HISTORIAS LEMON (HIATUS)

C1. Ta potente el asunto (+18)

Otro día terminaba la junta y el canadiense quería ver al mexicano, con pequeño dolor es que tenía que hablar de asuntos políticos, algo que a veces le causa incomodidad. Vio a lo lejos como se despedía de su "hermano" estadounidense, la cercanía de los tres era de mutua confianza en asuntos personales. Se acerca al tricolor y coloca su mano en el cabello del chico.

Canadá: How about Mexico? [Qué tal México?] *Dice con una sonrisa inocente, y quita su mano*

México: Canadá, seguro me viste hablar con Usa... *A lo que Canadá asiente* Bueno... Voy a hablar con Rusia ¿quieres venir conmigo?

Canadá: Sure, later I would like to spend the afternoon with you [Claro, después quiero pasar la tarde contigo]

México: Bueno... *El chico ya sabía a lo que se refería, y como tal no es que le molestaba oponerse*

Pasaron unos minutos en los que ambos norteamericanos iban platicando hasta llegar al encuentro con el euroasiático, en un pequeño restaurante elegante. Al llegar ahí Rusia se sorprendió, pues no esperaba al bicolor, aún así supuso era de esperarse, pues la cercanía del mexicano con muchos países hacía que casi siempre estuviera acompañado. Extendiendo un poco la mano para que pudieran verlo entre la pequeña multitud de comensales, lo reconocieron de inmediato y se le acercaron para luego sentarse en la misma mesa. Tanto la plática como el momento de comer fue normal, causo un ambiente agradable para los tres países.

Con un par de gestos corporales, el ruso y canadiense se comunicaban, que decían te preguntarás, lo verás más adelante, al terminar su comida y unos asuntos de trabajo, se dirigen al hotel. Mitad y mitad de CountryHumans se hospedan en hoteles, no siempre en uno mismo, para evitar conflictos. Por "suerte" para ellos, se hospedan en el mismo lugar, al llegar a la recepción, en la cabeza del mexicano, entendió que se iban a separar, pero fue detenido por la mano del bicolor en su hombro.

Canadá: Te podemos acompañar -dijo en un español claro y fluido-

México: ¿Nos? *Voltea a ver a ambos, asienten, se daba a la idea de lo que iba a suceder, y por ciertas circunstancias no se podía negar* bueno vamos... Pero si quieren hacer eso, les digo que Alemania y USA también van a venir *dice bajando el tono de voz*

El elevador bajo a la planta baja y se abrió, los countrys entraron, en ese momento el de menor estatura aprovecho para escribir un mensaje, el cual Canadá y Rusia, no supieron lo que decía. El silencio se volvió algo incómodo, pero fue roto por Canadá, al abrazar al emblema de aguila por la espalda.

Canadá: En serio te quiero mucho taquito *con un tono suave y dulce habla, le da un beso en la mejilla, provocando un sonrojo por parte de ambos, pero un pocas notorio por parte del hispanohablante*

México iba a responder, pero en eso se detiene el elevador indicando que habían llegado a su piso. Canadá se aleja de México, y lo deja pasar para salir, Rusia le toma la mano con un leve sonrojo en sus mejillas, con clara incomodidad, el latinoamericano está muy conciente de que este tipo de acciones no son algo que le guste al euroasiático, a su vez el mismo ruso sabe que este tipo de acciones es algo que le gusta al emblema de águila y mira para otro lado mientras entre laza ambos dedos, solo caminan unos cuantos metros para llegar al cuarto, México desliza la tarjeta con la puerta, ahí suelta a Rusia.

México: Pónganse cómodos, me tomo una ducha y salgo. *Dice soltando la mano del ruso, para dirigir se al baño*

Ambos países se quitaron los sacos y corbatas, dejan las prendas acomodadas en el sillón. Mientras México se quitó la ropa en el baño, abrió la regadera y el agua empezó a recorrer su cuerpo, mientras el jabón lo pasaba por el mismo, su cabello empezó a crecer, sus caderas crecieron al igual que su pecho. En unos minutos salía. En el pequeño cuarto Rusia y Canadá se veían de una manera peculiar hubo un momento de silencio hasta que el norteamericano empezó a hablar.