Capítulo 33

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Cassie Walker, sábado 31 de noviembre.

Desearía decir que todo resultó perfecto durante este mes, me encantaría decir que todos los problemas se han esfumado pero no, no es así.

Sé que la situación por la que tuvo que pasar Ashton es difícil, jamás imaginé que correría a mis brazos dejando de lado todas aquellas responsabilidades que ahora tiene.

O tal vez sí.

Un par de veces.

Aunque  debo admitir que me hace sentir mal el hecho de sentir que soy un estorbo en su vida. Me duele creer que no me necesita, como yo lo necesito a él. Sé que pasar día a día con Mathew esperando que lograra tener el peso ideal para traerlo a casa debió ser jodidamente devastador, pero también creí que si se apoyaría en nosotros, más bien... en mí.

No fue así, todo el maldito mes estuvo alejado, concentrado. Corriendo de un lugar a otro, entre sus últimos exámenes y el hospital. Me resulta aniquilador ver como no logra multiplicarse para poder realizar con éxito cada una de sus tareas. Me resulta inquietante no poder alivianar su peso de alguna manera.

Quiero estar para él, quiero hacer lo que esté a mi alcance, pero cada vez que lo insinué solo respondió con un amable <<No te preocupes, gracias Cass>>

Ni siquiera era capaz de utilizar sus horribles apodos para nombrarme, ¿Es que acaso hice algo mal?

Hace un par de días llegó Mathew, es un bebé precioso por lo que pude admirar desde una distancia considerable. Ashton no se separa de su pequeño cuerpecito en ningún momento. Me causa ternura ver a ese grandulón cuidar tanto a su diminuta criatura, es un papá fantástico y lo hace excelente.

He decidido no estorbar, no ser una maldita molestia. De todas maneras las ganas de lanzarme a sus brazos y hacerle entender que estoy aquí, que no me moveré, están continuamente en mi cerebro.

Pero no quiero el rechazo, me aterra la idea de escucharlo de sus propios labios, de su propia boca que solo soy un estorbo para su vida. Así es como decidí mantener distancia, observándolo desde lejos e intentando no cruzarme con él.

Hoy será la maravillosa fiesta de Halloween que se hará en la discoteca del miserable hermano de Ashton y aunque no me hace ni puta gracias el poder encontrármelo, mi cabeza me está matando hace varias semanas con pensamientos que me hacen sentir una mierda.

Tal vez un poco de distracción es lo que hace falta en un momento como este, solo debería seguir esperando o quizás devolverme a mi pequeño departamento y dejar ir a ese chico que me vuelve loca.

Ya lista para ir a la fiesta; agradeciendo que nadie decidiera ir disfrazado. Me detengo en la puerta de entrada para espiar la conversación de los chicos.

Tomo a Dana de la mano y la detengo. Me da una mirada de pocos amigos. — Cassie...  — advierte.

—  Solo un segundo, necesito saber si Ash estará bien.

Mi considerada amiga no cuestiona nada, quedándose quietecita junto a la puerta. Pego mi oído a la madera y escucho la voz de Mike — ¿Estás seguro?, es solo una estúpida fiesta, no es necesario que vayamos.

—  Está bien, nosotros necesitamos dormir, vayan, diviértanse y cuida a Cassie — dice el estúpido preocupado, aunque no se digne a amarme.

Amarnos, cariño, amarnos.

—  Bien, cualquier cosa nos avisas, ¿sí?

No escucho ninguna respuesta por parte de Ashton, pero si pasos que avanzan hacia la puerta. Cojo a Dan del brazo y la arrastro hasta el auto, queriendo parecer casuales. Aquí nadie espía, aquí somos normales.

Yo nunca, nunca [TERMINADO] [en edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora