Right Now • Yoonmin

25

— Joder...

Aleteo mis pestañas con dolor, mi cuerpo dolía y pesaba, me sentía como si hubiera sido acribillado el día de ayer... Lo peor es que fue así.

El dolor de mi mejilla me hace chillar cuando apenas rozo con la almohada, aprieto mis dientes delanteros con algo de fuerza para levantarme por completo y sacar mi pierna de la cama para ponerme en marcha.

Parpadeo mientras camino hacia el baño, me duele todo.

«Estoy hecho mierda»

Mi reflejo en el espejo es espantoso. Tengo la mejilla morada e hinchada, es como si me hubieran sacado los dientes de juicio.

Mis costillas duelen al igual que mi estómago, tengo mis nudillos lesionados por los golpes que también proporcioné.

«Malditos sean Hoseok y Jin»

Levanto mi mano para tomar un frasco de pastillas para la hinchazón, pero caigo en cuenta de que recién he despertado, no he desayunado y tomar pastillas con el estómago vacío es malo.

Suspiro y hago una mueca al estar en completo silencio.

Cierto. ¿Por qué hay silencio?

Me pongo en marcha para salir de la habitación y buscar a los causantes de tanta paz.

Levanto una ceja cuando veo a ambas personas matarse con la mirada. Aunque una esté toda magullada.

— ¿Buenos días? — Trato de que mi voz sea chillona para ablandar un poco el ambiente tan duro y denso que está alrededor de estás dos personas.

— Qué tienen de buenos... — Susurra la matriarca de este departamento.

Me sorprende verla tan temprano aquí, desde que llegó Jungkook no ha dormido aquí; prefirió tomar el departamento que le habían ofrecido mis padres para dormir allí.

Los ojos de Jungkook se iluminan al verme, es como si viera en mi a una especie de salvador. Qué raro.

Deja su taza en la mesa para casi venir corriendo hacia mí.

— ¿Cómo te sientes? — Pregunta tocándome delicadamente mi cara, sus ojos bailan por esta. — Te vez mejor que ayer. — Susurra soltando una risilla pequeña.

— Estoy bien. — Susurro. — ¿Cómo estas tu?

— Yo...

— ¿Acaso importa? — Suelta Sun Hee con ironía.  — Mi nieto se vería mejor si no hubiera salido contigo.

Ay Dios.

— No se meta en nuestros asuntos, señora.

Me hace un poco de gracia verlos tan alterados con los pelos parados como si fueran gatos.

— Me meto porque tus "asuntos" implican a mi nieto. — Mi abuela pisa fuerte, sus labios están juntos y sus ojos están fijos en Jungkook. — ¡Mira cómo está por tu culpa!

— ¡Que no lo es! — Jungkook se pone adelante mío, deja de tocarme para ver a mi abuela de una forma amenazadora.

— ¡Claro que sí! — Sun Hee lo señala con el dedo para enfatizar aún más sus palabras. — ¡Esto no hubiera pasado si Jimin aún estuviera aquí con mi nieto!

Y Jungkook está ardiendo en llamas.

Yo alzo mis cejas y abro mi boca en forma de "o" sorprendido.

— ¿Qué carajos acaba de decir? — Jungkook en modo cabreado no es bueno para la sociedad. Le tomo de los hombros tratando de que se tranquilice y no haga o diga algo estúpido.