Capítulo 55

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Hacía rato que habíamos parado en aquella gasolinera, Camila y yo nos habíamos mantenido observando al perro en todo momento. Era un cachorro, una pequeña y parecía no haber comido en días. Por lo cual, mandamos a Ashley a comprar un poco de pienso en aquella pequeña tienda, que acompañaba a los surtidores de gasolina.

Camila: Tiene mal aspecto, al menos en lo que se trata de comer. - decía acariciando a la pequeña cachorra - ¿Crees que tendrá madre? 

_____: Si, claro, si no la tuviese no estaría aquí.. - bromeé haciendo que se sintiese un poco tonta por la pregunta - Probablemente haya escapado de algo, quizás de quién le hizo esto. - señalé a sus pequeñas orejas.

Camila: Lo raro es que haya aguantado hasta ahora, que le hayan cicatrizado y lo más gracioso, es que se la ve muy feliz. - dijo después de recibir unos cuantos besos de la cachorra.

_____: Cualquiera estaría así a tu lado, Camz. - solté sin pensar.

Camila: ¿Qué has dicho? - respondió con un pequeño rubor en sus mejillas y un tanto de asombro en su voz.

_____: ¿Qué cosa? - pregunté sin saber a que se refería.

Camila: Lo que acabas de decir..

_____: ¿Qué acabo de decir? - sentí su mirada de confusión - ¿Qué cualquiera estaría así a tu lado? - afirmó pero no sin estar del todo convencida - Bueno es la verdad,  siempre tan risueña, sacándole algo bueno a las cosas, es imposible no quererte.

Camila: A ti también se te quiere.. - bromeó.

_____: A ti más.

Camila: A ti de aquí a Nueva York. - empezó a reír por el rumbo que comenzaba a tomar la broma.

_____: A ti de aquí a la luna ida y vuelta, - hice una pequeña pausa - aunque si es por el camino más corto, es preferible. - solté y comenzamos a reír, a lo que Blue nos siguió moviendo el rabo de lado a lado - Creo que le caemos bien, ¿se nos dará bien cuidar de un perro? 

Ashley: Si, pero por el simple hecho de que no tenéis que cambiar pañales y no lloran tanto como los niños. - se acercó con un pequeño cuenco de pienso para Blue - Me lo ha dejado prestado el chico de la gasolinera.

Javier: ¿Te lo ha dejado prestado? - llegó detrás de ella - Más bien diría que si hubiese podido, te lo habría dado de anillo de compromiso. ¿Qué se supone que tienes tú con los chicos de las gasolineras? - preguntó y Camila y yo comenzamos a reír aun más.

Ashley: No lo sé, pero el día que nos sirva de algo que esos chicos caigan a mis pies, como por ejemplo ahora mismo, porque el pienso nos ha salido gratis.. - hizo una pausa orgullosa - Entonces agradeceréis estos encantos. 

Javier: No comento.

Después de esperar un tiempo a que Blue comiese y se mantuviese un rato tranquila, estábamos subiendo de nuevo a la caravana, Camila parecía estar tranquila hasta que vio una llamada entrante en su móvil, de un número que no llegué a visualizar bien. Aunque no era de mi incumbencia.

Camila: Tengo que salir un momento fuera, a atender una llamada, - abrió la puerta el coche para después salir, impidiendo que retomásemos el viaje durante unos minutos - enseguida vuelvo.

Me preguntaba quién era la persona que le estaría llamando todo este tiempo y si era alguien que podría estar interrumpiendo todo nuestro plan, aunque a decir verdad, toda mi confianza estaba depositada en Camila. Ella no podría destruir algo que había estado planeando con tanta sutileza, solo para ella. Parecía contenta, sonreía al teléfono como sí lo que hubiese tras él fuesen buenas noticias. Eso me alegró, realmente era todo lo que me importaba, ver a Camila feliz, después de todo lo malo que había tenido que pasar durante estos años.

Polaroid  || Camila Cabello & TuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora