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-Yo Harry, te recibo a ti Louis para ser mi esposo, para tenerte y protegerte de hoy en adelante, para bien y para mal, en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad, para amarte y cuidarte hasta que la muerte nos separe

-Yo Louis, te recibo a ti Harry para ser mi esposo, para tenerte y protegerte de hoy en adelante, para bien y para mal, en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad, para amarte y cuidarte hasta que la muerte nos separe.

POV Louis.

20 de Noviembre de 2020.

-¡Niños, bajar ya que vuestro padre se tiene que ir a trabajar!

Me acomodo bien la chaqueta de cuero, y me despeino el pelo. Miro mi reflejo en el espejo y suspiro. El paso de los años surge efecto, y las arrugas de mis ojos están cada vez más marcadas. Siento unas pequeñas caricias en mi cuello; reconozco las manos de mi esposa al instante.

-No llegues muy tarde esta noche, cariño. Brooke y Cory se quedan hasta las tantas esperándote, y al día siguiente no se despiertan -me abraza por la cintura y apoya su cabeza en mi hombro.

-Vale, Eleanor, llegaré más temprano si puedo, aunque ya sabes que en la oficina no creo que me dejen, Liam y Zayn están de luna de miel, y Niall y Harry no salen del estudio.

Ella intenta contestar, pero dos voces me reclaman desde la escalera.

-¡Papi! ¡Cory me ha estirado del pelo y se ha reído! ¡Castígale! -me dice la pequeña castaña haciendo pucheros, mientras que el pelinegro se ríe.

-Ven con papá, mi amor -le cojo en brazos mientras le hago cosquillas a Cory con mi otra mano y le revuelvo el pelo- y tú, grandullón, pórtate bien con tu hermana, ¿entendido? La semana que viene tengo un día libre, y podemos ir a jugar el fútbol, ¿si?

-¡Siiii papi, sii! -salta encima de mi, y le cojo con el otro brazo. Abrazo a las dos personas más importantes de mi vida, enterrando mi cuello entre sus dos pequeños cuerpos y respiro hondo. Los dejo en el suelo, y les beso la cabezita.

-¿Por qué no cocináis algo con vuestra madre, y esta noche lo pruebo? Ya sabéis que me encanta como lo hacéis -les digo poniéndome de cuclillas y apoyando cada brazo en una rodilla- ¡prometo que seré sincero, y jugaremos a poner puntuación a cada comida!

Ellos asienten efusivamente y les sonrío. Me levanto y me giro, encontrándome a mi esposa sonriéndome y cogiendo mi cartera.

-Toma, amor. Nos vemos esta noche -me da un casto beso en los labios, y yo asiento. Abro la puerta de casa y por inercia giro mi cabeza, encontrándome la desvastadora imagen de mis pequeños llorando.

Sé que paso demasiado tiempo fuera de casa, pero estamos metidos de pleno en nuestro nuevo y último disco. Yo me paso todo el día en la oficina organizando papeles y mierdas, ya que somos nuestra propia compañía. Así es, One Direction, después de diez años de carrera, cierra y baja el telón. Hemos conseguido lo imaginable, hasta llegar a esto, poder manejar todo lo que creamos. Hacerlo como queramos, sin ningún tipo de restricción. Niall y Harry están en el estudio casi todo el día, terminando de componer las canciones y las melodías, mientras que Zayn y Liam están de luna de miel, ¡tres semanas de vacaciones los cabrones! Hablo con ellos casi todos los días, y siempre les recuerdo lo afortunados que son; a lo que ellos siempre me contestan con chasquidos en mitad de un beso y suspiros.

Entro en el garaje y abro el pequeño armario que tiene las llaves de todos los coches. Escojo el audi, hoy es un día especial. Enciendo la calefacción y enseguida entro en calor. Golpeo mi cabeza contra el respaldo y respiro hondo, sintiendo como mi pecho se contrae. Hoy voy a verle, después de casi un mes y medio sin haberme asomado por el estudio, hoy tengo que ver a Harry. Por cojones, no por mi propio gusto, me convenzco. Arranco el coche y salgo del garaje. Me concentro en conducir, pero me es imposible no pensar en lo que ocurrió hace cinco años, justo en este mismo coche, ¡eres un puto masoquista, Louis! Me recuerda mi mente, y sé que tiene razón, pero aún puedo oír de lejos su risa, con el aire azotándonos la cara, gritándonos palabras de amor y eternidad, mientras que su anillo rozaba mi mano derecha. Sacudo la cabeza, y por mucho que desee, los recuerdos siguen ahí, haciéndome sentir más mierda de lo que ya me siento.

steps; os larryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora