17 de Agosto

17...

Dia 17 de Agosto. Transilvania tenia una luz diferente, el cantar de los cuerbos sonaba como pequeños estruendos que la naturaleza enviaba hacia mis oídos. Me encontraba estirada, en uno de los bosques al lado de mi casa.
Muy a lo lejos podias lograr escuchar a las pocas vecinas que tenía, cerrar las ventanas, preparándose para las habituales noches frias en Kira, un pueblo a las afueras de Transilvania.
Cada noche salía una peculiar luz que traía la luna, una luz acogedora pero a la vez muy fria.

Ya era habitual, quedarme hasta media noche mirando las pequeñas estrellas, las quales soltaban pequeños rallos de luz.
Pasaba el rato y sin darme cuenta me undi en los sincronizados destellos que una estrella, relativamente pequeña me enviaba.
Sentia que me invitaba a hacer algo, algo que no sé porqué, sentia que debia hacer.

Pasaron instantes, cuando me di cuenta. Tenía la sensación de estar en la cima de una montaña, todo estaba en silencio.
Esa sensación fue aumentando, hasta que de un respiro profundo me levante de la hierba de bosque, una hierba en este caso humeda, de color verde, un verde podrido.

Me levanté y como si de magia negra se tratara, mis pies empezaron a caminar, mi mente se torno blanca y mi alma se desconectó por completo.
Ya no sabia, ni donde me encontraba, ni porqué, ni como, solo podía apreciar un lejano ruido de los pocos coches que quedaban por la calle.
Me fui acercando, poco a poco, todo era más claro. Todo estaba volviendo a la "normalidad", mi alma regreso, mi mente empezo a tener color( si con color me puedo referir a tonos blancos y negros), y mis pies se pararon de repente, haciendo que me asustara un poco.

Porfin abrí los ojos, me encontraba en... Un puente?.. ¡Estoy en un puente!

De repente un miedo me invadio, pero se fue, como si de una calada la qual soltaba humo y el viento se lo llevara se trataba.
Se fue, ya no tenia miedo. Queria hacerlo, tenia que hacerlo.

Y en ese momento me di cuenta, esa era mi última brisa de aire, mi ultimo suspiro y mi ultimo paisaje visto.
Suspiré, di un corto paso y con una voz temblorosa y pacifica logré decir:

-Gracias, pero adiós...-

Ya esta, se acabó.

Hola de nuevo al que este leyendo esto, ¡ahora ya soy feliz!
Estoy en un lugar llamado cielo, es muy blanco y bonito. Puedo ser yo misma... He recuperado mi sonrisa...