¡ya basta lee minho!

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- Bien, lo más razonable sería que te propusieras a hacer las cosas de acuerdo a tus principios.- habló Felix, con un porte intelectual pero elegante.- Tengo entendido que de todas las tradiciones antiguas de los principios de la jerarquía, tu familia solo toma en cuenta el cortejo.

Minho asintió, sus ojos clavados en el suelo. Habían pasado 6 días desde que ese acontecimiento se llevó a cabo, desde que Jisung comenzó a evitar un poco al mayor. Y aludiendo el tema cada vez que iba a decir algo al respecto. Estaba comenzando a cansarse, sus preguntas e intentos de conversación con el omega fueron respondidos con monosílabos.

- ¿Entonces tengo que pedirle que me deje cortejearlo?- preguntó con la ironía revoloteando en sus abruptas palabras.- Vaya, suena tan fácil cuando lo dices...¿por qué no lo intentas?

- ¡Deja tus ironías!¡Estoy hablando en serio!

- ¿Y tú crees que yo no?

La frase quedó flotando en el espero ambiente recién formado alrededor de ambas miradas retadoras, tanto alfa y omega luchaban silenciosamente para imponer más que el otro.

El alfa por demostrar determinación en su decisión-elegir que era mejor no decir nada y dar por concluido el asunto-mostrando su semblante poderoso y magistral, su rostro neutro, sus facciones endurecidas y sus ojos sin pizca de brillo.

El omega, por el bien común y el de su "amigo", mantener tales sentimientos encerrados en su corazón no eran la mejor de las ideas. Su porte recto, digno de una persona de clase alta-pero no era el caso-una ceja perfectamente encargada, sus ojos acusándole vigorosamente, presionándolo a soltar la sopa.

- ¿Por qué acepté ayudarte?- se cuestionó el omega, minutos después de haber sopesado las miradas intensas.- Eres un caso perdido, no tomas la iniciativa, Jisung se te irá volando, cariño.

- Lo sé, joder, claro que lo sé. Pero Felix, no es tan fácil como dices que es, no solo puedo llevarle y decirle: "Hey Jisung, me gustas, déjame cortejearte" y...

- ¡Espera!¿Te gusta?- Minho hubiese reído de la expresión del omega, pero solo tensó cada músculo de su cuerpo, sintiendo como el aire se le escapaba los pulmones por segunda vez, sus manos sudar ligeramente y sus palabras atoradas en su garganta.- ¡TE GUSTA HANNIE!

- Ehm...- intentó negarlo, pero ya afrontando la situación, se había delatado a sí mismo declarando su gusto por Jisung, así que, ¿para qué negar algo evidente? No por nada Chan era un psíquico respecto a estos temas.- Yo... sí.- admitió con derrota, soltando en un sonoro suspiró el aire contenido que hasta ahora ni sabía que tenía.

- Venga.- le dió un codazo en el costado de forma juguetona mientras le lanzaba una mirada pícara.- Estás de suerte, mi perdido amigo.- el alfa lo miró ceñudo, sacándole una pequeña risita.- Porque, cuando hablamos de amores, Lee Felix entra a la orden.

Parpadeó perplejo e incrédulo, ¿Bang dramático Chan ayudarlo a él? Esa sí que no se la veía venir.

- Solo déjamelo a mí, con mis tíos y consejos, todo saldrá excelente y tendrás a tu omega así.- chasqueó los dedos.

Y esa tampoco.

- ¿La idea no es que sea yo mismo? Estoy seguro de que...

- Shh, cálmate.- silenció.- Como hyung es mi deber orientarte en este largo camino, floreciendo lentamente a la vida del romanticismo y el cliché, como omega también soy un gran conocedor de detalles especiales que a nosotros suelen gustarnos y...

- Pero Jisung debe abarcar otros intereses, ¿no? Todos los omegas no son iguales y tú eres uno de esos a los que les encanta lo extravagante...

- ¡YA BASTA LEE MINHO!