Capitulo15

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/Cabe aclarar que no soy dueño de absolutamente nada de One Punch Man, ningún personaje me pertenece. Esto es una adaptación de la gran obra de One y Yusuke Murata/


/ Idk si decir que pido perdón o no, pero el punto es que el cap no salió antes porque el cole esta difícil y me la pasé viendo evangelion, anime que recomiendo muchísimo si te gustan los animes con Mechas, peleas gigantescas y el estilo noventero./ 

/Si te golpean, no "pongas la otra mejilla", corre o defiéndete, no hay de otra. Si "pones la otra mejilla" le estas dando libertad al atacante de que siga libremente no solo contigo, si no con otras personas a hacer lo mismo/

/Ahora si, el cap/


ZONA DE COMBATE-CIUDAD A

Momentos antes de que Saitama y Tatsumaki tuvieran su discusión y una corta pelea

El Doctor Bofoi, condecorado en el mundo científico, desde joven había visto todo tipo de maquinarias, todo tipo de estructuras. Nunca había sido alguien hablador, era reservado mayor parte del tiempo. Siempre sacaba los primeros puestos en todas las materias relacionadas al mundo de las matemáticas, incluso si estas no eran directamente relacionadas con el curso. Sus compañeros siempre lo envidiaban por tener los primeros puestos en física avanzada, matemática avanzada. Naturalmente hubiera sido acosado por personas mucho más brutas, pero con más fuerza que él. Pero nunca había sido así, dentro del colegio se le había tratado con respeto, no porque fuera atractivo, si no porque gracias a sus aportes, muchos de sus compañeros pudieron hacer bien sus exámenes. Aquellos años fueron los que le dieron el primer salto a una pequeña fama. Incluso cuando sus compañeros de salón deseaban tener esa vida, igual consideraban a Bofoi como alguien digno de admirar

Se le hacía gracioso que sus compañeras de clase se le acercasen en los almuerzos, en las horas de receso, a la salida del colegio, en los viajes de estudio o simplemente para hacer grupo. Sabía que muchas de ellas, sobre todo las que más " atención " le daban, estaban bajas en los cursos, solo lo buscaban para obtener buena calificación en trabajos de grupo o le pedían que el explicase algún tema que no habían entendido. Aquello era risible a los ojos de Bofoi, pero tampoco desaprovechaba la oportunidad para hablar con alguna chica, aunque al momento de estar con ellas, él era realmente callado. Aunque sus compañeros pensaban que él era alguien que todos los días practicaba intensamente para cada materia que llevaban en el colegio o que su falta de habilidad social se debía a eso, la realidad era que no estudiaba más que un chico normal.

Bofoi había nacido con una habilidad de comprensión mucho más superior a la de sus compañeros o inclusive que el de la gente normal. Su único problema siempre había sido química avanzada, cosa para lo que agradecía haber estudiado con una persona que lo acompaño hasta el último grado en el colegio. Alguien que le ayudo en aquella materia más de una vez. No lo había vuelto a ver desde entonces, pero tampoco le interesaba más eso, en la universidad se centró en lo que más le apasionaba, todo lo relacionado a los números. En cada curso obtuvo primer puesto. A diferencia de su colegio, ahora estaba rodeado de personas que, si eran realmente aplicados, personas que competían por obtener las mejores calificaciones. Sus padres eran dos grandes científicos por lo que pagar aquella extremadamente cara universidad no se les hacía problema alguno. Esta vez, dentro de la universidad, ya no recibía elogios cuando " representaba al salón "

Durante sus años dentro de aquella universidad comprendió ambos puntos de vista de lo que podían llegar a ser las personas. Fácilmente podrían ser de carácter humilde, que no buscan dañar si no ayudar; O podían ser de carácter radical, aplastar todo lo que está en su camino, aplastar todo lo que interfiera con sus deberes. La universidad nunca le pareció el mejor lugar, no porque fuera difícil, si no porque comprendió la verdadera naturaleza de las personas. Entendió que todos tenían ese lado, solo que muchos no lo demostraban. El poder, el dinero era lo que los impulsaba a ser más y más soberbios con lo que tenían e inclusive con lo que no tenían. Lo aborrecía, pero no iba a hacer nada en contra de eso. Nunca formo si quiera una conversación mayor a las veinte palabras con otra persona, todo se resumía a " Terminaste el trabajo " - " Si " Era aburrido, pero se terminó acostumbrando

¿En ti puedo confiar?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora