Pequeño Doncel [Sagitario X Géminis]

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Se estaba arreglando y viendo a su amigo pintarle las uñas, pero su concentración se iba al pensar en él, sonría como una colegiala enamorada, si tan solo su padre aceptará su relación... era inútil después de todo su hermano tuvo que irse para ser feliz con su pareja, por lo menos sabía como estaban, ambos donceles llegaron a ser amigos ahora resulta que era su cuñado algo que lo alegró rotundamente.

—¿en qué tanto piensas Gem?

—en el guapo chófer que tengo, al cual no me puedo acercar... - susurró mordiéndose el labio inferior siempre le afectaba no poder pasar todo el día con su sexy novio.

—si sabes eso, ¿por qué te sigues acostando con él?
—hablo evidentemente molesto, se preocupaba por varias razones aparte que tenía una promesa y era que al irse su hermano le prometió que lo cuidaría como si fuera el suyo propio.

—porque es el único que con solo verlo, no puedo evitar sentirme excitado, además que...

—vale entendí, aún así, debes tener cuidado que te descubran, ambos la pueden pasar muy mal si tu padre se entera.
—él más que nadie sabía como era su jefe respecto a sus hijos... y se entero de la peor manera, la primera fue al ver como corrió a su hijo primogénito de su hogar.

— lo sé... vamos no me vas a negar que es muy guapo, fuerte y tiene sentido del humor, algo que suele faltar estando aquí.
—cada palabra que decía en sus ojos reflejaba un brillo sumamente lindo.

—no lo niego, pero solo quiero que te cuides, sobre todo porque puedes quedar embarazado si sigues teniendo ciertos encuentros a escondidas con Sagitario.
—Le recordó con notable preocupación en su rostro.

— bien... gracias Cáncer por no haberle dicho nada a mis padres.

—para que están los amigos.

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No podía estar más molesto en ese momento... ahora su molestia tenía nombre Sagitario, no podía creer lo que había visto, se estaba besándo con una de las sirvientas de su hogar.

Solo al ver esa escena, dentro a su habitación, no podía dejar de llorar, sus lágrimas resbalaban por sus bonitas mejillas, se sentía tonto en ese momento al creer cada promesa del arquero... Cáncer trató de calmarlo, algo que no funcionaba quería estar solo y se lo hizo saber...

No pudo hacer más, si se opondría a dejarlo solo estaba seguro que lo despediría, cosa que no quería puesto que al ser su amigo también era su casi jefe.

Pudo escuchar ciertos toques, pero no quería levantarse, no estaba en disposición de hablar con nadie...

— Gem por favor, déjame entrar, te aseguro que no es lo que tú crees.

— la-lárgate... - hablada con dificultad, su voz era quebrada, sus ojitos le dolían, había llorado quizás horas.

—déjame explicarte, por favor... —pidió casi como un ruego, aunque no quisiera esa voz que lo llamaba era inevitable... y por más molesto que estuviera, abrió la puerta dejándolo ingresar...

Al arquero le dolió al ver esa expresión en Géminis el siempre le había visto con una hermosa sonrisa y con esos ojitos curiosos, pero ahora solo lo veía en lágrimas, con un pañuelo en mano, teniendo el ceño fruncido viéndolo con rencor...

— habla de una vez... y déjame en paz... —ese no era Géminis.

Cada palabra era como una daga para Sagitario, su voz, su expresión todo era diferente...

—yo... te aseguro que lo que viste es una confusión, no la besé, nunca besaría a una persona que no amo, tú eres el único que puede besarme, nadie más.