Capítulo uno: Una voz silenciosa.

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Y ahí estaba, en frente de la academia Strength and loyalty, una de las mas importante en Runaterra siendo esta ubicada en Jonia, aun estaba muy incomodo del nuevo ambiente y cultura ajena a la del pálido, pues ambos lugares estaban en extremos del mapa conocido de Runaterra, la flora del lugar impresionaba al joven lunari ya que en el monte targon solo había montañas, la verdadera belleza es cuando cae la noche y las pequeñas estrellas al ojo humano iluminan tal cielo y dándole personalidad como si de una pintura fuera.

Listo para entrar a la academia el pálido se armo de valor y empezó a dar los pasos necesarios para llegar hasta su clase de orientación, todo normal hasta que tenia que dar sus datos de estudiantes mientras su hermana lo motivaba, y en un segundo a otro se fue todo el valor. No lograba encontrar la tarjeta de identificación y sus compañeros detrás de el solo miraban impacientes al joven, sus manos empezaron a temblar, no estaba preparado para tal situación, sentía que sus piernas no aguantarían el peso de su cuerpo y que si tan solo tuviera la capacidad de hablar... Todo seria mas fácil.

—¿Eres el chico mudo del segundo B? —Pregunto el amable instructor, el joven lunari tan solo asintió, en ese momento pudo encontrar la tan buscada tarjeta de identificación para entrégasela al hombre frente a el. En unos segundos el hombre le dio un formulario y un libro que parecía ser de un cursillo al cual se había anotados —Muy bien su salón esta en el primer piso, es el que queda enfrente de la cafetería.— Con un asentamiento le dio su lugar a los demás alumnos y se dirigió hacia su salón, el joven lunari no podría estar mas avergonzado. ¿Algo mas le podría salir mal? 

Un vastaya muy aburrido miraba hacia los grandes ventanales de salón, era la clase de orientación lo que lo mantenía aburrido, ya se sabia el sermón de proteger a Runaterra, que somos la generación que protegerá al mundo y que deberán deberán sus ...

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Un vastaya muy aburrido miraba hacia los grandes ventanales de salón, era la clase de orientación lo que lo mantenía aburrido, ya se sabia el sermón de proteger a Runaterra, que somos la generación que protegerá al mundo y que deberán deberán sus vidas a un bien a nivel mundial, el vastaya estaba apunto de dormirse de aburrimiento en vez de escuchar un lindo cuento donde un pequeño guerrero rescataba a su madre de una veros araña gigante. Salió de su mundo de fantasías cuando chico pálido entro a la sala, y el como los demás presentes dirigieron sus miradas al joven.

El orientador pauso su charla para mirar el joven para reprocharlo por entrar sin pedir permiso y ni siquiera saludar, lo que nadie se esperaba que el joven moviera sus manos de forma extraña para algunos, ahí fue donde el orientador entendió la situación del joven y lo dejo sentarse. Al pelirrojo le dio mucha curiosidad, sabia algo de señas de manos, pero no podía ver muy bien lo que había querido expresar, mientras más pensaba en el chico cómo método de entretenimiento se perdidos en sus pensamientos mientras que el orientador terminaba la charla y finalizaba por explicar sobre el formulario. Deberían decir en que eran hábiles, si tenían magia e incluso si sus habilidades podrían ser peligrosas para peleas en equipos, si poseen una magia particular.

— Y con eso finalizamos  la orientación  del día de hoy, en unos minutos viene su profesor de historia, recuerden, aunque estén aquí para aprender a pelear no significa que no tienen que aprender sobre nuestra hermosa Runaterra. Dicho esto, me retiro, buen año escolar.

Una voz silenciosa || SettphelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora