Decimo otoño

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Cale miraba fijamente el vaso frente a él. No podía concentrarse correctamente debido a que su cabeza estaba en los eventos que habían sucedido hoy, como era habitual, sus sueños le habían mostrado sucesos que no llegaba a entender del todo, pero que lo ponían totalmente suceptible a cualquier cosa. Ya no sabía todas las veces que había reaccionado mal a alguna provocación por parte de niños nobles o por alguna boca suelta de alguna sirvienta, pero habían sido más de las veces que se había disculpado.

Y eso lo frustaba. Lo frustraba demasiado.

No estaba seguro cuando había comenzado a sentirse así, sólo recordaba que se sentía tan cansado y triste que simplemente se dejaba llevar por cómo se sentía.

Era... solitario. Kian siempre le había dicho que había sido muy emocional, padre solía regañarlos por su poca paciencia, mientras que a su madre le gustaba molestarlo por ello...

Madre solía molestarlo.

Pero ya no.

Madre se había ido.

Y Padre también.
Padre se había ido con ellos.

Cale estaba molesto. Se sentía tan solo, tan... tan...

Olvidado.

Pero Cale no tenía que molestarse. Padre se había ido, pero padre estaba ahí, no se fue a un lugar sin retorno como madre. Padre estaba bien.

Padre estaba bien.

Pero Cale no.
Pero Cale tenía a Kian. Kian no lo dejaría, Kian se quedaría, e incluso si se fuera, Kian siempre volvería.

¿Verdad?

Sí, aunque Kian se haya ido con él, Cale esperaría.

Kian todavía estaba ahí.

Como Kim siempre estaba con Don, Kian siempre estaría con Cale.

Ellos jamás se separarían, aunque todos se fueran. Aunque todos los dejaran, ellos seguirían adelante sin importar qué.

Porque se tenían el uno al otro, y eso era suficiente.

Cale sabía que eso era así. Y estaba feliz de haber podido presenciarlo.

"¿Sabes? Estuve pensando por un tiempo, pero incluso si lo intenté, nunca pude hacer un buen dibujo sobre ellos." Don sostenía una libreta entre sus manos, mientras ojeaba el último dibujo que había hecho antes de que confiscaran todos sus dibujos.

Kim miró a su hermano con curiosidad, mientras contenía el regaño por estar revisando en los cajones del escritorio de la Directora. "¿A quién te refieres? Siempre pudiste dibujar a la perfección, incluso si nuestros compañeros de cuarto eran ruidosos o alguien arruinaba tus hojas..."

"Ah, esos bastardos, no me los recuerdes. Pero no me refiero a que no pudiera concentrarme, sino a que... no podía hacerlo."

"...Te...¿te refieres a papá y mamá?"

"Sí. Puedo recordar sus rostros, cómo se comportaban con nosotros y la manera en que los veía, pero no podía dibujarlos bien. Su imágen era tan... detallada que no podía dejar nigún detalle atrás." Don acarició el boceto, mientras sonreía al recordar su versión más joven de sí mismo. "Supongo que quería tener un excusa para recordarlos siempre, así que nunca podía terminarlos. Creía que si terminaba ese dibujo, ellos se quedarían ahí para siempre. Ah, diablos, parece que los golpes de esa vieja afectaron mi cerebro ¿debería demandarla por traumar mi mente de niño?"

"No la llames así- haaaa." Kim negó al ver la sonrisa inocente de su hermano. Este tipo no cambiaba, era tan frustante. Sus ojos miraron fijamente el suelo mientras sus manos sostenían fuertemente el palo de la escoba. No quería mirarlo ahora. "Tú...¿tal vez aún los extrañas?"

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⏰ Última actualización: Aug 25, 2021 ⏰

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