Esa sonrisa, que llevaba días forzándose a mostrar en el trabajo o a desconocidos, ni si quiera fue productiva esa mañana.
Ni YoonGi ni su padre lo obligarían a sonreír si no quería, sin embargo el sabía que la sociedad quería a un dependiente sonriente cuando iban a comprar algo a una tienda.
Y lo que más odiaba Tae, era estar sintiéndose feliz por su mejor amigo, pero triste sin poder evitarlo. Sabía que había sido su algodón de azúcar, su Minnie Hyung, el chico que le gustaba demasiado, el causante de su estado depresivo.
Pero al igual que el chico no tenía culpa de que Tae lo sintiera todo a mayor magnitud, tampoco Tae era culpable de que le gustara un chico que lo trataba mal.
Ni si quiera el castaño entendía porque le gustaba. ¿Su físico? Sí, obvio. ¿Su gran personalidad cariñosa? No, para nada.
-Buenos días. -Habló alguien fuerte a su lado, Tae elevó su rostro para ver al mayor. Lo que le faltaba después de días sin si quiera mirarlo al pasar por la acera de enfrente.
-Buenos días. -Saludó bajo, quitando uno de sus auriculares para escuchar si Jimin tenía que decirle algo.
Park apretó sus labios uno sobre otro con fuerza, llevaba días preocupado por el chiquillo. Lo veía sentado, en esa esquina, comiendo algunos de sus caramelos, escuchando música, dibujando y sin esa sonrisas que tanto le irritaba.
Irónico, ahora la echaba de menos, eso y su voz cantarina hablar y hablar cada vez que lo veía. Jimin se sentía mal, sabía que en parte era su culpa, que fue él quien alejó al menor, pero no era más que su enfermedad y el escudo que creó con ella la que había hablado aquel día.
-¿Hoy no traes caramelos? -Preguntó tratando de seguí la conversación, Tae arrugó sus labios.
-Se los he dado a mi vecino cuando me lo he encontrado en la escalera de casa; tiene ocho años. -La bondad de Tae apretó su corazón. Se tomó unos segundos de apoyo moral hacia sí mismo antes de volver a hablar.
-Si me das una respuesta sincera y válida; yo te doy caramelos. -Los ojitos apagados del castaño tuvieron un halo de luz en lo que elevó su rostro hacia el mayor ilusionado. -¿Por qué comes tantos caramelos?
-Eso es fácil, los chicos dulces necesitamos azúcar para seguir siendo dulces. -Respondió tranquilo, haciendo un intento de sonrisa en sus labios.
-¿Vas a sonreír de verdad si te doy caramelos? -Preguntó Jimin tendiéndole su mano para que se pusiera en pie; Tae asintió emocionado como había días no estaba y todo por recibir unos caramelos y poder volver a tocar a su Hyung.
Una vez ambos en pie, Jimin soltó la mano del menor, Tae trató de que aquello no le afectara; pero para Park fue obvio que sí lo había hecho. Comenzando a caminar hacia la tienda de ropa vintage, uno al lado del otro, Jimin le arrebató uno de los auriculares con música al menor y lo colocó en su oído.
-¿Te gusta V y ChimChim? -Preguntó al escuchar la canción en colaboración que tenían ambos cantantes nacionales, Tae asintió queriendo que le devolviera su auricular.
-Su música y los dulces me hacen estar tranquilo. -Jimin asintió despacio.
-A mí me pasa igual. -Confesó volviendo a captar la atención de Kim. -Lo de los dulces no, no son mi pasión.
-¿Ningún dulce? ¿Ni el algodón de azúcar? -Jimin rodó sus ojos ante la sorpresa y el ligero entusiasmo repentino del contrario. Park observó la piel canela del menor, esos pequeños lunares adornando su rostro, sus labios finos y rosados. Finalmente asintió despacio.
-¿Cuál es? Yo te compro todos los que quieras. -Jimin negó y se dispuso a abrir la puerta de su local. TaeHyung abrió sus ojos sorprendido y dando, después de días, al fin una sonrisa sincera y feliz.
-Hay un caramelo que si me gusta, me encantaría lamerlo entero.
🍭🍬🍭
Nota: Venga Jimin, un bote de confianza, no la cagues más 🤞🏻
ESTÁS LEYENDO
Caramelo ~ VMin (Kim TaeHyung y Park Jimin)
FanficSinopsis: TaeHyung siempre ha estado solo cuando él solo quería amor, siendo un niño con problemas emocionales que incluso su madre abandonó de pequeño junto a su esposo. En su vida el castañito solo ha podido contar con su padre, SeHun, y su mejor...