𝐜𝐥𝐮𝐛 𝐫𝐨𝐨𝐦 | 𝐘𝐞𝐥𝐞𝐧𝐚

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— Quiero coquetearle a las chicas, pero a este punto pareceré una babosa que va incomodándolas. — Hablaste meneando los hielos dentro del vaso de alcohol, llevabas toda la noche buscando un ligue solo por hoy, la primera chica te rechazó, y la segunda ya tenía pareja, querías ir por la tercera pero al parecer su pareja te estaba fulminando con la mirada para que no te acercaras.

— Solamente ríndete, toma algo y vuelve a casa. — Desde el otro lado de la barra habló Niccolo, sirviendo a los demás clientes que también estaban ahí.

— Créeme que estoy pensando muy fuerte en hacer las cosas como dices. — Suspiraste, miraste tus uñas rindiéndote, hoy simplemente no era tu noche, así que al parecer sí terminarías haciendo lo que dijo él, aceptaste la realidad. — ¿y cómo vas con Sasha?

— Tienes un club, completamente lleno, y prefieres hablar conmigo. — Niccolo no entendía tu manera de actuar, pero lo intentaba de todas formas. — Por cierto, estoy pensando en pedirle salir.

Este ante lo último se mostró avergonzado, y levemente sonrojado, tus cejas se elevaron y tus ojos se abrieron un poco por la reacción de sorpresa de su actual reacción, "tierno" pensaste por un momento, así que sonreíste intentando darle un pequeño golpe, que fallaste a él usar la barra como escudo.

— Dijiste que ambos se llevan muy bien, así que no tiene razón para rechazarte. — Reíste, estabas feliz por tu amigo que al fin había conseguido una buena novia y no como el resto que se cansaban de él.

Te quedaste en la barra tomando un poco mientras sonaban las canciones una detrás de otra, mucha gente bailando, bueno, eran las canciones que estaban ahora en trend, así que tú tampoco pudiste evitar tararear mientras te balanceabas suavemente como si estuvieras bailando al ritmo, pero en tu misma silla.
Prontamente te ganó la vibras que te daba la canción actualmente sonando, así que le dijiste a Niccolo que irías a la pista a disfrutar como te dijo.
No eras una experta bailando, pero cualquiera podía seguir el ritmo base, por eso empezaste a moverte.
En tu espalda sentiste la presencia de alguien más alto, y cuando giraste era alguien bastante alto, como habías predicho, cuando las luces giraron y le apuntaron al rostro no pudiste identificar el sexo de la persona, pues poseía una apariencia andrógina, pero esta persona se te estaba acercando pidiéndote un permiso silencioso para bailar más pegada a tí, "es solo un baile", pensaste así que tu misma te pegaste.

— ¿Quieres ir a por un trago después de que acabe esta canción? — Su voz retumbó en tu oreja, era la de una mujer solamente que no tan aguda como otras, sorprendida simplemente asentiste sintiendo el perfume viajar un poco a tu nariz. Ella olía bien.

Tus labios se secaron por lo cual los lamiste, pues ella había puesto sus manos en un lugar muy peligroso, sus dedos hacían presión sobre tu cintura, podías sentir cada uno individualmente, en algún punto retrocediste por las corrientes que te estaban mandando la situación, pegándote así más a ella, entonces ella detrás tuyo soltó una risita, tu cara se acaloró, habías dicho que dejarías lo de ligar por hoy, pero ante esta gran mujer desconocida estabas reaccionando bastante fácil, querías responderle, coquetearle o seducirla quizás, no sabías con exactitud, simplemente que te gustaba ella y lo que hacía sencillamente mientras bailaban una canción popular.

Ni notaste cuando la música terminó, y ella te soltó, giraste a verla esta vez si bien, solo bastaron dos segundos viéndola para ponerte nerviosa, ella mirándote con una expresión divertida tal vez por tu actitud.
Ambas volvieron a la barra donde Niccolo se sorprendió al verte con alguién, pero no preguntó ni dijo nada.

— ¿qué quieres para beber? — Ella preguntó viéndote, ahora que había hablado de nuevo realmente caíste, nerviosa trataste de pensar en algo rápido.