capitulo 17

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Pasaron algunos días, en los cuales no he tenido la oportunidad de devolverle el abrigo a Tsukishima, siento que me ha estado evitando, durante los recreos lo busco y nada, Tadashi dice que según va al baño o tiene que ir a buscar alguna que otra cosa en su casillero, justo cuando aparezco... en las practicas ni si quiera me dirige una breve mirada, se va antes del entrenamiento diciendo que tiene que estudiar, pero dudo que sea eso, intento evitar pensar en eso, por suerte ya me he arreglado con Hinata y Tobio y eso me ayuda mucho. Mañana tengo una invitación a la casa de Satori, estoy algo nerviosa, su madre es... como decirlo... algo rencorosa e hipócrita, pero bueno, igual iré por mi primo.

En estos momentos estoy ayudando a Hinata y Kageyama en su entrenamiento, estoy muriendo de sueño, me levanté a las cinco de la mañana, ahora entiendo por qué ellos se quedan dormidos en la clase si siempre están en pie a esta hora solo para entrenar

-¡Hinata concéntrate idiota! – Le gritó Kageyama, después de que Hinata saltara a rematar y por alguna extraña razón se enredara con la red.

-¡Kageyama no me grites así! – le reclamaba el peli naranja.

-¡pero pon atención en lo que haces entonces!

-ya no sigan – les dije de manera firme y callaron enseguida – ¿les parece si tomamos un descanso?

-¡uno más por favor! – dijeron los dos al mismo tiempo.

-solo una vez mas – le lancé el balón a Tobio y este se lo pasó a Hinata, lo tiró un poco mas alto de lo normal, pero Hinata se esforzó en saltar mas alto y logró rematar, la alegría del resultado se notaba claramente en el rostro de Hinata, en cambio Tobio solo dio una sonrisa ladeada, pero en el fondo sé que esta contento.

-ohhhhhh Mei ¡¿viste eso verdad?! ¡¿lo viste?! – decía Hinata saltando y gritando a la vez.

-claro que lo vi – le sonreí – estuvo genial.

-fue mas que eso, fue ¡fantástico! ¡increíble! ¡fenomenal! – sus ojos brillaban.

-ahora si un descanso - fui a las bancas a buscar las toallas y botellas con agua.

-una vez maas porfiii – suplicaba Hinata con las palmas juntas – Kageyama – le apuntó con el dedo – quiero probar eso de nuevo.

-Dije que van a descansar – le tiré la toalla en la cara a Hinata – toma, bebe agua.

-Mei cuando te pones así es difícil llevarte la contraria – rio Tobio.

-es cierto, se parece a sugawara – dijo Hinata.

-hey no me comparen con mama suga – reimos los tres, en ese momento empezó a sonar mi teléfono.

-¿Quién llama a esta hora de la mañana? – preguntó Hinata.

-es Satori – contesté la llamada – ¿Qué sucede?

-solo quería recordarte sobre el almuerzo en mi casa ma-ña-na – dijo lo ultimo cantando.

-si lo sé, no me he olvidado.

-bueno, si quieres te paso a buscar a tu casa, ¿o prefieres ir solita?

-ven a buscarme, hace mucho que no voy y no quiero perderme

-perfecto, nos vemos, adiosito – colgó la llamada.

-¿tienes planes para mañana? – preguntó Tobio.

-si, tengo un almuerzo en casa de mis tios, los padres de Satori.

-¿Por qué ahora le dices Satori y antes cuando estábamos en su escuela le llamaste Tendou? – preguntó Hinata.

-Oh bueno, hace rato no lo veía y pues solo le dije Tendou nada mas.

-ahh ya veo.

Los chicos siguieron entrenando hasta unos 10 minutos antes de que tocara el timbre, se fueron a asear y luego nos fuimos a clases. Esta vez la clase estuvo muy entretenida, me encanta la química junto con la biología, la profesora nos formó parejas para ir al laboratorio la próxima semana, por suerte me tocó con Hinata y el pobre Tobio con otro compañero. A la hora del recreo volví a buscar a Tsukishima, pero nada. Me fui a dar unas vueltas por el patio con Tobio, Hinata desapareció de la nada, en el camino pasamos a las maquinas dispensadoras, yo compre una cajita de jugo y Tobio una de leche, aunque si se demoró en elegir. Siento que Tobio es una persona muy diferente cuando esta fuera de la cancha, igual tiene su temperamento, pero bueno, me gusta como es.

-Mei, siento que Hinata ha estado algo distraído, ¿Qué crees que pueda ser? – preguntó Tobio.

-hmm solo espero que no sea nada malo – dije preocupada.

-yo espero que no lo distraiga en los partidos – se pasó la mano por su pelo.

-si hablamos de Hinata no creo – reí – ¿tu crees que la futura estrella de Karasuno pensaría en algo que pudiera perjudicar al equipo en un partido?

-tienes razón – reímos los dos.

-obvio.

-¿y tu? – me miró fijamente con esos ojos azules.

-¿yo qué? – lo miré confundida.

-vamos, no soy tonto.

-pero dime que pasa entonces.

-tu has estado rara – paramos el paso – cada vez que salimos miras por todos lados buscando a alguien, te preguntamos al respecto y te pones pálida diciendo que no pasa nada.

-y-yo... - ay no sé si decirle – creo que estas exagerando Tobio – puse mi mano en su hombro para demostrar confianza – solo es el estrés de los exámenes que se aproximan.

-no sabia que te sentías así, ¿por qué no nos dijiste nada?

-no quería preocuparlos, se supone que soy yo la que debe ayudarlos a ustedes.

-Mei, tienes todo el derecho a sentirte así, nos tienes que contar lo que te pasa, aunque no podamos ayudarte del todo, expresar como te sientes ayuda mucho – puso su mano sobre mi mano que esta en su hombro.

-tienes razon – le sonreí, aunque por dentro me siento mal por mentirle de esta forma.

Seguimos conversando hasta que tocó el timbre, nos volvimos a clases, Hinata llegó casi al mismo tiempo que el profesor, hoy volvimos a ensayar, esta vez con los del primero A, nos fuimos al gimnasio y ahí estaba él, sentado en la galería, mi corazón empezó a palpitar de manera que sentía que se iba a salir en cualquier momento, luego de unos minutos el profesor nos mandó a hacer las mismas filas, me tapé los ojos con la pañoleta y esperé a que la música comenzara.

Sentí unas manos tomar mi cintura delicadamente, pasé mis manos por el pecho de esa persona hasta llegar a los hombros, he de decir que es bastante alto, luego comenzamos a bailar al ritmo de la melodía

-¿Cómo te llamas? – pregunté.

-... - no respondió.

-¿eres del otro curso?

-... - nuevamente se quedó callado.

-¿no hablas? – como me gustaría quitarme esta cosa de los ojos.

-... - seguimos bailando hasta que en una parte que giré, pasé a pisarle – tsk... - ese tono se me hace conocido... acaso es...

-Tsukishima... - estoy segura que es él.

-... - y sigue sin responder...

Al terminar la musica me quité la pañoleta y si, era él, no sé por qué no me dijo nada, era obvio que me iba a dar cuenta, esta vez no quise decirle nada, no voy a quedar como tonta otra vez, solo lo miré fijamente a los ojos y ya...

Después volvimos a las filas y seguimos con la misma dinámica, solo que no volví a bailar con Tsukishima, pero mejor así, no quiero sentirme incomoda con él. Después de varios bailes ya faltaba poco para que tocara el timbre, yo ya iba saliendo con la multitud, pero una mano me tomó de la muñeca y me tiró nuevamente dentro del gimnasio, apegándome a la pared.

-¿que quieres?

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holii, se que este capitulo estuvo algo corto, pero mañana subiré el siguiente si o si

Mi verdadero ser (tsukishima kei)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora