Y no tengo más nada
Solo muchas ganas de pasarlo bien
Y mucha comida buena
Y ganas de hacerte feliz.💭
Esa misma noche, Yuri le envió un mensaje a Jean. No estaba seguro de cómo empezar una conversación con él, estaba nervioso, pero quería hablarle, ¿Estaba bien que lo hiciera? Es decir, se habían conocido ese mismo día, ¿Parecería un desesperado? No sabía qué hacer, dejó su teléfono en su escritorio, para no cometer una idiotez. Pensó en llamar a Yuuko para pedir ayuda, pero ella le iba a molestar, y él no quería darle tanta importancia a Jean, era solo un amigo.
Casi a las diez de la noche, se decidió por escribirle al pelinegro. Nada muy elaborado, un simple saludo, para que su número le quedara registrado, nada más.
"Hola, Jean, soy Yuri (:"
Se sintió tan estúpido, ¿En serio solo eso se le ocurría? Maldijo una y mil veces a whatsapp por no tener una opción para eliminar los mensajes, así como también maldijo a Jean, porque en menos de cinco segundos, ya había leído el mensaje de Yuri. Sintió su corazón agitado cuando vio cómo es que el pelinegro ya le estaba escribiendo una respuesta.
"Yuri, estoy tan feliz de que me hayas escrito, ¿Cómo estás?"
¿Cómo estaba? En esos momentos, estaba tirado en su cama tapándose el rostro con la almohada, con su gata encima. Si le preguntaba como estaba, él tendría que ser honesto y decir que estaba nervioso, emocionado, sonrojado e incluso sentía nauseas. Aunque, claro, no podría decirle algo así, por lo que optó por la mejor opción.
"Muy bien, gracias por preguntar:) ¿Qué tal tú?"
Si antes sentía un remolino de emociones, nada se comparaba con lo que sintió al leer el siguiente mensaje de Jean, quien al parecer no sentía vergüenza alguna por andar de cursi.
"Mucho mejor ahora que estoy hablando contigo, kitten ♥"
Parecía increíble, pero estuvo tres horas seguidas hablando con Jean. No se dio ni cuenta de cómo, pero el tiempo había pasado volando mientras conversaba de todo con él. Empezaron con sus gustos, descubriendo cosas el uno del otro, Jean quedó maravillado cuando supo que Yuri baila ballet, incluso le pidió verlo algún día. El rubio accedió, siempre y cuando él pudiera oír al pelinegro cantar, pues según él, en su país natal tenía una banda con sus amigos. Jean Jacques Leroy (o JJ, como le decían sus amigos) es canadiense, mas un cambio en el trabajo de sus padres le obligó a mudarse hasta Rusia hace un par de meses. Fue honesto con Yuri, diciéndole cuanto le disgustó la idea de cambiarse de país, sobre todo a uno completamente distinto. Aún así, Jean estaba feliz, porque gracias a eso, había conocido a Yuri.
La primera vez que vio al rubio fue durante su registro en la escuela, fue a hacer unos papeles y se topó con un ángel, o al menos eso pensó en cuanto le vio. Era un rubio delgado y algo bajito; tenía un cabello dorado hermoso y extenso, peinado en una trenza desordenada; sus pantalones eran tan ajustados que hacían resaltar aún más sus botas enormes, con estampado animal print; llevaba una chaqueta algo grande para él, así como una bufanda gris. Era un ángel, Jean estaba seguro de eso. No había visto a una persona más hermosa desde su ex novia Isabella, quien hace unos meses había terminado con él. El canadiense quiso acercarse al misterioso chico, hasta que vio que este no estaba solo.
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Hijos Del Peligro [otayuri]
Fanfic🥀Primer lugar en los Premios Russian Heroes 2017🥀 Otabek es el primogénito de la familia Altin, con una madre comprensiva, un padre maltratador de mente cerrada y tres hermanas pequeñas que él cree debe proteger. Su vida aparentemente perfecta pie...