Vale, vale, antes de que digan algo o se confundan en el espacio tiempo, los ubico, mis queridos lectores.
Nos encontramos donde el jefe de la guardia sombra regresa una pequeña exploración con un no numeroso grupo de reclutas: Sol, Karen, Chrome y Erika.
Habían recibido informes de familiares agresivos que tan sólo debían ir a corroborar. Pero tras verificar que estaba solucionado, ahora mismo estaban regresando. Fue entonces cuándo Chrome alzó la vista en dirección al bosque, sobresaltado.
Un preminente olor a quemado lleno sus fosas nasales, y, al darse cuenta de que podrían ser sus aliados, vaciló en sí comentar al respecto, pero según le había dicho Leiftan, este plan no se llevaría a cabo.
Siendo consciente de que el vampiro podía sentir lo mismo, antes de que lo hiciera y le preguntara porque no habló de ello, decidió hablar.
—Nevra, hay olor a humo —dijo el mismo, el vampiro se giro en respuesta.
Usando ambos sus sentidos agudos, empezaron a buscarlo, seguidas por la rubia, la bicolor y la de ojos lilas, que estaban, como diría la autora, "bien sacadas de pedo"
A fin de cuentas ya lo habían notado: algo se estaba quemando.
—Todo esta muy callado, o es idea mía?— preguntó Karenn.
Pero no veían el que; Esto era algo extraño, no veían humo, solo lo olían, y cada vez era más potente. En este punto ya se estaban acercando al claro del Bosque que era una entrada externa por la que acceder.
—Hay una cortina; ¡Es el bosque!— dijo la chistera de grupo al notar una magia extraña al frente a ellos.
—Esperemos que no sea muy tarde y que no sea muy grave, con suerte es una hoguera— razonó Erika, cuyos sentidos no eran muy agudos, pero era tan fuerte el olor... Que hasta ella lo sentía.
—Sol, dispersa la cortina— Pidió
Obedeciendo la rubia deshizo el hechizo y lo que vieron los desilusionó:
Se quedaron petrificados al ver caer la máscara del bosque, tan pacíficos y verde tornandose a un rojo vivo, el humo salió con fuerza de su contención, pues era como si una gran tapa cubriera este. La nube que salió se ubicó tapando el amplio cielo, negra y espesa. Los árboles y sus ramas se consumían rompían y caían dejando paso al fuego.
Familiares salvajes intentaban escapar en múltiples direcciones, igual que algunas pobres Hamadriades, cuyos árboles empezaban a quemarse debido al fuego, y probablemente al depender completamente de ellos muchas no sobrevivirían a esto o al menos, su mayoría.
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Blue. [Eldarya]
Fiksi Penggemar¿Escuchaste hablar sobre esta enfermedad? No te enamores, cielo. --------------------------- El Hanahaki Diseade no es un invento mío, existen muchas historias de esta enfermedad. Los personajes (En su mayoría) son propiedad de la empresa Beemoov y...