Experta en ilusionar (Terminada)

C A P I T U L O 10.

—¿Y para que quieres salir con él?— seguía tratando de disimular.

—Para divertirnos un rato.

— ¿O sea que tendrías una relación con él?

— Tal vez si, es un buen chico, además parece que le gusto.

La puta ira me comía por dentro. El imbécil de Kevin estaba siendo un obstáculo en mi camino, y no iba a permitir que saliera con Delia. 

—Dijiste que las relaciones te parecían patéticas.

— Es verdad, pero tal vez con él sea diferente...

Me estacioné en una tienda para comprar varias cajetillas de cigarros y me fumé dos cigarros afuera del carro para que Delia no tratará de tirarlos, realmente necesitaba calmarme. Tenía que amenazar a Kevin para que no se atravesara.

— Deja de fumar como loca y sube al carro— me dijo Delia.

—¿Podrías callarte?— dije molesta y bajó la mirada.

Me subí al carro y en todo el camino estuve conduciendo en silencio, ninguna de las dos hablamos hasta que llegamos a las pláticas.

Corrí rápidamente al salón antes de que me alcanzara Delia, y alejé su silla para que no estuviera cerca de Kevin. Él se me quedó viendo extrañado, yo sólo le lancé una mirada intimidante y me senté en mi lugar. Quería hacerle daño en ese puto instante.

Delia llegó y se sentó un poco confundida por ver su lugar alejado de Kevin.

En todo el tiempo no pude dejar de verlo, tenía que alejarlo lo más pronto posible de Delia. Así que mi mirada asesina estaba sobre él.

Pocos minutos antes de salir al descanso, él pidió ir al baño. Cuando nos dejaron salir, de inmediato me dirigí al baño de hombres. Se encontraba lavandose las manos y sin importarme nada, entré y lo tomé de la nuca para poner su cara en el lavamanos.

—Mira imbécil —me acerqué a su oído— No te quiero volver a ver cerca de Delia por ningún puto motivo. Así que cancelarás su cita de mañana y no quiero que le vuelvas a hablar o estar cerca de ella ¿Entiendes? — Kevin asintió asustado —Si te veo hablando con ella de nuevo... Sabes que no le tengo miedo a nada —Lo solté y se fue corriendo. Me sacudí un poco y después fui a comprarme algo. Delia estaba cerca pero prefería no hablarle, realmente estaba enojada.

Cuando llegamos de nuevo a la clase, Kevin ya no estaba y Delia parecía como si lo estuviera buscando.

— Les informo que su compañero Kevin tuvo una emergencia familiar y se tuvo que ir, así que ya no estén preocupados por él —dijo Alicia y yo sonreí por dentro.

Al final de las pláticas ella se fue sin despedirse. Admitía que me había sentido un poco mal, pero no podía concentrarme en esa emoción ya que no me gustaba sentirme así.

Cómo siempre llegaron los dos grandulones y me hacían repetir frases estúpidas. Pero mientras seguía las ordenes, no podía evitar tener flashbacks en mi cabeza de Delia. Por más que trataba de concentrarme en otras cosas mi mente siempre volvía a lo mismo... Pensar en ella.

—Le gusto...—susurré recordando lo que me había confesado y sentí como me ruboricé un poco.

Uno de los hombres se me quedó viendo raro y yo volví a la realidad.

—Debo de ser buena con la gente—repetí y di otra sentadilla. Me sentía avergonzada por ese inconveniente de mi parte.

Al llegar a mi casa y acostarme en mi cama sentí como era una tortura tener el número de Delia en mi celular.