"¿Sabes por qué me gustas tanto?"
Shouyou retrocede y acerca más su rostro al abdomen duro y fuerte del Alfa. La cabeza le da vueltas. No puede acostumbrarse todavía a la sensación de aturdimiento que dejan las drogas en él. Pero, aunque le dejan muy mal, le gusta sentirse así.
"¿Por qué?"
"Porque eres muy consciente de tus alrededores". Traza la línea de su esternón con sus dedos y Shouyou se revuelve. "Eres lindo, delicado y rebelde y tomas la responsabilidad que corresponde por ello".
Las sábanas se sienten bien en su piel. El calor del cuerpo de Atsumu en el suyo le está dando sueño.
"¡Y eres pérfido! En verdad te sientes mal por hacer estas cosas conmigo, ¿no?"
Shouyou le da la vuelta para acostarse con su espalda en su pecho para que deje de hablar acerca de cosas que no entiende y de inmediato Atsumu le manosea el pecho como si fuera el de una mujer. Apretando el músculo, pellizcando suavemente sus pezones, ejerciendo presión en su piel hasta topar con lo duro debajo de sus manos.
"¡Duele!"
"Ya, ya". Se disculpa con caricias de sus dedos. "¿Vas a trabajar hoy, cariño?"
"Sí, pero hasta la noche. ¿Por qué crees que estoy aquí?"
Es un crío con un gran par de pelotas. Mira que contestarle así a alguien con un arma en la mesita de noche de a lado, medio cuerpo cubierto de tatuajes y un montón de cicatrices y ojos cáusticos no es algo que cualquiera se haya atrevido a hacer. Tiembla y no puede verle más de cinco segundos a los ojos, pero lo sigue haciendo.
"Quiero verte en la mañana".
"¿En serio? Voy a tener sueño..."
"Sólo dije que quiero verte".
Sólo le hace un gesto con la cabeza y vuelve a acostarse.
"Bueno". Accede. Se acerca para besarle los labios y Atsumu lo corta con una sonrisa. "Quiero hacerlo otra vez antes de irme".
El gesto de sus labios se hace más y más grande conforme el chico cierra los ojos para no ver su rostro mientras deja que se ponga encima suyo en la cama. Shouyou era un diamante en bruto. Le gustaría decir que era un diamante ya hermoso y brillante, pero estaba esmerilado todavía.
Es lindo y le gusta que se lo haga rudo, pero todavía es un poco insolente. La insolencia en Shouyou no es una cosa mala, es todo lo contrario, de hecho. Pero no es suficiente. Shouyou todavía le tiene respeto y no quiere eso.
Shouyou es extraordinario.
Shouyou sabe que la vida es de los fuertes y que se queda quien se lo gana y por eso mismo se esfuerza por ser fuerte con cada día que pasa. Lo que sea, dolor y tristeza, él lo toma y lo convierte en crecimiento.
Shouyou sabe y acepta que es un Omega y, como tal, se retuerce de placer cada que puede porque es única la manera en que su cuerpo puede sentirse bien y hacer sentir mejor a los otros.
Shouyou es una persona como ninguna.
Le llamó estúpido por haberle hablado esa madrugada afuera del 7-Eleven y Shouyou se rió en su cara.
"Estúpido tú por haberte follado a un menor de edad". Graznó.
Y tenía razón.
Shouyou hace que pierda el juicio. Es como si con él las demás cosas perdieran sentido: el tiempo, el calor o el frío, las leyes y la moralidad, el hambre y la sed, todo.
Le da un montón de besos en el cuello y se siente tan bien por tenerlo temblando y lloriqueando debajo. Así como Shouyou es fuerte y osado, que no se deja someter y se burla, es un Omega perfecto en toda regla.
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La Ira del Tirano | Haikyuu!! FF (KGHN | Omegaverse!)
RomanceHoy se sintió como complacerle más que otros días. Sentado a la orilla de la cama, frente a una ventana de la que no colgaba ninguna cortina, dio un toquecito a la punta de su nariz con la punta de su dedo índice. Se sintió feliz de repente porque s...