[ treinta y cuatro ]

864 58 58
                                    

Miré a mi alrededor fijándome si ella no estaba por ahí. No, no había ninguna señal de ella.

-¿Se puede saber qué demonios haces?- me preguntó Cheryl.

-Estoy mirando- le dije y volví a mirar a todos lados.

-Sí, ya lo sé. Pero ¿Qué miras?- me dijo ella.

-Nada, nada. No me hagas caso- dije y dejé de mirar. Archie me miró frunciendo el ceño.

-¿Hay algo qué quieras contarnos?- Me dijo Archie. Lo miré bien.
¡Oh, diablos! Verónica ya le fue con el cuento.

-¿Tu noviecita ya te fue con el chisme?- le pregunté con tono burlón.

-¿Qué? ¿Qué pasó?- preguntó Cheryl.

-¿Sabes con quién se acostó ayer en la madrugada, Jughead?- Le dijo Archie.

-No, ¿Con quién?

-Archie- le dije para que se detuviera.

-Con Betty- le dijo. Cheryl se giró a verme sin poder creerlo.

-¡Maldita sea, Archie! No tuviste que haberlo dicho- dije enojado.

-No, no puedo creer que lo hayas conseguido- me dijo Cheryl sin poder creerlo.

-Bueno, ya está no quiero hablar del tema- le dije y volví a mirar a mi alrededor.
Estábamos en la Universidad, ayer por la tarde me la pasé peleando con Verónica y Toni, y también riendo un poco. Aquellas dos me acusaron de ser un cínico que necesita urgentemente la ayuda de un profesional. Y puede que tengan razón, pero yo no iba a dejar que se salieran con la suya. Hoy era un día nuevo y yo tenía que estar muy alerta para vigilar a Betty.
El auto que yo estaba esperando que llegara, llegó y se estacionó a unos cuantos metros de dónde estábamos nosotros. Las tres bajaron al mismo tiempo. Mi mirada se posó en mi prima. Al instante Toni me miró fijamente. Sonrió triunfante y me saco la lengua en forma de burla. Vi como las tres entraban a la Universidad y comencé a empujar a mis amigos que caminaran.

-¿Qué sucede?- preguntó Cheryl

-Caminen, caminen. No podemos perder de vista a esas tres- les dije y los seguí empujando.
La vi caminando hacia uno de los salones, entonces apresuré nuestros pasos y sigilosamente nos acercamos a ellas.

-Hoy tenemos que ir a a la biblioteca del medio día, Betts- le dijo mi pelirosa prima.

-¿Para qué?- preguntó.

-Tienen que ayudarme a encontrar unos libros, ¿Si?- dijo Verónica.
Entecerre los  ojos, pequeñas manipuladoras. ¿Con qué ese es su plan? Hacerlos cruzarse en la biblioteca, que ella le de sus libros. No lo van a lograr...

-Claro, no hay ningún problema- dijo Betty.

-Claro que sí hay un problema- susurré.

-¿Cuál es el problema?- me preguntó Cheryl.
Detuvimos nuestros pasos justo antes de entrar al salón. Ellas ya habían entrado.

-Que la loca de Antoniette y la Torombola diabólica, quieren hacer que Betyy salga con un tipejo- les conté.

-¿Qué tipejo?- me preguntó Archie. Entrecerre los ojos y miré hacia la puerta del salón.

-Sweet Pea- sentencié.

-¿Sweet Pea? ¿El presidente del centro?- dijo Cheryl.

-Ese mismo- afirmé.

-¿Y qué tiene de malo?- dijo Andrews.

-¿Cómo que tiene de malo Archie? Absolutamente todo- le dije.

Peligrosa Obsesión| Bughead Donde viven las historias. Descúbrelo ahora