Entre Vendas y Listones. (Serie de One Shots)

Cosas simples.

Esta vez les traigo un 2x1 , la primera historia es muy cortita y en la segunda me extiendo un poco mas pero tampoco es particularmente larga, como ya saben estos One Shot solo describen situaciones especificas y no siguen una historia correlativa. 

Eran casi las tres de la mañana cuando Gojo no pudo aguantar la sed que sentía, probablemente habían sido esos bocados que venían junto a la comida china o el exceso de dulces lo tenía clamando por agua a esa hora; arrastro sus pies con pesar mientras tallaba sus ojos, pero antes de llegar a la cocina en el área del salón pudo escuchar un pequeño quejido, luego una pausa y nuevamente un quejido.

Lo primero que vino a su mente fue que sus alumnos además de hacer lucha cuerpo a cuerpo contra los chicos de Kioto ahora estaban practicando otro tipo de lucha cuerpo a cuerpo, sonrió y pensó que lindo seria arruinar el momento y avergonzar a quien fuera que osaba a tener más vida sexual que él.

Pero lo que se encontró en el salón fue algo totalmente inesperado; Utahime tenía agarrado un almohadón en donde ahogaba su risa, en ese momento todo encajo, no eran quejidos si no que risa reprimida, la azabache miraba algo en su teléfono con los auriculares puestos y cada cierto rato se reía tratando de evitar el sonido con sus manos o escondiendo la cara en la almohada, al parecer vio algo particularmente gracioso porque llevaba mínimo diez minutos ahogando su carcajadas mordiendo el almohadón, luego de eso paso a derramar un par de lágrimas con lo que parecía un video triste.

Luego vuelta a la risa, confusión, suspiros y cara de emoción. Probablemente había estado mirando al menos una hora y se dio cuenta de una cosa, adoraba mirar a Utahime siendo ella misma sin el ceño fruncido por su culpa, siempre le había parecido una mujer hermosa, pero al natural era totalmente su tipo ideal, le gustaba, solo el mismo sabían cuánto le gustaba la azabache pero jamás se permitiría que algo parecido a sentimientos románticos salieran de su boca, aunque se estuviera derritiendo por ella ahora mismo.  

Fin de la primera historia. 

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Paseo. 

El sol amenazaba con derretirlos en cualquier momento, pero al menos la cabaña en donde pasarían el fin de semana valía toda la pena del mundo; ambos directores decidieron darles unas merecidas vacaciones lejos de sus ciudades natales enviándolos a Osaka por algunos días bajo la supervisión de sus maestros a cargo.

Todo parecía perfecto, incluso tanto Kioto como Tokio estaban conviviendo en una neutralidad que bien podían llamar paz, solo que para Utahime aquel paseo fue en la peor fecha posible; hace solo unos días había sufrido un esguince en el tobillo derecho lo cual la imposibilitaba de caminar al tener que acarrear una bota ortopédica en dicha extremidad.

La cabaña en la que pasarían los siguientes tres días estaba literalmente en la cima de una montaña y fue gracias a Todou que ella pudo subir pues amablemente se había ofrecido a cargarla a caballito.

-¿Puedo preguntar como rayos te hiciste eso en el pie?- fue la pregunta de Gojo una vez que la azabache fue pues en el suelo.

-Me caí –respondió sentándose en una silla playera que estaba fuera de la cabaña.