Armonía de dos trolls ☆Oneshots☆

La otra Poppy

Era un día normal y hermoso para los habitantes de Trollstopia, en especial para la reina Poppy quien arreglaba como siempre algunas canastas de agradecimientos para aquellos maravillosos amigos que tenía en el reino. le estaba dando los toques finales a las últimas canastas hasta que un grupo de trolls de diferentes tribus ajenos al pop llegaron molestos al hogar de la rosada. Ella consideró que sus nuevos amigos estaban enfadados con ella por la demora de sus canastas de agradecimientos, por lo general ella era muy puntual con las canastas y todos los trolls lo sabían. Solo que esta vez quería hacerlos super extra especiales para los nuevos troll que empezaron a vivir en la villa, brindándole un tema único para cada tribu combinando la virtud de su respectivos hogares con algo de la cultura pop.

Holly Encanto la troll más alegre y simpáticas de todas después de Poppy fue la primera en dar un paso al frente mostrando la peor imagen que un troll puede tener, un ceño fruncido, y este en verdad era uno muy fruncido.

"¡¡Poppy tenemos que hablar sobre tu terrible actitud!!" Exclamó ella resoplando por lo molesta que estaba con la rosada, esto naturalmente confundió a la reina Poppy, ella y mala actitud no suelen estar en la misma oración, de hecho era la primera vez que lo escuchaba.

"Holly no entiendo que dices, ¿paso algo malo?" pregunta tratando de indagar un poco el origen del mal humor de su amiga.

En eso una troll del funk se pone entre ambas chicas para expresar su queja también "Quisiera hablar contigo también Poppy, pegar a mi hermana con ese pegamento contra la pared no fue nada divertido o amable que hayas hecho desde que llegamos aquí" observa molesta a la gobernante quien no deja su expresión de confusión. Se preguntaba si esto era una especie de broma que le estaban gastando sus amigos para luego reír de lo divertido que fue confundirla un poco, pero nadie se reía o parecía terminar con la broma, si es que era una.

"Ciertamente Poppy esto apesta, no entiendo porque me llenaste de tinte negro los cristales y pagaste mis lentes a la cara, pero debo decir que no me hizo muy feliz eso" expresó Laguna molesta a una pared, debido a que no podía ver; ella creía que la pared era Poppy.

"Ah Laguna estamos a tu derecha," responde la rosada y la chica se da la vuelta agradeciendo la amabilidad. Poppy pone de lado sus cosas de la canasta, dando algunos pasos para estar más cerca de las chicas para poder hablar con ellas "muy bien empecemos de nuevo" dicho esto ella da una pequeña respiración para mostrar lo calmada que ella estaba "Repítanme ¿Quién es el culpable de su mal día en Trollstopia?" rápidamente ella es señalada por las tres trolls y al mismo tiempo le dijeron que fue ella la culpable de su mal día.

Antes de poder decir algo en su defensa Grandulón entraba al hogar de la rosada para poder hablar con las tres chicas de diferentes tribus. "Oigan chicas acabo de encontrarme con Poppy en la plaza central, si quieren hablar con ella sobre estos malentendidos estoy seguro que.." nota la presencia de Poppy en el cuarto "Hola Poppy que gracioso, podría jurar que hace un momento te vi en la plaza central abrazando a Ramón y queriéndolo llenar de besos en frente de todos jajaja" al decir eso todas asoman su cabeza a la ventana del capullo, lograron ver como una Poppy con una capa y corona hechos de hojas; parecía muy empalagosa y romántica con Ramón, con este con un evidente sonrojo por la actitud de aquella rosada.

"Espera si Poppy esta aquí" dijo Holly

"¿Quién es ella?" termina Rhythm, todos los que estaban allí notaron que la rosada que estaba en la ventana había desaparecido, ella corría hacia donde estaba Ramón y la otra troll rosada.

La reina del pop quería respuestas sobre qué brillantina estaban pasando, ¿ella tenía una gemela que nunca supo hasta ahora? ¿por qué era cruel con los otros troll? y peor aun ¿por qué intentaba besar a Ramón?. Al llegar al lugar ve como la troll parecida a ella intentaba seducir a su chico con picaros comentarios, le alagaba su fuerza y hacía traviesas propuestas si él la llevaba a su búnker. Para suerte de Ramón este no parecía interesado en eso último, de haber aceptado se hubiera metido en grandes problema con la Poppy verdadera.