-Capitán Clawthorne- vaciló con muecas de burla el líder de una nación bélica en decadencia.
-A sus ordenes emperador, ¿Qué me ordena- palabras frías como el acero de los tanques que comandaba aquella mujer pelinegra.
Sacando de una cajonera de aquella oficina sobria en un palacio de papel que vendía a sus gobernados como la maravilla, la utopía superior de Thomas More y que solamente el mismo o Dios podrían moverlo del poder.
-¿Ves este pequeño pedazo de tierra?, ¿Este insignificante pedazo de tierra poblado de simples peones?- comentaba a su subordinada mientras señala en superioridad una ínsula, un fragmento olvidado de quinientos kilómetros cuadrados y diez mil habitantes que trabajaban sol y luna para los deseos de el y la clase gobernante.
Amaurota era aquella isla conquistada hace años por la antigua casa gobernante, la casa de Bouroght y más especifico, el emperador Deleos II de Bouroght o cómo se le enseñaba en las escuelas "el conquistador". Estableciéndose ahí una factoría que por medio de sangre y miembros amputados extraían la panacea que hacia babear a sus dueños de las perecientes vidas ajenas de ellos; oro.
-Mañana quiero que usted y sus subordinados lleguen ahí y ataquen sin piedad. ¿Entendió?- decía señalando con sus falanges débiles a la más joven.
-Si emperador, lo que usted ordene- señalaba la capitán con mueca pesada.
-y recuerde- añadió con un ademán -La sangre de los hijos no perdona- todo ello con ironía y burla a lo acaecido en aquella cruel guerra colonial.
Al termino de esa platica bastante incomoda la capitán repetía aquella frase y venía a la mente el ver a sus subordinados, jóvenes que tenían sueños, esperanzas, un padre o madre esperándolos en sus aposentos y ella con una imponencia el pésame daba a ellos.
Un "su hijo murió por el país" no llenaba un nacimiento, una fiesta familiar o un buenos días.
Mientras caminaba en aquellos pasillos que asemejaban al mitológico laberinto de Creta donde aquella bestia fue encerrada, siendo semejanza a sus planes que acabarían de una vez por todas aquel baño de sangre.
-Esta noche inicia el plan-
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"O povo é quem mais ordena" (The Owl House x Revolución de los claveles)
Historical FictionAl ver cómo sus subordinados fueron enviados a una guerra sin cuartel para aplacar los movimientos revolucionarios de sus colonias; la capitana Lilith Clawthorne decide acabar todo de una vez por todas.