No recordaba que fuera tan grande, vine escasas veces cuando tenía una pequeña amistad con Emily entre los 7 y 8 años, pensaba que mi memoria daba para más como para recordar lo fantástica que se ve de lejos, y seguro que dentro es incluso mejor. Hay globos color violeta de diferentes tamaños por todo el exterior de la casa, la decoración esta increíble. Aparte de los cientos de globos, en la decoración de la fiesta hay un gran cartel amarillo colgado en el techo que anuncia que es la mejor fiesta de todas las que existen, supongo que tendré que averiguar si es verdad lo que dice. Cada paso que doy, la música se escucha mas fuerte, me sorprende que no haya nadie fuera, con lo espectacular que esta decorado, pero hace frío, puedo entenderlo.
Pico a la puerta ansiosa y a los segundos me abre un tipo "granducho" con barba y con aspecto gruñon
-¿Que quieres?-dice mirándome exageradamente mal, por el tono que habla, estará borracho.
-Soy Madison, está es la casa de Emily ¿no?-respondo con una sonrisa intentando no sentirme muy incómoda con su mirada
-Si, lo es, si vas a la fiesta sígueme- dice el tipo gruñon y yo asiento, paso la puerta de entrada y me lleva a unas escaleras que me hacen llegar a una habitación pequeña con una puerta verde, donde proviene la música.
-Venga, ahí están-señala la puerta con la cabeza y le sigue la mirada.
¿Cuando vea a Mike que le digo? ¿Me estará esperando? ¿Estará en la fiesta? Todas las dudas aparecen en el momento que abro la puerta verde y veo a todo el mundo saltando, bailando, bebiendo y otras cosas un poco extrañas.
Entró en la multitud, no tenía ni idea de la existencia de esta sala, es muy grande, hay más de 500 personas por lo mínimo. Busco a Mike o a algún amigo suyo mirando para todos lados de la grandiosa fiesta de Emily, pero no le encuentro, ni a él ni a Jacob, si lo encontrase, a Jacob, más o menos por ahí podría estar mi mejor amigo. Las personas de aquí están disfrutando y cantando a todo pulmón las canciones que suenan, van vestidos con ropa extravagante de toda la gama de colores, azul, rosa, rojo... Siento que mi oído va a explotar en cualquier momento, la música esta demasiado alta, posiblemente me acabe comiendo la multitud, estoy sintiendo un agobio muy grande, no encuentro a Mike, los oídos están para estallar y me están empujando todo el rato. Mala idea ha sido venir aquí.
Sigo buscando como loca a mi mejor amigo y en el fondo veo a Laila, mi amiga desde los dos años bailando sin parar.
Decido acercarme a ella y así, no sentirme tan mal. Por como se mueve, me parece que ha bebido igual que el tipo de antes, tiene pinta de llamarse Kevin, segurísimo.
Le toco el hombro para que me vea, y al hacerlo una media sonrisa se le dibuja en su rostro.
-¡Laila, no sabía que estabas aquí!-digo intentado hablar fuerte para superar el volumen de la música que hace que no pueda ni escucharme a mi misma.
-Oh Madison, no te veía con pinta ir de fieeeeestaaaa, ¡Yupi!-dice totalmente borracha.
Bajo la mirada a sus manos y mis suposiciones eran reales, tiene un vaso casi lleno de lo que sea que esté bebiendo, se lo quito.
-No bebas más-digo firme y con un miedo en el cuerpo, Laila es muy agresiva, y si está borracha seguramente que más, no quiero averiguarlo.
Pone los ojos en blanco y mira el vaso que le acabo de quitar.
-Venga, dámelo, ¿bailamos un rato?-dice cogiéndome de la mano para llevarme al centro de la fiesta.
Tiro el vaso medio lleno al suelo, y sigo a Laila.
Ella empieza a bailar aún con más energía y yo decido hacer lo mismo, ¿vida hay una no?
Siento todo por mis venas, la música alta ya no me preocupa y la adrenalina en el estribillo de la canción se apodera de mi ser. Mientras disfruto bailando un chico desconocido se me acerca y comienza a bailar conmigo, me da un poco de vergüenza, pero a estas alturas de la fiesta, ya a nada le tengo miedo.
-Ey, bailas bien, ¿es la primera vez que vienes? No te he visto otras veces-dice sin parar de bailar
Asiento con la cabeza para darle a entender que si, nunca antes había venido.
-¿Entonces querrás algo de bebida?...-dice con sonrisa macabra, al mismo tiempo que acaba la frase le doy un empujon y se funde en la multitud
-¡No bebo cabron!-digo a la misma vez que le saco el dedo con las dos manos en alto.
Laila se me queda mirando.
-Oye... Muy bien Mad, con esta gente no te conviene que te juntes, solo quieren hacerte cosas...-dice, y me rio porque hace nada ella estaba bebiendo y ahora me felicita por haber rechazado una bebida, esta chica es impresionante.
Miro la parte derecha de la sala, y veo que hay unos sillones grandes, y unos cuantos estás vacíos, me gustaría sentarme y descansar, he bailado, cantado y ha sido lo mejor, hasta insultar a ese estupido ha molado.
-¿Porque no nos vamos a sentar un rato?-digo señalando con el dedo los sillones
-Vale, y así me relajo un poco porque estoy, ¡uhh!-dice chillando a lo dulce
Nos sentamos por fin y son muy cómodos, tendría que haberme sentado aquí desde el principio, estoy agotada.
-¿Y que me cuentas? ¿Porque has venido?-pregunta curiosa Laila siguiendo el ritmo de la música con la cabeza.
-Bueno, quería conocer a gente y pasarlo bien-digo encogiéndome de hombros.
-Pues me alegro mucho Mad, hay más mundo del que te imaginas y te lo estabas perdiendo-dice con tono reflexivo
-Me estás diciendo que ir a una fiesta a que un chico quiera que beba es un mundo fantástico?-bromeo
-Siempre sacas algo con el que rechistar, pero en si, no me refería a eso, las series molan, y se que te gustan y mucho por cierto pero tienes que hacer más cosas, y esto es un avance.
-Posiblemente, los estudios y mi ca.. los estudios, me llenan mucho de mi tiempo-digo, y mi caja vuelve a mi mente.
-¿te imaginas que mañana me encuentro otra en la puerta de mi casa? Sería surrealista-digo en tono bajo para poder escucharme solo yo
-Ya, bueno, yo no fui el miércoles ni hoy al instituto -dice Laila y a los cinco segundos baja la mirada.
-¿Y eso?-pregunto preocupada
-A ver, el otro día, el día del examen de geografía, te envíe un mensaje donde decía que las clases eran una hora antes, ¿te acuerdas?-dice con voz neutra, el subidón de la bebida parece ser que se le ha pasado.
No me acordaba, aquel día no la vi, debí preguntarle, soy muy mala para estas cosas...
-Claro-miento
-Pues no fui como he dicho antes, me tuvieron en el hospital ingresada, me desmayé de los nervios del examen, supongo que lo tendré que repetir
-Vaya-digo seca
-¿Y Mike? ¿Has hablado con él últimamente?-dice
¡Mike! Se me había olvidado que venía para estar un rato con el. Miro la hora en el teléfono al instante y son las 23:12 p.m ¿¡Como ha pasado el tiempo tan rapido?! Aparte de fijarme en la hora, veo que hay tres mensajes de mi madre, ya los contestaré, que más da, seguro que Trish está disfrutando como nadie al estar sin mí en casa.
-Laila, ¡me tengo que ir ya! ¿Sabes donde puede estar Mike? Había quedado con él esta noche-digo levantándome del sillón
Laila parpadea rápido al ver el panorama, a mi tan histérica.
-Puede que esté en la planta baja-dice
¿¡Planta baja?! Yo pensaba que esto ya era la baja, la casa de Emily es un laberinto sin salida.
Me despido con la mano y me alejo, buscando unas escaleras para bajar, las encuentro y no hay mucha iluminación así que no veo mucho y no quiero caerme. La planta baja es más pequeña pero está igual de petada de gente, los focos de colores me deslumbran, y aparto a los demás con las manos para llegar a encontrar a Mike. Nuestras miradas se cruzan a la misma vez, me ha visto, y menos mal, por fin, después de horas, lo he encontrado. Parece que le dice algo a Emily que está al lado de él y después se dirije hacia a mi.
-Madison, ¿cuando has llegado? Pensaba que ya no vendrías-dice con asombro en su cara
-Pues aquí me ves, llevo unas horas en la otra sala, con Laila, no te veía por ningún lado-digo soltando una risa
-Bueno, pues entonces, te presento a mis amigos de la fiesta-me coge de la cintura y me lleva unos metros adelante donde están más adolescentes de mi edad mirándome todos, me siento muy observada.
-¿Madison? Comienza lo bueno-dice el pesado de Jacob, y yo al escucharlo, pongo los ojos totalmente en blanco.
-Bueno amigos y amigas, ella es mi mejor amiga, Madison, se vendrá mas veces ¿verdad?-dice Mike a todo el mundo y mirándome a mi
-Puede ser, no sé si...-Me interrumpe una chica muy guapa con pelo azul largo y liso
-Anímate, si nos quedamos ahora quietos la fiesta será un asco-murmura mirando a Emily y a Mike. En el corro donde estoy, creo que hay unas diez personas, Mike tiene demasiados amigos...
-A bailar ya, si no, luego no hay vermut-dice Emily.
Y a continuación le hacemos caso y al poco tiempo todos estamos bailando, para la 1:00 de la mañana mi teléfono no para de vibrar y a la tercera vez que lo eschucho, lo cojo y miro quien me está hablando.
Numero oculto
Coger/Rechazar
Me estraño al verlo, y miro a todos los amigos y amigas de mi mejor amigo, ninguno está con el móvil, así que, ninguno de ellos es quien me llama en número oculto, no sé si me tranquiliza o me asusta más.
Lo cogo.
-¿Diga?
-Estás diciendo algo y no queremos que te avances-dice una voz de robot
-¿Quien leches eres?-digo y al instante cuelgo, la peña cada vez está peor de la cabeza enserio, ¿que yo estoy diciendo algo?
Mike me ve con cara confusa y me toca el hombro.
-¿Y si nos vamos?-dice con voz calmada
-Creo que si, he disfrutado mucho, gracias enserio, te quiero-digo mirándole
-Hombre ya, vamonos-dice, salimos de la planta baja y subimos las escaleras para salir de el laberinto.
Cuando abrimos la puerta vemos a Kevin, el tipo gruñon, prefiero no descubrir su nombre, me gusta Kevin. El no nos dice nada y en segundos ya estamos en la calle.
-Mike, no les has avisado de que te vas-digo mirando a la puerta de entrada.
-Da igual, no me necesitan-dice sonriéndome
-Tengo mi coche aparcado ahí, ¿subes?-digo
-Mejor que suba, no quiero caminar hasta casa-murmura encogiéndose de hombros. Seguidamente nos subimos y nos dirijimos ruta hasta nuestras casas.
En el trayecto, se me revuelve el estómago, mi padre, fue tan extraño la noche pasada... Me giro a Mike, el cual está conduciendo mi coche y se ve muy concentrado, no quiero atosigarle con mis problemas, aunque, eso hacen los mejores amigos, eschuchar.
Un recuerdo reciente de mi padre se mete en mi mente sin avisar.
<< A ver, no pongas altavoz ¿vale?>>
Está claro que nadie quiso que lo eschuchara.
<<Mañana a la misma hora te llamo>>
A las 5:39 a.m, la hora que le dijo mi padre a saber quien. Intentaré escuchar un poco más de la conversación con la persona misteriosa .
Al cabo de unos kilómetros más adelante, me pongo una alarma en mi teléfono móvil para que no se me escape ni una palabra, necesito saber todo sobre mi padre y su... ¿Plan? Pongo los ojos en blanco mientras llegamos y me acurruco en el hombro de Mike para dormir durante el viaje.
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10 CAJAS CONTANDO LA MIA
Mystery / ThrillerUna adolescente de 17 años en Miami siempre ha vivido una vida normal, hasta que le llega una caja negra a la puerta de su casa, imposible de abrir, cada día recibe una más, así hasta llegar a contar con 9 cajas ¿Que tan importante serán las cajas...