantes como siempre.- Hola.- Le dijo sonriendo, la rubia.

-Te extrañé.- Mientras se limpiaba las mejillas.

-También yo, cariño.- Apretando lo más que podía su mano con la de Fran.