Entre Vendas y Listones. (Serie de One Shots)

Apuesta.

Apenas el partido de béisbol finalizo Utahime supo que era tiempo de correr lejos de la vista de Gojo o las cosas se pondrían realmente feas para ella, de nada le sirvió correr intentando llegar a la morgue para refugiarse con su mejor amiga porque de inmediato cuando dio vuelta por el pasillo se encontró con de ojos celestes sosteniendo una sonrisa burlona.

-No- le dijo apenas lo vio.

-Ambos estuvimos de acuerdo –le dijo cruzándose de brazos entretenido mientras se apoyaba en uno de los pilares –Cumple tu promesa o te llevare a la rastra.

-Como si pudieras hacerlo – sonrió alzando una ceja y pudo ver la determinación de Gojo en aquel cielo que tenía por mirada; se abalanzo sobre ella tomándola y echándosela al hombro – ¡Suéltame!- le grito sintiendo como sus manos la acomodaban sobre su cuerpo.

-Lo harás por las buenas o lo harás por las malas – dijo mientras comenzaban a caminar con ella encima y Utahime se removía tratando que la bajara.

-Suéltame, animal – seguía pataleando- Todos van a vernos- comenzó a ponerse roja a medida que se acercaban al campo en donde estuvieron jugando.

-¿Y eso que?- la acomodo haciéndola rebotar sobre su hombro, recibiendo un quejido y un zape detenido por su infinito por parte de la azabache – ¿Tienes miedo del que dirán, Utahime?

-Claro que sí, quizás que cosas raras se pueden imaginar los chicos- siguió aún intentando que el más alto la soltara- Además debo cambiarme de ropa.

-No es necesario, así estas perfecta – comentó llegando al campo de béisbol ganándose la atención de todos los alumnos y ambos directores –Saldremos un rato con Utahime- aviso en voz alta.

-Qué manera tan rara de salir a una cita- comento Nobara mientras Yuuji los miraba entretenidos.

-¡No es una cita!- grito Utahime ante el comentario –Solo es... no importa, pero no es una cita y ya bájame –dijo esta vez más seria consiguiendo su objetivo.

-No mientas Utahime, di que insististe para salir conmigo y te da vergüenza admitirlo – la molesto el más alto ganándose varios intentos de golpes detenidos por el infinito – Ok, Ok, ya no te esfuerces, es mentira chicos pero me encanta cuando se enoja.

-Tarado –dijo molesta caminando a la salida y viendo como Gojo se quedaba parado mientras todos los demás los miraban – Muévete- le ordeno.

-A sus órdenes Senpaiiiii- dijo mientras le sonreía –Esta vez no nos llevara Ijichi, manejare yo.

-¿Quieres matarnos?- dijo la azabache con horror- Dame esas llaves.

-Quítamelas- las hizo girar en su dedo y Utahime ni siquiera la intento –Vamos, inténtalo aunque sea ¿O te da miedo?

-Quiero pasar el menor tiempo posible contigo, así que súbete al maldito auto, procura no matarnos y terminemos con esto.

-Que aburrida eres- le saco la lengua mientras quitaba el seguro del auto.

Ambos habían hecho una apuesta, si Kioto ganaba el evento, Gojo tendría que dejar de molestarla por un mes y tratarla con respeto y si Tokio ganaba el evento, Utahime debía comprarle un nendoroid de Rei de Evangelion a Gojo y otra cosa sorpresa que el pediría en el momento; claramente la azabache se vio frustrada al saber que debería gastar su dinero en el idiota ese, pero apuestas eran apuestas.

Fue así como llegaron a la capital de los otakus "Akihabara", Gojo dejo estacionado el auto donde se le dio la real gana sabiendo que lo multarían pero de todos modos ese no sería su problema si no que de Ijichi, aunque gracias a la insistencia de Utahime lo dejo al menos alineado en una calle residencial.