Escenarios con los personajes de Haiyuu que probablemente han pasado por tu imaginación.
Los personajes pertenecen a Haruichi Furudate.
Excepto algunos extra que agregare a las historias.
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El partido contra Fukurodani estaba por comenzar, en el estadio de Tokyo, como mánager del Nekoma, debías estar presente abajo, con tus chicos. Sobre todo con cierto líbero. El ser novia de Yaku, no es como todos pintan y creen que te maltrata las veinticuatro horas de los siete días. Para nada, Morisuke es como un pequeño gato, a los gatos no les gusta que sobre pases tu atención con ellos, ni te quieren cerca todo el tiempo, pero cuando se pegan a ti, son como mugre y mugre. Eso es Yakkun. Pero a él, le fascina la atención, en ciertos momentos, ya sea de su novia. O como en estos momentos de cierta albina en las gradas.
— Tu hermana está tan motivada como siempre, Yamamoto.— se emocionó un poco al escuchar las porras de Akane con el megáfono.
— Lo siento.— habló modestamente Tora.
No prestabas mucha atención a ese tipo de comentarios, ya que era regular que Kuroo y Yaku pelearan por quién obtendría mayor atención en cada uno de sus partidos.
— ¡pero sobre todo!...— pauso para sonrojarse un poco y mirar aún más emocionado al público, logrando centrar tu vista en él.
— ¡tú puedes Lyvochka! — se escuchó el apoyo incondicional de Alisa para con Lev.
— ¡la hermana de Lev es tan guapa como siempre! — se sonrojó un poco más y apretó su manito en un puño tras soltar esas palabras.
Quizá el solo lo dijo por amabilidad, bueno, una persona con inseguridades por sobre todo es muy vulnerable a sentir inferioridad cuando alguien alaga así a otro alguien, y no es por exageración lo que pudiste haber sentido en ese momento, se llama complejo, y aún no había desaparecido.
Kuroo logró verte algo incómoda y molestó a Yaku para que dejara de decir esas cosas.
— Pensé que a ti te gustaban las chicas con cabello corto.— menciono algo obvio queriéndole recordar la novia que ya tenía.
— ¡sí! pero de todas formas la hermana de Lev es linda. — volvió a hablar haciendo despertar aún más tus inseguridades, porque después de todo tenía razón, la hermana de Lev es completamente linda.
— Ya ya, a calentar.— regañó esta vez Kai notando tus miradas de soslayo a los participantes de aquella conversación.
— ¡(yn)-chan te ves tan perfecta como siempre! — dijo Yamamoto antes de darte el chócalas y entrar a la cancha.
— Deja de coquetearle a mi novia Yama— había comenzado a regañar el líbero pero lo interrumpiste.
— Gracias Tora.— sonreíste, y no era una sonrisa para hacer enfadar a tu novio, las pablaras correctas para levantar tu ánimo un poco, después de la anterior conversación de Morisuke.
