Gregomulcia kookmin | Un trago

Único

- Smut

-KookMin 

-Contenido Homosexual +18 (75%)

- Lenguaje Vulgar

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Estaba apenas amaneciendo, el rubio pudo observar su ropa a través del espejo, sonreía en grande al ver que era muy bonita.

Una polera color rosa pastel, con unos jeans ajustados color negro, sus botines del mismo color. Su rubio cabello bien peinado hacia un costado, un bálsamo color rosa y unos pendientes blancos.

- Soy muy Lindo - no pudo evitar que sus mejillas se tornaron color carmín con sus propios halagos

Caminó hasta la planta baja en donde tomo su móvil, su mochila y sus llaves, no quería llegar tarde a la Universidad, ya le habían llamado la atención dos veces, y no quería la tercera. Dio un chillido cuando le quedaba sólo medía hora para llegar.

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Subió a la estación que lo llevaba mas rápido, no pasó mucho cuando las puertas del tren se abrieron, dando paso para entrar. Con algo de prisa, entro al vagón en donde se encontraban muchos asientos desocupados, decidió sentarse en uno mientras esperaba. 

Un par de minutos y las personas comenzaron a ocupar los asientos libres, pudo observar como un hombre de la tercera edad estaba de pie, así que lo llamo y le ofreció su asiento, quedando él de pie. El hombre le agradeció, y JiMin solo le devolvió una sonrisa.

Sus instintos se pusieron alerta cuando el tren paro en una estación, la cual, siempre era en donde se llenaba todo el vagón, su estómago dio un revoltijo, las personas comenzaban a amontonarse dando unos empujones leves al rubio. El calor le empezó a inundar por todo el cuerpo. 

Como odiaba ser Gregomulcio , esa sola situación lo excitaba de sobre manera. 

Un cosquilleo se apoderaba por todo su cuerpo, su trasero quemaba por ser tocado, su tetillas se endurecían por la necesidad, y sin querer, se apego a un hombre quien lo avizoraba algo confuso. El tren dio un movimiento brusco y Park solo agradeció, el hombre le tocaba con su mano, una de sus mejillas traseras. Y sin pensarlo soltó un diminuto jadeo.

Quería acercarse más al hombre y que le tocará más, pero una nalgada lo separo del mayor, dio un giró y pudo observar como el pelinegro que siempre subía a ese vagón, a la misma hora, para tocarlo, lo veía con una mirada de recelo, la mandíbula la tenía apretada, tensa, como si tuviera la cólera al cien por notar que no era el quien tocaba de su esbelto cuerpo. Eso solo le daba mas calor al cuerpo de JiMin, aquellos ojos saliendo de su órbita y las venas marcadas por los celos apunto de explotar solo hacían ver mas sexy al azabache. Y aunque no lo conociera en lo absoluto, le agradaba que siempre llegará para tocarlo, era como si no quisiera que alguien mas lo hiciera y por ende siempre llegaba a la misma hora.

El rubio se giró de nuevo para percatarse de que nadie veía lo que habrían de hacer, muchos estaban en sus teléfonos, otros dormidos y otros mas, leyendo libros. 

Así que juguetonamemte, comenzó a frotarse sobre la, algo marcada erección del pelinegro que estaba tras de él. Con algo de fuerza se tomaba del tubo de las sillas para dar mas roces. El pelinegro solo se mantenía firme en su postura.

JiMin podía sentir entre sus nalgas una rica erección que comenzaba a endurecerse, encorvó la espalda para que su trasero tocara mas con la pelvis del pelinegro, y así se frotaba de arriba a abajo, de izquierda a derecha, con mas fuerza se tomo del tubo y girando hacía el pelinegro, en el oído comenzó a susurrarle gemidos silenciosos.