02.4: SOOBIN

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Huening Kai apenas salió de la oficina de YeonJun vió sentado en el sofá de la pequeña sala que había en medio del lugar a SooBin, e inmediatamente se acercó a él.

—Hey, Binnie ¿Cómo estás?— el mencionado apenas volteó a mirarlo y se levantó de su lugar.

—Ya... Es mi turno ¿Verdad?— el menor asintió y antes de dejar ir al chico frente a él lo abrazó delicadamente.

—SooBin, eres un chico fuerte, y estoy orgulloso de cómo sigues adelante.

—Gracias...— el mayor sonrió un poco para luego separarse del abrazo y dirigirse hacia la oficina de YeonJun tocando la puerta.

—Ven, entra— SooBin escuchó la voz de YeonJun, así que algo nervioso entró y se sentó en la silla correspondiente, cubriendo un poco su rostro con su cabello para que no se notara el hecho de que sus ojos estaban ligeralmente hinchados.

—Hola, SooBin— YeonJun intentó sonreir un poco para no solo calmar a SooBin, sino también a él mismo; hablar con personas a quienes les da ansiedad hasta solo saludar le provocaba más ansiedad, cosa que sabía que debía mejorar para ser buen psicólogo para sus pacientes. El mencionado apenas alzó su mano y la sacudió en símbolo de saludo, y luego el lugar se quedó en silencio durante casi un minuto. YeonJun sabía que tratar con estos chicos no iba a ser fácil, pero aún así cada reacción le llegaba de manera "repentina" por así decirlo. Empezó a pensar en qué decir para ver si podía conseguir así fuera una palabra de SooBin, pero inmediatamente el menor habló.

—Lo siento por... No ayudar mucho, ah... ¿Qué se supone que debería decir?

—Lo primero es intentar romper el hielo para poder relajarte, así que no es necesario que te disculpes, soltar cosas en un segundo no es sencillo, y a veces... Podemos llegar a creer que debemos callar por miedo, pero hay situaciones en que solo es el miedo o la ansiedad tomando poder de nosotros y controlandonos, así que puedes tomarte tu tiempo para poder ordenar un poco tus pensamientos y emociones— SooBin consiguió sentirse un poco más relajado, así que sonrió un poco y dejó ver bien su rostro.

—Tienes razón, pero a la vez es complicado ¿Sabes?

—¿Qué es complicado?— Antes de seguir hablando, SooBin soltó un suspiro y su voz se apagó un poco.

—Es complicado mantenerse tranquilo y sano con uno mismo cuando sientes... Que el mundo se te viene encima de a pedazos, esos momentos hacen que pierdas totalmente la razón y lo único que desees es...— el menor se quedó en silencio repentinamente, a lo que YeonJun lo miró algo extrañado.

—¿Pasó algo? No necesito que respondas ahora, pero al menos hazme alguna seña por favor— SooBin volvió a bajar su mirada al igual que el tono de su voz.

—Es abandonar todo y rendirse totalmente...— inconscientemente, sus ojos se aguaron un poco, pero intentó controlar las lágrimas que querían salir, porque aún si para SooBin llorar era una costumbre no le gustaba que lo vieran así. 

—Es verdad que a veces la solución más fácil puede ser rendirse, o al menos es normal creer que así es, pero...

—Eres un ridículo que no puede mantenerse estable siquiera dos segundos— SooBin escuchó una voz femenina y sintió el tacto de esa persona en ese momento, y volteó a mirar al lugar del que sentía el tacto, aunque no veía a nadie.

—Cállate ahora mismo.

—... Arreglar las cosas no... Espera ¿Qué?— YeonJun apenas escuchó la voz del menor se sorprendió un poco, pero al ver que estaba mirando hacia otro lado empezó a imaginar lo que era. Sacó la carpeta del chico con quien estaba hablando y revisó los primeros apuntes, encontrando ahí la respuesta a su pregunta —¿Quién está ahí, SooBin?— el menor pareció ignorarlo y siguió hablando con la persona a la que estaba viendo.

—¿Debería hacerlo? Derecho a la libre expresión ¿Tú no me pedías siempre que te dejara decir lo que quisieras?

—Lo que te pedía era que me dejaras en paz, son dos cosas totalmente diferentes.

—Sí, lo que digas, niño idiota— la voz de la chica dejó de sonar y SooBin volvió a mirar a YeonJun.

—¿Dijiste algo antes?

—¿Quién era la persona con quien estabas hablando? 

—Era... Mi hermana, en aquellos momentos en que más angustiado o nervioso me siento decide arruinarme más el momento, ya estoy cansado de eso ¿Sabes? Pero, antes de que ella me hablara dijiste otra cosa ¿Qué se supone que era?

—Ah, sí, lo que dije era que... Es normal el creer que la solución más fácil a los problemas es renunciar a todo, rendirse totalmente y abandonar absolutamente todo, pero ¿Sabes? Las personas como tú que han conseguido seguir adelante son esas personas que, aunque casi siempre terminan sufriendo más, saben cómo mantenerse firmes ante todo por experiencia. Arreglar las cosas no podrá ser algo que se consigue en bandeja de plata, pero ¿En este mundo existe siquiera alguna manera de vivir una vida perfecta? No, pero existe la manera de poder sentirse bien y con uno mismo, por más complicado que parezca siempre llegará esa solución a todos los problemas, aquel paraguas en medio de la lluvia. 

—¿Pero cómo se supone que encuentre esa solución a mi vida? ¿Existe tan solo alguna manera que sea fácil de conseguir y no requiera de tanto tiempo?— el menor cubrió su rostro con sus manos sollozando un poco.

—SooBin... Puedo ayudarte a que la encuentres, pero no puedo brindartela yo, no es por arruinarte las esperanzas ni nada pero... Pero por más que intente guiarte y apoyarte es algo que solo tú puedes conseguir, pero no te rindas, sé que la encontrarás y...

—¡¿En qué momento lo haré?! ¡Ya no quiero tener que seguir buscándola y que mis intentos sean en vano! ¡Estoy cansado, cansado de cada día tener que despertar con ese dolor en el pecho llamado "Mi vida se arruinó por completo"! No quiero seguir creyendo en algo que lo más seguro es que nunca sucederá, porque así es la verdad, ya no puedo seguir esperando por algo que quizá nunca llegará a mí...— SooBin se levantó de su silla bastante intranquilo y ansioso.

—¿Será que me puedo ir ya?— YeonJun asintió dejando la carpeta a un lado.

—Está bien, es mejor que te calmes y te sientas mejor. Intenta respirar, mantener y exhalar durante cinco segundos cada paso, verás que va a servir— el menor sonrió un poco y luego salió de la oficina cerrando la puerta.

YeonJun se puso a pensar en cómo cada vez que habló con los chicos desahogó sus pensamientos, y no como su psicólogo que los quiere tratar, sino más... Como una persona que necesitaba ser escuchada y comprendida, como si en vez de él ser el psicólogo fuera el paciente, pasaba en un segundo de ser un chico que ayudaba a los demás con sus problemas a una persona con sentimientos oprimidos, resentimiento y un sinfin de cargas con las que tenía que sobrevivir a diario.

—¡Es imposible! No se supone que deba mostrarme tan sensible y vulnerable con ellos ¿Por qué de la nada... Hablo sobre mí?

Cerró sus ojos y en ese momento sintió cómo se aguaban ligeramente, e inmediatamente intentó limpiar las pocas lágrimas que empezaron a correr por su mejilla.

—¿Por qué confiaría mis sentimientos en cuatro personas a quienes apenas conozco cuando ni en mí mismo puedo confiarlos...?

•••

Lamento la demora, en serio quería subir este capítulo porque me parece que... No sé, es como mi consentido, ah.

En fin, espero que haya valido(? (¿Esa palabra existe? Por favor alguien que me confirme nsjdnsi) la pena la espera por este capítulo.

¡Nos vemos en el siguiente capítulo, adiós!

—Alex

Sick Hearts [TXT]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora